La Tosca de Victorien Sardou
En la
confección de muchas óperas suele haber historias interesantes y
jugosas anécdotas. Tal es el caso de Tosca
de Puccini, la primera obra lírica del siglo XX, ya que se estrenó en Italia el
14 de enero de 1900.
Todo comenzó cuando la gran actriz francesa Sara Bernhardt
presentó en Milán su inimitable versión de La
Tosca, obra teatral del dramaturgo naturalista Victorien Sardou. El término
naturalista indicaba que el argumento estaba basado en hechos reales o creíbles
y situados en tiempos modernos, alejados de los temas mitológicos, a los que
Wagner era tan afecto, o de episodios de la Roma y Grecia antigua.
Victorien Sardou (1831-1908)
Victorien Sardou se especializaba en tragedias pseudohistóricas, y
esta obra reflejaba los acontecimientos políticos y revolucionarios que
sucedieron en Italia a principios del siglo pasado, bajo las presiones y
acciones bélicas de las tropas de Napoleón Bonaparte y del espíritu
revolucionario francés, que propiciaron la aparición de dos repúblicas
liberales en Roma y Nápoles.
El revolucionario bonapartista Cavaradossi y la
cantante lírica Floria Tosca se aman apasionadamente. En sus vidas se entromete
el Jefe de la Policía de los Estados Vaticanos, barón Scarpia, quién anda
detrás de Cavaradossi a quién logra hacer prisionero.
Sin embargo, Scarpia promete liberar al joven si Tosca accede a
sus requerimientos amorosos. Este diálogo ocurre en la Jefatura de Policía y
cuando Scarpia se lanza lascivo sobre la diva, ésta le clava un puñal.
Constituye una de las escenas más dramáticas y perfectas de la historia de la
ópera. El salvoconducto que Scarpia había prometido a los amantes antes de ser
asesinado, era falso, Cavaradossi es fusilado y Tosca se arroja de las almenas
del castillo de Sant’ Angelo. Un drama intenso por donde se lo mire.
Sarah Bernhardt
Sarah Bernhardt (1844-1923)
Sardou había escrito esta obra para Sarah Bernhardt, la mejor
actriz de teatro del siglo XIX. La obra calzaba perfecto para la diva que se enfrentaba
a un personaje sensible a sus propias características de fuerte componente temperamental.
Pero además, la Bernhardt tenía enorme talento para interpretar los personajes
dramáticos. Su estilo se basaba en la naturalidad, desdeñando las
viejas normas del teatro francés donde los actores declamaban histriónicamente
y hacían gestos sobreactuados. Rompió con todo lo establecido profundizando en
la psicología de los personajes. Estudiaba cada gesto y cada entonación del
texto que expresaba buscando la perfección natural sin que se notara artificio alguno.
Puccini y Ricordi
Así
la vio aquél joven que respondía al generoso nombre de Giacomo
Antonio Domenico Michele Secondo Maria Puccini, quién asistió a la
presentación de la Tosca en Milán. Si bien no entendía francés, estaba
consustanciado con el argumento y quedó fascinado ante la representación de la
Bernhardt.
La obra de teatro encajaba perfectamente en el ideal de los
argumentos operísticos de Puccini donde el papel principal suele ser una mujer,
de fuerte personalidad y nobles propósitos.
El compositor se dirigió al editor Giulio Ricordi, quién por entonces,
solía tener el monopolio y derechos de autor de partituras musicales y libretos
teatrales. Le solicitó o más bien le imploró que gestionara ante Sardou la
autorización para llevar su obra al terreno de la ópera. En este aspecto no
había mayor inconveniente, ya que Sardou estaba también interesado en introducir
su obra en el terreno de la lírica. Pero había un problema, los derechos
musicales los había adquirido el barón Alberto Franchetti decidido a crear su
propia versión operística de Tosca.
