Introducción con anécdotas
Daniel Barenboim se encuentra en
el camerino del teatro Colón, junto a la nieta de Richard Wagner. Ha
terminado de dirigir una de las obras del gran compositor alemán y aún se
escucha el eco de los aplausos de un público enfervorizado, tras la magistral
actuación de su batuta.
Después de golpear suavemente la puerta ingresa un
anciano de baja estatura y pelo mota, que por su aspecto evidencia haber tenido
lejanos ancestros africanos.
Barenboim olvida su agotamiento y
le pide que se siente al piano y toque. El hombrecito recurre a su veta
humorística y le dice: “Mi respuesta es yes que en francés quiere decir no”.
Agrega que desde hace tiempo dejó de tocar.
Barenboim insiste, pero el otro
mantiene su decisión. Entonces se arrodilla delante de él mientras le dice
“Mirá cómo te lo pido Horacio.” Semejante súplica proveniente de uno de los más
grandes directores y pianistas contemporáneos quiebra la resistencia de Salgán quién
se sienta al piano y comienza a desgranar el vals Palomita blanca: La
habitación se llena de una melodía deliciosa, mientras Barenboim la escucha
absorto.
El destacado pianista francés
Jean-Yves Thibaudet se encuentra en el restaurant show El Club del Vino,
un local donde van los exquisitos del 2 x 4. Acaba de interpretar uno de los
conciertos de Rachmaninov y viene de cumplir una densa agenda en otros teatros
de Europa. Esa noche se encuentra agotado, la cena y el vino lo hacen cabecear
mientras lucha contra los párpados que insisten en cerrarse.
De pronto se encienden las luces
del escenario y entran los intérpretes, uno de ellos se acerca al piano y
agradece los cerrados aplausos del público. El otro, grandote y fornido, se
acompaña con una guitarra. El pianista comienza a tocar, sus dedos vuelan sobre
el teclado con precisión y elegancia y la carga de sueño y de cansancio se
esfuman del rostro de Thibaudet. Averigua su nombre y cuando finaliza la
función, lo felicita y lo invita a que concurra a su siguiente actuación en el
teatro Colón.
Dos días después, Salgán está en
primera fila escuchando a Thibaudet, el público pide bis y éste se lo dedica a
su amigo: el gran pianista Horacio Salgán.
Rescaté estas dos anécdotas porque
ejemplifican mejor que cualquier introducción el intento de resaltar los
valores musicales de Salgán y además muestran con que admiración y respeto es
visto por los grandes intérpretes contemporáneos.
Daniel Barenboim y Jean-Yves Thibaudet
El pianista de pantalones cortos
“Desde que
yo gateaba, prácticamente, me interesé por la música; mi papá tocaba el piano
de oído, era aficionado... pero cuando yo escuchaba ese sonido, iba enseguida a
ubicarme a su lado y junto al instrumento.(...) No lo puedo negar, llevo la
música conmigo, desde el mismo momento en que nací." Así confiesa Salgán al
periodista que lo está entrevistando.
Su padre tuvo el buen tino de
ponerle excelentes maestros de piano y con este instrumento empieza a ganarse
la vida desde los 14 años, haciendo el fondo musical y en pantalones cortos, del
cine mudo de entonces.
Más tarde participa en las
orquestas barriales de Emilio Vardaro y de Juan Caló. Paralelamente sigue
perfeccionándose incursionando en todos los géneros, desde la música clásica,
pasando por el jazz, el folklore y por supuesto, el tango.
Orquestas y dúos
Todo artista tiene una raíz
inspiradora y en el caso de Salgán fue la orquesta de Julio De Caro, un sexteto
que se organizó en 1924 y que revolucionó el tango al incorporar nuevos
recursos en la técnica musical, especialmente en materia de armonía y
contrapunto. Salgán confiesa que la influencia de Julio De Caro y de su hermano
Francisco, fue invalorable.
Julio De Caro y su violín corneta
En 1936, el maestro Roberto Firpo
reemplaza el piano por la batuta en la dirección de su orquesta y Salgán ocupa
el espacio vacío. Las horas de sueño son cortas porque a la mañana siguiente se
desempeña como organista en la iglesia San Antonio de Villa Devoto,
seguidamente se traslada al teatro Florida donde toca el piano y todo eso sin
descuidar sus lecciones musicales.
En 1944, forma su primera orquesta,
comienzo que no es auspicioso, porque en Radio El Mundo, donde se presenta, no
entienden su estilo que para la radio y los sellos grabadores resulta muy avanzado.
Además, lo acompaña un cantante de voz cavernosa y aspecto físico casi grotesco,
una figura no muy presentable para un escenario y se llama Edmundo Rivero.
Aunque el conjunto anima bailes y se presenta en salones tangueros. Salgán, decepcionado, al cabo de dos años disuelve la orquesta.
En 1950 hace
un segundo intento y forma un nuevo conjunto que toca en Radio Belgrano y es
muy bien recibido. Participa en giras y shows y finalmente se da la ansiada
posibilidad de que lo convoquen los sellos grabadores. Ahora tiene un nuevo
cantante de 26 años y bigotitos que parecen una hilera de hormigas y que responde
al nombre de Roberto Goyeneche, pero todos le dicen “el Polaco”.
