sábado, 29 de marzo de 2014

EL GRAN CÁTULO



El anarquista y su hijo
El hombre, un joven que frisaba los veinte años ingresó con paso firme a la oficina del Registro Civil. Traía en sus brazos un bebé de varios meses para incorporarlo legalmente al mundo. Después del saludo formal, el empleado tomó el libro de registros, mojó la pluma en el tintero y se dispuso a registrar al nuevo ciudadano.
-¿Qué nombre tendrá la criatura?-
-Descanso Dominical González Castillo- sentenció orgulloso el padre.
El empleado se negó a inscribirlo aduciendo que ese apelativo era imposible de ser registrado. Se generó una discusión violenta y si las cosas no pasaron a mayores, fue porque quienes acompañaron al padre, lo convencieron para que finalmente aquél vástago figurara como Ovidio Cátulo Castillo.

A esta altura, el lector se puede imaginar que el padre de quién sería un prólífico autor de letras y partituras de tango era, como ocurrió con los padres de Manzi y de los hermanos Expósito, un libertario, un anarquista lleno de ideales. Recientemente, se había promulgado la ley de no trabajar los domingos y es por eso que José González Castillo pretendió que su hijo se llamara “Descanso Dominical”.

José González Castillo (1885-1937)

              
Cuando nació, su padre en un lirismo de ritual anarquista lo expuso desnudo bajo la lluvia exclamando: “¡Hijo mío, que las aguas del cielo te bendigan!”. Como era el 6 de agosto de 1906 y el frío calaba, el pobre Cátulo casi muere de una pulmonía. Hubo que esperar tres meses hasta que se repuso y pudieron llevarlo al Registro Civil. De bautismo ni hablar, como era activo anarquista, José González Castillo también era ateo, había raptado de la casa a la que fuera su esposa y madre de Cátulo con la cual vivió sin estar nunca registrados como esposos.

Los Castillo: una asociación prolífica
Cátulo y su padre eran muy unidos y éste le transmitió al hijo el interés por la poesía y la música, porque José fue un conocido dramaturgo, libretista de cine, director de teatro y autor de varias piezas de tango varias de ellas pergeñadas junto con su hijo.
En 1910, toda la familia escapó exilada a Chile donde Cátulo quién tenía 5 años conoció el océano Pacífico en la ciudad de Valparaíso. Regresaron ocho años después y el padre tuvo la satisfacción de asistir al estreno en el teatro El Nacional de su sainete “La Serenata”. Por la casa de Boedo donde vivían recalaron personajes como Evaristo Carriego, el payador Betinoti y nada menos que el gran Ruben Darío. Un día se le apareció Homero Manzi, entonces de pantalones cortos, quién le pidió a Cátulo que le pusiera música a un tango que había compuesto y que después se llamó Viejo ciego.

                        Cátulo Castillo (1906-1975)

En 1928, Cátulo tenía 23 años y era un eminente músico que se había formado en el Conservatorio de Buenos Aires. Fue ese año que hizo la música de Organito de la Tarde y su padre lo acompañó con la letra. Esa asociación produjo varios de los mejores tangos de los Castillo y constituye un caso único de comunión creadora entre padre e hijo en la historia del género. En París conoció a Gardel quién le grabó Acuarelita de arrabal, Aquella cantina de la ribera, Caminito del taller, Corazón de papel, Juguete de placer, La violeta y Silbando 
.
Regresó a Europa en la década del treinta, e ingresó como profesor del Conservatorio Municipal de Música, pese al desdén manifestado por otros profesores, incluyendo al propio director Enrique Fantoni. “¡Cómo un tanguero va a dictar clases de solfeo!”. Sin embargo, con el tiempo y siempre a través de concursos, llegó al cargo de Vicedirector y finalmente, en la década del 50, fue nombrado Director del Conservatorio y con ese cargo se jubiló.

