El
neoliberalismo
Ya a mediados del siglo XIX, cuando el capitalismo iniciaba su
segunda revolución industrial, el poeta Charles Baudelaire señaló un anticipo
del neoliberalismo al definir la modernidad como el reino, donde con un
extraordinario poder de seducción, se lograba que las mercancías fueran el
nuevo objeto de culto.
Actualmente, el neoliberalismo, la fase más nefasta del
capitalismo, condujo la renta hacia una distribución regresiva a tal punto que
un puñado de supermillonarios detenta casi la mitad de la riqueza sobre un
total de siete mil millones de habitantes. Esta obscenidad de desigualdad de
poder no tiene parangón en la historia de la humanidad. El resultado es que los
ricos son pocos y poseen cada vez mayor riqueza y los pobre son cada vez más paupérrimos.
El dinero dejó de ser una herramienta productiva y se transformó
en un elemento de especulación para producir más dinero. Ricardo Forster señala
que: “En el neoliberalismo se rompen todos los vínculos de solidaridad entre
las personas y se glorifica el individualismo y la servidumbre voluntaria”.
Los que traten de enfrentar este esquema son brutalmente castigados.
Tenemos el ejemplo de Milagro Sala quien construyó a través de su obra, la
Tupac Amaru, un pueblo modelo autogestionado por sus mismos habitantes con
instalaciones deportivas, sanitarias y educativas, donde predominó la
mentalidad solidaria y comunitaria. Cometió el atrevimiento de llevarlo a cabo
en la provincia de Jujuy, inmersa en una sociedad feudal, machista y reaccionaria.
Su gobernador, el corrupto dictador Gerardo Morales la puso presa junto con
varios de sus colaboradores sin procesamiento ni causa justificada.
Lo que llamamos comúnmente neoliberalismo no es
una mera doctrina económica, es en su conjunto, una constelación estratégica
para la renovación del modo de producción capitalista en el mundo.
El Pacto Andino, el ALCA y otros acuerdos de
integración subregional pierden su sentido original para dar paso a las zonas
de libre comercio en las que imperan los afanes puramente mercantilistas de las
burguesías y de las transnacionales que amplían sus mercados.
El neoliberalismo es el generador de dos lacras
del sistema económico: los paraísos fiscales y los fondos buitres. Los primeros
son territorios donde el inversor evade el pago de impuestos y goza del secreto
bancario. Los segundos son fondos
de inversión de alto riesgo, que, carentes de regulación alguna, se
especializan en la adquisición de valores y activos devaluados y de bonos
soberanos de Estados en dificultades económicas o al borde de la bancarrota.
Compran deuda defaulteada a precio de saldo para más tarde, reclamar a los
países emisores su valor pleno, más los intereses acumulados. Macri y su
gabinete cumplen con ambas condiciones: tienen fortunas en paraísos fiscales y
aceptaron incondicionalmente el pago a los fondos buitres.
Los medios
Para llevar a cabo un proyecto socioeconómico de corte neoliberal,
es imprescindible aletargar y reestructurar la mente de los ciudadanos.
Una impresionante maquinaria comunicacional, una fábrica de
sueños, de imágenes y de ficciones trabaja sin descanso para determinar
nuestros hábitos y nuestras “necesidades” que, siendo una invención del
mercado, acaban por convertirse en imprescindibles para nuestras vidas aunque la
mayoría sean prescindibles. El nuevo sujeto es un individuo autorreferencial,
ciego para lo exterior y víctima de una lógica narcisista y hedonista que
privilegia un individualismo que se extiende a cada una de las esferas de la
existencia.
Se hace creer a la población el mito que un gobierno de ricos
tiene la ventaja de que no roba, justamente porque son ricos y que una vez
rebalsado el vaso, el beneficio se derrama sobre el resto de la población. Estas
dos concepciones jamás se cumplieron puesto que el rico es insaciable. Con ese
relato el gobierno de Cambiemos logró con éxito inicial, la incorporación de un
gabinete de CEOs de grandes empresas, varias de ellas extranjeras, que durante
los primeros meses de su gestión actuaron como lobistas para las firmas a las
cuales pertenecían.
Una de las tácticas de estos medios es la reiteración permanente
de slogans. Muchos que votaron por Cambiemos lo hicieron convencidos de que el
gobierno de los Kirchner era corrupto y no controlaba la inseguridad en la
población. En siete meses de gestión, Macri y sus jueces adictos no pudieron
probarle a la presidenta Cristina casos de corrupción, mientras que los delitos
y secuestros aumentaron en lo que va de la gestión de Patricia Bullrich, la Ministra
de Seguridad.
Son
importantes los términos que utiliza la prensa neoliberal a saber: un gobierno
con un estado fuerte que propugna el estado de bienestar en la población es
denominado con el término plebeyo de “populista”.
Un
periodista que defiende a ese gobierno lleva un rótulo acusador: periodista K o
ultra K, mientras que los periodistas que defienden las políticas neoliberales
son periodistas “independientes”. La realidad es que suelen ser mercenarios del
sistema, como Leuco, Majul, Lanata, Joaquín Morales Solá y otros, que son
recompensados con suculentos sueldos.
Los
medios no emplean el término “neoliberalismo”, jamás se encontrará tal
expresión en las páginas del diario La Nación, el adalid de estos regímenes exclusivistas,
que últimamente respalda en forma impúdica los conceptos más regresivos de esta
corriente económica.
Gran parte de la información que nos llega,
especialmente del extranjero está regulada por Estados Unidos. Los medios de comunicación
tradicionales en América Latina –muchos de los cuales han introducido
sofisticados avances tecnológicos- dependen en alto grado de los servicios de
las agencias de noticias, de las cadenas de televisión y radio de los países
desarrollados. Lo que hacen, muchas veces, es reproducir de manera acrítica los
despachos o servicios que reciben, con lo cual se da la paradoja de que miramos
la realidad latinoamericana con el lente prestado de los países capitalistas
más poderosos.