La persuasión de
Illica
Puccini (1858-1924) con sus
dos libretistas Giuseppe Giacosa y Luigi Illica
Cuenta la
historia que Luigi lllica, el libretista de Puccini, se encargó de realizar la tarea psicológica para desanimar al barón, quién además, tenía mucho respeto
hacia Illica y por lo tanto consideraba seriamente sus opiniones. Podemos recrear
el siguiente diálogo:
Illica- Señor
barón, desaconsejo totalmente realizar una ópera con ese argumento-
Franchetti-
¿Por qué lo dice usted?
Illica-Al
público no le va a gustar señor barón, hay mucha violencia, un asesinato,
escenas de tortura y además la bajeza y traición de Scarpia.
Franchetti-
Pero la obra de teatro fue un éxito.
Illica- No
es lo mismo señor barón, la Bernhardt lo supo hacer sin caer en dramatismos
aparatosos, que en la ópera no podrán evitarse. Además la Iglesia condenará la
obra.
Franchetti-¿Por
qué la Iglesia la condenará?-
Illica- Se
muestra al jefe de la policía del Estado Pontificio como un individuo sin moral
y lujurioso. No olvide señor barón, que también figura la escena del suicidio,
elementos que molestan profundamente al Papado.
Seguramente,
el diálogo fue más prolongado y sabroso, y sobre todo convincente, ya que
Franchetti desistió de redactar la partitura.
Finalmente,
Tosca se estrenó ese 14 de enero de 1900 en el Teatro Costanzi de la ciudad de
Roma y fue desde el comienzo un éxito rotundo y una de las óperas que con más
frecuencia han subido a escena hasta el presente. Las sopranos más destacadas
no dudaron en incorporarla a su repertorio y mencionarlas sería tedioso porque
son muchas.
Escena del segundo acto donde Tosca asesina a Scarpia
La
ópera Tosca quedará marcada para la historia con el descubrimiento que produce
la violencia en un drama donde el poder llega al límite de lo aterrador, donde
se entrelazan el amor, la pasión y la muerte, en un contexto que caracterizó a
Italia, como un tiempo de terribles convulsiones políticas, de caos y del
asesinato del rey Humberto I que abrieron paso a una nueva estética en el campo
de la ópera: el verismo italiano.
Se pueden
destacar algunos aspectos interesantes: en Buenos Aires se representó a sólo
tres meses de su estreno en Italia, y antes que en la mayoría de las capitales
europeas.
Cada uno de
los tres actos de la ópera ocurre en lugares que actualmente existen y se
encuentran en el corazón de Roma. El acto primero, en la hermosa iglesia de
estilo barroco Santa Andrea della Valle, el segundo acto transcurre en el
lujoso Palazzo Farnese, actualmente ocupado por la Embajada de Francia. El
tercer acto acontece en la torre del castillo de Sant’Angelo, originariamente
erigido como sepulcro por el Emperador Adriano y posteriormente transformado en
fortaleza de los papas. Desde su torre se arrojó Tosca, con lo que termina el
tercer acto, así como la ópera y también este relato.
Iglesia Santa Andrea de la Valle (1er acto); Palazzo
Farnese (2do acto) y Castel Sant’Angelo (3er acto)
Jorge
Ernesto Engel. Tosca. Escuela de Artes del Teatro de la Universidad del
Salvador. http://www.isparm.edu.ar/bibliotecavirtual/investigacion/pdf/tosca.pdf
Hagase
la música.com. Tosca. http://www.hagaselamusica.com/clasica-y-opera/pera/tosca-de-giacomo-puccini/
La
influencia de la música europea sobre los argentinos. http://bardinmozarteumjujuy.blogspot.com.ar/
¡Tosca, mi ópera favorita!
ResponderEliminarMuy buena nota, informativa y concisa, como siempre.
Faltaría agregar, si se sabe, quien es la soprano retratada cuchillo en mano en el segundo acto.
Maria Jose Siri, uruguaya, en el Teatro Regio de Torino, enero 2012.
EliminarBuenísimo, no la podía encontrar
EliminarGracias
ESTIMADO Y RESPETADO RICARDO.