Cátulo Castillo escribió la letra o la partitura de más de 30 piezas, a través de ellas recorrió los temas que siempre obsesionaron al tango: la dolorosa nostalgia por lo perdido, los sufrimientos del amor y la degradación de la vida. No tuvo en cambio espacio para el humor ni para el trazo despreocupado, y tampoco para el énfasis rítmico de la milonga.
                        Con Aníbal Troilo

Tinta Roja es un ejemplo de la nostalgia del barrio que ya no es aquél que el malevo había conocido en su juventud. Lo compuso con música de Sebastián Piana.
¿Dónde estará mi arrabal?
¿Quién se robó mi niñez?
¿En qué rincón, luna mía,
volcás como entonces
tu clara alegría?
Veredas que yo pisé,
malevos que ya no son,
bajo tu cielo de raso
trasnocha un pedazo
de mi corazón.
Hacer click aquí paraescucharlo cantado por el Polaco Goyeneche

             Con Juan Domingo Perón en 1953


La profecía
En cierta oportunidad, coincidió la actuación de Cátulo, con un espectáculo donde un vidente, a cambio de una módica contribución metálica, predecía el futuro, tarot y lectura de manos. Un poco en serio y mucho en broma, Cátulo se prestó a la consulta, tal vez con la idea de tener un tema para una letra de tango. Cuando estuvo ante el adivino, se sintió inquieto. Y a poco de comenzar, el malestar parecía contagiar al augur. Éste sorbió agua de una copa y tratando de recuperarse, comenzó a armar un rosario de acontecimientos futuros sin demasiada consistencia que alarmó más a Cátulo. Luego de un gran rodeo, le dio la peor certeza, había visualizado la fecha de su muerte.

Conmocionado, volvió a su hogar y luego de un corto tiempo, confesó a los suyos la terrible novedad. Llegaron las palabras de descrédito para esos vaticinios, tratando de contrarrestar la preocupación de Cátulo. Se apeló a la incredulidad con que debían tomarse tales brujerías.

Un día le encargó a un joyero una gruesa cadena con un medallón donde le hizo grabar la fecha pronosticada. Pasó el tiempo, las actividades de todos parecieron olvidar el hecho. Él continuó con su creación tanguera, con esa amenaza que cada tanto lo ensombrecía. En la víspera de la fecha prevista, trató de mantener la calma para no alarmar a sus seres queridos. A la mañana siguiente se levantó muy temprano y antes ir al baño, fue a revisar el almanaque de la cocina. El día había llegado, ¡pero él seguía vivo! Alegre despertó a toda la familia, que participó de su alborozo. 

Cátulo, salió a caminar, como todas las mañanas, nunca la primavera le pareció tan linda, el sol iluminaba más que nunca el verde de las plazas y el azul límpido del cielo estaba ligeramente surcado por delgadas nubes.

Se sentía liberado, liviano de esa mochila que soportaba desde hacía tanto tiempo y continuó aspirando el aire fresco y primaveral. Ese mediodía, el almuerzo fue un festejo general, un agradecimiento al equívoco, un alivio que recorría todos los rincones de la casa, luego vino la siesta reparadora. A media tarde, su mujer fue a despertarlo con un mate. Cátulo yacía con la frialdad y rigidez de los muertos. Sobre su pecho la pesada cadena con la medalla que tenía tallada la fecha de ese día “19 de octubre de 1975”.

Fuentes:
Julio Nudler. Cátulo Castillo. Todo tango. http://www.todotango.com/spanish/creadores/ccastillo.html

Julio Ardiles Gray. Entrevistas. Cátulo Castillo cuenta aspectos de su vida.
http://www.todotango.com/spanish/biblioteca/CRONICAS/entrevista_catulo.asp


La profecía. Programa de Silvio Soldán sobre Cátulo Castillo relatado por su hijo. http://tinus.escribirte.com.ar/1624/catulo-castillo---la-profecia.htm

domingo, 23 de marzo de 2014

BOLLYWOOD


                                   
                                                     Poster de película

India es el país de mayores contrastes y el más polifacético del planeta por la multiplicidad de sus etnias, castas, religiones, idiomas y costumbres. Es diferente y fascinante en relación con el resto de las naciones y la industria cinematográfica no escapa a esta regla. En este país milenario, el cine también tiene un origen muy antiguo. Nació cuando en 1896, Maurice Sestier, representante de los hermanos Lumiere, presentó en Bombay las primeras proyecciones y desde entonces no dejó de crecer. El nombre de Bollywood con que se designa a la industria del séptimo arte en India es por la B de Bombay, donde nació y se desarrolló el cine, pero además de Bombay, hay muchas otras ciudades que compiten en producción cinematográfica. En conjunto superan en producción a Hollywood y a China y por lo tanto al resto del mundo.