Los grandes medios, salvo excepciones, se han
adherido al proyecto neoliberal, contribuyendo de manera decisiva a
interiorizar en la población las “bondades” de la “economía social de mercado”.
Se asumió el criterio de que la labor del periodista es generar una
mercancía, captar la atención del espectador de forma muy rápida y en
competencia con otros medios que persiguen el mismo objetivo. Entonces se
recurre a las malas artes: elegir lo anecdótico, descontextualizar, apelar a
los sentimientos y afectos del espectador, convertir a los protagonistas de la
noticia en víctimas o por el contrario en victimarios.
Gran parte de la información que se produce, se basa sobre lo que la
gente ha dicho, declaraciones de un político o de un empresario. El formato
moderno es lograr o aparentar que se está informando cuando en realidad son
sólo opiniones. Ese es el mecanismo de seducción vanguardista que se está llevando
a cabo.
La SIP (Sociedad Interamericana de Prensa), es una institución gobernada por los dueños de los grandes medios y solo defiende a los monopolios mediáticos. Ver: Breve historia de la SIP http://elmordazblog.blogspot.com.ar/search?q=SIP
Cuando un periodista da una opinión disfrazada de información en un
medio de comunicación, está haciendo algo muy grave, porque la potencialidad
del medio convierte esa opinión en algo veraz que no necesita ser contrastado.
Rara vez se consultan fuentes solventes en las distintas áreas de la
información, que podrían convalidar o descartar el valor de la noticia. En
general se recurre a fuentes que están afectadas de alguna manera con la
noticia y por lo tanto la información no es fiable.
Es de destacar los múltiples lazos que unen a los
medios con los grupos bancarios, financieros, comerciales, industriales,
agrarios y con el propio Estado cuando éste es de corte neoliberal. Estos lazos
vienen dados, principalmente, por la publicidad que se convierte en el
instrumento condicionante de la política informativa de los medios.
Ningún medio se financia con las ventas o
suscripciones. En América Latina, los principales periódicos se financian en un
80% de la publicidad. Los espacios no comerciales como las noticias y las
informaciones culturales constituyen mercancías sujetas a las leyes de la
oferta y la demanda.
Los
intereses económicos de las grandes empresas que operan en el marco de la
libertad de comercio mundial, y dentro de ellas, las de la comunicación, tienen
capacidad para condicionar las decisiones de quienes han sido elegidos
democráticamente. Pueden en cuestión de días deteriorar o edulcorar la imagen
de cualquier político. Pueden crear un estado de opinión pública favorable o
desfavorable sobre un programa electoral, de igual modo y con la misma rapidez
con la que pueden crear un estado de necesidad consumista en los ciudadanos.
El
Neoliberalismo los medios de comunicación. Mis valores en temas de
actualidad. 02/06/2010 https://misvalores.wordpress.com/2010/06/02/el-neoliberalismo-los-medios-de-comunicacion-al-servicio-de-los-poderes-financieros/
Eduardo Tamayo G. Democracia, neoliberalismo y
comunicación. Agencia Latinoamericana de Información. 19/02/1993. http://www.alainet.org/es/active/22336
Julio Vera Vila. Influencia educativa de los
medios de comunicación en la sociedad neoliberal. http://revistas.usal.es/index.php/1130-3743/article/viewFile/2935/2972
Ricardo Forster. La
servidumbre voluntaria. Página 12, 27/04/2016
La impresentable Patricia Bullrich (¿es que hay alguien que no sea impresentable en el gabinete de Pinocho?), siguiendo órdenes del juez realizó su característico y espectacular despliegue de uniformados, carros blindados y de móviles para arrestar a una anciana de 88 años que se desplaza en silla de ruedas.
ResponderEliminarResulta que la anciana era Hebe de Bonafini, un ícono mundial en la lucha por los derechos humanos y en el enfrentamiento a la dictadura de Videla.
En cuestión de minutos y en forma espontánea se juntaron alrededor de 6000 personas frente a la sede de las Madres. Con una gambeta digna de Maradona, la camioneta con Hebe adentro eludió los obstáculos de la policía y acompañada por una multitud se dirigió a la Plaza de Mayo para cumplir con la ronda de los jueves que viene haciendo sin interrupción desde hace 39 años. Afortunadamente, en el pueblo todavía hay reflejos contra el avasallamiento de sus derechos y la seguridad jurídica.
Los diarios de todo el mundo destacaron el hecho y sería bueno que Pato Bullrich reflexionara sobre su permanente y fracasada metodología que viene acumulando papelón tras papelón, mientras la inseguridad en el país aumenta en forma exponencial.
El gobierno viene dando tumbos, algunos dicen que son unos aprendices incapaces, otros (y me adhiero a esta idea), sostienen que simplemente está aplicando a rajatabla la política ultra neoliberal que nos arrastra al abismo.
Muy buena reflexión. Lo de ayer fue increible!!!!
EliminarPoniendo siempre el cuerpo por delante, cuánto diste, cuánto das, cuánto nos enseñás, en la rebeldía de las causas justas contra la impunidad, de frente jugándote vos, entregándote sin cuidados. ¿qué me van a hablar de guapos y valientes?
ResponderEliminarQué falta que me hacías, QUÉ FALTA QUE NOS HACÉS, no me voy a poner un cartel que diga Yo soy Hebe primero porque detesto el cholulaje omodo de las causas mediatizadas y por sobre todo por lo poco que represento en tu grandeza.
kilo
Todos a plaza de mayo, el jueves 11 a la ronda 2000.
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