ResponderEliminarSUS ARTÍCULOS SON SUPERLATIVOS, DE AMPLIA TEMÁTICA Y CONSULTA BIBLIOGRÁFICA. EXCELENTES Y DEL MEJOR NIVEL. NOS SENTIMOS HONRADOS DE LLEVARLOS A NUESTRO BLOG EN HORARIO PREFERENCIAL. TRATAMOS DE NO MOLESTARLO CON AGRADECIMIENTOS REPETITIVOS. TODOS Y CADA UNO HAN SIDO PUBLICADOS CON UNA MUY IMPORTANTE CANTIDAD DE LECTORES-ADMIRADORES. UN ABRAZO, GRACIAS Y TODO NUESTRO RECONOCIMIENTO.
INDECQUETRABAJA
Muy agradecido por el comentario. El blog de ustedes también es excelente y muy activo y cumple una misión informativa crucial
Eliminarexcelente nota!
ResponderEliminarRecuerdo la impresión inolvidable que dejo Kiri Te Kanawa en su interpretación de Tosca aquí en el Met hace muchísimos años...
ResponderEliminarMuchas gracias por el recap
Maravilloso, me gusto muchisimo
ResponderEliminarHola Ricardo, me gustó el artículo, no sólo por la información que contiene sino porque personalmente me gusta Tosca, porque denuncia la opresión de la monarquía y de la iglesia y su persecución de los ideales libertarios de la Revolución Francesa.
ResponderEliminarParece que este año no habrá puesta de ésta ópera en nuestro Primer Coliseo.
ResponderEliminarPero la buena es que ocasión de la presentación del Barbero de Sevilla, de Gioachino Rossini, el próximo 29 de abril, el Jefe de Gobierno, Mauricio Macri, a propósito, se olvidó de mencionarlo como “el procesado”, éste hará una sencilla ceremonia para cambiarle el nombre a nuestro Primer Coliseo por el de “Teatro Tupac” para ponerse a tono con la onda contraria al otrora prestigioso genovés, ahora devenido en feroz genocida de los pueblos originarios. También sería que en sus charlas telefónicas con la señora, ésta hubo de convencerlo de tal cambio.
Bueno, parece que a la vista de lo expresado por el amigo Don Sebastián “Tortuga” Casanello, ya no podrá más mencionarlo como “el procesado”.
Pero, no desespere, le bato una que parece posta. Parece ser que el progenitor de su abominado Intendente, don Franco, descendería de un corrupto duque italiano, de Palermiti, Calabria, más precisamente, don Vito Sante Macrillo. A fin de erradicar semejante mácula hubo don Franco de recortar su apellido original por tan solo Macri.
Otra vez entró a joder el obsesivo innombrable.
ResponderEliminarLos antepasados de los Macri me ne fregan, lo malo es que ellos les hacen honor..
Las empresas de Grupo Macri tuvieron un rol y un crecimiento muy importante durante la dictadura cívico-religiosa-militar, cuando se vieron beneficiados por distintos negocios y condonaciones de deudas. El caso más resonante se registra en 1982, cuando Domingo Felipe Cavallo, a cargo del Banco Central de la Nación, estatizó la deuda privada de distintas empresas como Grupo Macri, Bridas, Gregorio Pérez Companc, Bulgheroni, Renault Argentina, Grupo Clarín, Diario La Nación, Papel Prensa, etc., pasando así a ser parte de la deuda externa argentina, ilegítima e ilegal, contraída durante otros gobiernos y que tiene que pagarla el actual.
Julito, amigo. Uds mucho piripipí pero ver los tonos del pibito Kichi el año pasado, bien patotero y ahora todo modosito “Sí Sr Brufau, le vamos a pagar todo lo que pide” me hace reír mucho. Pero, bué… Seguí participando…
EliminarQué derroche de belleza su prosa, Julito. Hermosa redacción! Se percibe su enjundiosa versación en tantos intrincados temas! Cuanta alegría se siente al pasar la vista por sus bellos textos para aprehender el prístino mensaje!! Enorme satisfacción…
EliminarJO, JO, JO, la palabra versación no existe en el diccionario de la RAE. Se quiso hacer el exquisito, pero no le da la materia gris
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