                        Actriz Sonakshi Sinha

Empecemos diciendo que en India el cine es totalmente localista. Para las películas extranjeras sólo queda un margen del 8% comparable con Estados Unidos cuyos espectadores también viven inmersos en su propia burbuja. Muy atrás corre la Unión Europea, que invadida por el cine yankee, redujo a un 27% su producción, pese a que en el Viejo Continente conviven 28 estados y todos tienen buenos directores y excelente calidad de producción.

Sucede que India restringe el ingreso de películas extranjeras y además a la población le interesa menos la temática occidental que la local, nutrida en la historia, la mitología, las danzas y las artes tradicionales. Todo esto matizado con relaciones amorosas, conflictivas, como el Romeo que pertenece a una casta y la Julieta que forma parte de otra y deben enfrentar a sus respectivas familias que se oponen a la unión de los enamorados. Esta veta temática es una de las favoritas de los espectadores.

Cada película es vivida por el público pasionalmente y la gente se sumerge con deleite en esas ficciones que plagian sin escrúpulos el caudal mitológico y legendario de la literatura hindú. Como India es la antítesis de la uniformidad, muchos espectadores de una zona del país desconocen las costumbres de otra región con etnia, lenguaje, creencias y códigos distintos, y esto les resulta fascinante. Es raro que una película no incluya en su argumento uno o varias escenas de danzas clásicas o de estilo Bollywood, en ambos casos son sensuales, artísticas y con abundante coreografía. Es evidente que artistas occidentales como Shakira, Madonna y Michael Jackson, abrevaron en las fuentes de la danza hindú. Ver danza 

                         Escena de danza

El turista de occidente, acostumbrado a la penumbra y al silencio religioso de la sala de su país, se llevará una enorme sorpresa si pretende ver una película en India, una experiencia atrapante de la que no debería privarse. En primer lugar, cualquier sala de pueblo o ciudad de la India no baja de mil butacas y alrededor de veinte mil salas de proyección están diseminadas por todo el país. Si el turista ingresó a tiempo conseguirá una localidad, de lo contrario y con un poco de suerte, se sentará en alguna silla adicional en la última fila de un salón totalmente abarrotado. Algunos bebés lloran, varias madres amamantan a otros, en varias partes hay familias que llevan alimentos y hacen un picnic como si estuvieran en un parque. Ruidos murmullos, movimientos y desplazamientos incesantes, configuran una sensación de vida intensa y de comunión general.

              Actores top: Aishwarya Rai y Nilish Bhardway

Las exclamaciones de aprobación y los insultos según la aparición del héroe o el malvado, son constantes. Hay emoción y fervor durante los números de canto y danza, acompañados por un público en trance que interpela, felicita o reprende a los actores. Olivier Bossé, profesor del Instituto Nacional de las Lenguas y Civilizaciones Orientales de París, señala que los hindúes no van al cine para vincularse con la realidad, van como se va a un ritual, para comunicarse con lo divino. En Occidente, el cine popular es entretenimiento puro, mientras que en India no puede disociarse de lo religioso.

La industria cinematográfica local es tan lucrativa que las grandes compañías norteamericanas como 20th Century Fox, Sony Pictures, Walt Disney Pictures y Warner Bross pusieron grandes plantas en el país para producir películas con actores, directores, plantel técnico y por sobre todo, con temática local. Además, existen en el extranjero varios millones de hindúes diseminados por todo el planeta, especialmente Europa y Estados Unidos, que adquieren los DVD de las películas de su país lo cual representa el 12% de los ingresos de la industria cinematográfica de India.