Más tarde se
dedica a formar dúos y en 1958 se incorpora Ubaldo Aquiles De Lío con su guitarra
eléctrica y ya no se separan más. Sin embargo la idea de la orquesta vuelve a retumbar
en la cabeza de Salgán y a partir de 1960 forma el Quinteto Real integrado por: Enrique Mario Francini en violín,
Rafael Ferro en contrabajo, Pedro Láurenz en bandoneón, De Lío en guitarra y
Salgán en piano. Este conjunto recorre el mundo y cosecha aplausos en países
asiáticos, especialmente Japón, varias ciudades de Europa y Estados Unidos.
Primeros años del dúo Salgán De Lío
La música de Salgán
Es
uno de los músicos de tango más prestigiosos de la historia. Se desenvolvió
como guitarrista, arreglador, director, pianista y compositor. Su inagotable
talento le permitió enunciar un lenguaje de nuevas ideas musicales, poéticas y
vocales que rompió con lo establecido. La perfección del sonido es la meta
vital en el arte de Horacio Salgán. El secreto de su exuberante expresividad
radica esencialmente en la búsqueda constante del recurso armónico novedoso o
el efecto de síncopa sorpresivo, a través de muy cuidados trabajos de
elaboración, que realiza con prodigiosa minuciosidad.
Arreglador
con absoluto dominio de la técnica orquestal, ajusta su original inventiva
creadora a un esquema de paciente análisis, combinando nota por nota, acorde
por acorde, hasta conformar sus severas exigencias estéticas.
Como el arreglo es una de las cualidades musicales más notables de Salgán, dejo
que el mismo explique su técnica según una entrevista que le hicieron en el
Club del Tango. “El arreglo es similar a un recinto donde se produce el
eco y la obra tiene que resonar de la misma manera. Si yo entro y digo: "¡hola!",
el eco no me responde: "¡qué tal, como le va!", sino que dice lo
mismo que yo dije, pero de acuerdo con las características del recinto. Es
decir que en el arreglador interviene su cerebro, su herencia musical, su
entorno, todo lo que él es. El principal cuidado del arreglador es la fidelidad
a la obra. A veces nos encontramos con que esa fidelidad no existe cuando una
obra metódica se hace rítmica o viceversa. El arreglador tiene que tener una
idea muy clara del género musical que trata. Si bien cada género tiene una gran
amplitud de libertad expresiva, tiene también sus límites. La limitación del
arreglador es mantenerse dentro del género y del carácter de la obra, por
respeto al compositor. Muchas veces, el arreglo nada tiene que ver con el clima
de la letra y así vemos que mientras el texto trasunta tristeza, la música está
llena de alegría. Acompañar es dar marco, dar clima, dar apoyo.(...) Hay que
tener en cuenta que en el arreglo interviene la composición, porque hay que
agregar contracantos, cambiar armonías y hacer todo aquello que pueda mejorar
la obra."
Como compositor se destacan las
siguientes piezas: : “Del 1 al 5 (Días de pago)” (1944), “Don Agustín
Bardi” (1947), “Entre tango y tango” (1953), “Grillito”,
“La llamo silbando”, “Cortada de
San Ignacio” (milonga) y su obra cumbre: “A fuego lento”.
Entre los valses se encuentran: “A una mujer”, “En tu corazón” y “Motivo de
vals”. Sus composiciones se estudian hoy en Europa y
tienen muy buena aceptación en países de culturas tan diferentes como Japón y
Finlandia y las más destacadas orquestas de música clásica suelen incorporan en
sus repertorios piezas como “Don Agustín Bardi” y “A fuego lento”. Compositores
e intérpretes del calibre de Igor Stravinsky y Arturo Rubinstein han elogiado
la calidad de los arreglos de Salgán.
Hacer click aquí para escuchar A fuego lento
Hacer click aquí para escuchar A fuego lento
El Quinteto Real
Vida privada
De su vida privada se sabe muy
poco, porque es muy circunspecto y reservado. Es curioso que la única persona
que logró introducirse en el mundo del músico es Caroline Neal, una
estadounidense licenciada en Harvard en religiones y que estudió cine en la
Universidad de Nueva York. Enamorada del tango y de un contrabajista, hace 15
años que vive en Argentina. La música de Salgán fascinó a Caroline quién se
pasó varios años tratando de conocer su vida para filmar un documental. Con
paciencia y persuasión lo logró y en ese aspecto, la ayudó mucho su hijo César
y así se fue enterando de la vida poco convencional de Salgán quien a lo largo
de su existencia tuvo cinco esposas y un hijo con cada una que se llevan cinco
años de diferencia uno respecto del otro.
César le contó a Caroline que siendo
niño estaba en la cocina con su madre y en un momento apareció Salgán en la
televisión junto con De Lío tocando a Fuego lento, su madre que estaba
cocinando le señaló con la cuchilla la pantalla y le dijo: “El del piano es tu
padre”. Fue así como César lo conoció: en blanco y negro a través de la
pantalla del televisor.
Los años siguientes hubo
encuentros esporádicos, pero para César, su padre era un desconocido, hasta que
un día lo llamó su hermano Guillermo que era músico y con el cual estaba
estrechamente ligado. “Venite que estoy con papá”, le dijo. Pero César no fue y
pocas horas después Guillermo perdió la vida en un accidente automovilístico. Angustiado,
decidió visitar al padre. Después de golpear la puerta apareció la figura de
Salgán, quién aún ignoraba la tragedia de Quillermo y al verlo esbozó una
amplia sonrisa mientras le decía: “¿Qué hacés César? ¿Cómo andás? Vení, pasá”.
Hacía 18 años que no se veían, ni se hablaban.
A partir de entonces se entabló
una amistad de mutuo respeto y admiración, porque César también es un excelente
pianista. Sus reuniones abarcan solo la temática musical, no hay comentarios sobre
la vida privada del otro.
El 25 de mayo de 2010 en la fiesta
del Bicentenario, Salgán tocó con el Quinteto Real ante decenas de miles de
espectadores entusiastas. Fue su última aparición en público, ahora el conjunto
lo dirige César, el único acreditado a reemplazar al genial Salgán.
Caroline Neal, Horacio y César Salgán
José Luis Ferreira. Comunicación
personal.
Mariano
del Mazo. El abrazo partido. Página 12 suplemento RADAR, 27,09,2015.
Salgán: La
Supervivencia de un Artista en el Tiempo, Ed. Corregidor, 1992.
Salgán &
Salgán. Película estrenada en Noviembre 2015. Dirección Caroline Neal.
Tuve la satisfacciòn de ver y oir a Salgán en vivo hace unos cuantos años.
ResponderEliminar¡Muy buenas las anécdotas!
No conocia ese compositor, Ricardo. Muy linda su musica. Gracias por enviar.
ResponderEliminarAbrazos
Oswaldo
Salgán además de ser un grande musicalmente, tiene 99 años y está perfectamente lúcido. Forma parte del grupo de tangueros como Cadícamo, Mariano Mores y Nelly Omar que arrimaron a los 100 años. Todos ellos fueron gente de la noche, de vida poco convencional, fumadores activos o pasivos, ya que se pasaban horas en los cafés y reuniones con otros fumadores. Van en contra de la teoría de que hay que realizar actividad física regular, no fumar y tener hábitos de vida sana para llegar a una longevidad respetable.
EliminarAbrazo
Buenas noticias para mí, Ricardo. Tampoco yo tengo hábitos de vida sana, aunque dejé de fumar en 1970.
Eliminarmuy buena nota, Ricardo, la comparti,
ResponderEliminargracias!
Insólito: Macri haciéndose el peronista, cuando no hace mucho dijo que en su partido no había lugar para el peronismo.
ResponderEliminarSi la izquierda tuviera muchos votos, el procesado jefe de la Ciudad ya le habría hecho un monumento a Karl Marx.
Es el rey de los transformistas y de los oportunistas
Más que insólito o patético, repugnante, despreciable!
EliminarLo peor es que muchos lo verán como un gesto "democrático".
Hay muchos imbéciles en nuestro país.
¿QUE OTRA COSA SE PODRIA ESPERAR DEL "CARA DE PIEDRA DURAN-BARBA,",MAS QUE ESTE RIDICULO Y LAMENTABLE MONUMENTO AL "CINISMO"?EL Y EL OTRO PAYASO QUE SE QUEDA AL FRENTE DE ESTE "CIRCO"QUE SE VA A ENCARGAR DE CONTINUAR LA DESTRUCION DE NUESTRA QUERIDA CIUDAD?...PERO NO VAN A PODER CON NOSOTROS ,LOS DESCONOCIDOS LUCHADORES QUE AMAMOS EL PAIS Y ESTAMOS PRESENTES,AUNQUE QIERAN IGNORARNOS...MARIA M MERCEDES
EliminarMás que insólito o patético, repugnante, despreciable!
EliminarLo peor es que muchos lo verán como un gesto "democrático".
Hay muchos imbéciles en nuestro país.
Dice tantas mentiras que si fuera Pinocho, la nariz le crecería por metro.
ResponderEliminarDice tantas mentiras que si fuera Pinocho, la nariz le crecería por metro.
ResponderEliminarInsólito: Macri haciéndose el peronista, cuando no hace mucho dijo que en su partido no había lugar para el peronismo.
ResponderEliminarSi la izquierda tuviera muchos votos, el procesado jefe de la Ciudad ya le habría hecho un monumento a Karl Marx.
Es el rey de los transformistas y de los oportunistas
Muy buena nota Ricardo. Disiento con su comentario final que dice algo así como que desafiaron la teoría que hacer no actividad física y fumar hace mal. Solo agrego que esa hipótesis está corroborada y que haya excepciones no hace más que confirmar la regla. Nobleza (que no porto) obliga, trabajo en salud con ex fumadores, y realmente terminan muy mal. Hecho el comentario, aprovecho la oportunidad para saludarlo y decirle que disfruto su cultural blog o como se llame. Abrazo grande. Jorge
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