                  Una de las 1000 salas Multiplex

Algunas producciones están habladas en un solo idioma donde el Hindi es el más común, pero en general están traducidas a varias lenguas que en la India son cerca de veinte. Desde 2010 viene creciendo el entusiasmo por las proyecciones en 3D y actualmente hay más de 1000 salas multiplex.

La industria en números
  • producción anual: entre 1000 y 2000 películas;
  • rentabilidad: dos mil millones de dólares anuales;
  • entradas vendidas anualmente: tres mil millones (más que Estados Unidos, Europa y Canadá juntos);
  • salas cinematográficas: aproximadamente veinte mil.
  • Precio de una localidad: entre 2 y 4 dólares según el lugar y el tiempo desde el estreno.
Profundamente inmerso en la cultura india, el cine cumple una función social mayor. Las producciones locales no se limitan a ser un entretenimiento, ver una película es una peregrinación donde la sociedad entra en escena y donde todos son iguales sin diferencia de casta o de estatus económico, absortos ante las imágenes que se suceden en la pantalla. Además de visitar templos, presenciar ritos y ceremonias religiosas, incursionar en los mercados y recorrer las calles de las grandes ciudades, el turista tiene también la opción de ingresar en una sala cinematográfica y de seguro que no se arrepentirá.

Bibliografía
Elisabet Lequeret. En el espejo de Bollywood. India, Le Monde Diplomatique, 18/04/2013.



Amit Chaudhuri. How I learned to love Bollywood. The Guardian 25/07/2013.

lunes, 17 de marzo de 2014

PEARL HARBOR, LA HISTORIA NO OFICIAL

Dos instantes de felicidad para Churchill
Para Winston Churchill, el año 1941 le brindó dos gratos momentos dentro de la soledad en que se encontraba Inglaterra bajo el bombardeo feroz de la aviación nazi. El primero, fue cuando el 21 de junio recibió la noticia de que 3 cuerpos de ejército alemanes habían invadido territorio ruso, un error de Hitler descomunal que le produciría el peor desgaste de toda la guerra.

El segundo momento de alegría ocurrió cuando el obeso canciller se hallaba en su casa de campo el 7 de diciembre. Era domingo y para Churchill ese día de la semana era sagrado aunque cayeran bombas sobre Londres. Había terminado de cenar junto con sus dos invitados, el embajador norteamericano y un asesor del presidente Roosevelt, cuando se le ocurrió prender la radio. Entonces se enteró de que Japón había bombardeado Pearl Harbor, la base aeronaval más importante del Pacífico.

Aviones japoneses listos para despegar desde los portaaviones en dos oleadas de ataque sobre Pearl Harbour

Churchill se comunicó inmediatamente con el presidente norteamericano quién le confirmó la noticia y le dijo una frase que para él era la caricia que tanto tiempo había esperado: “Ahora ya estamos en el mismo barco”. Por primera vez en meses, esa noche durmió pacíficamente después de pensar que Inglaterra, aunque destrozada y mutilada saldría victoriosa. Con la invasión a la Unión Soviética y con el ingreso de Estados Unidos a la guerra, el destino de Hitler estaba sellado, las campanas empezaron a doblar a muerto para el mesiánico dictador alemán.

Momento en que Roosevelt anuncia la declaración de guerra al Japón.


El plan de Roosevelt
Roosevelt estaba ansioso por entrar en la guerra, detestaba a Hitler que se había apoderado de casi toda Europa y experimentaba un horror instintivo ante la dictadura nazi. Ansiaba con todas sus fuerzas entrar en el conflicto y socorrer a Inglaterra, pero el drama era que lo deseaba en completa soledad. Nadie en Estados Unidos, tenía el menor interés de meterse nuevamente en un conflicto europeo. Roosevelt buscó un vericueto, un atajo para que su país se involucrara en la guerra y ese atajo fue Japón.

Esta nación había firmado un Pacto Tripartito con Alemania e Italia, donde se establecía que si alguno de los tres era atacado por otra potencia, los otros dos acudirían en su ayuda. Por lo tanto, al provocar a Japón, Roosevelt estaba desafiando a Alemania y a su socia Italia.

¿Cuál era por entonces la situación del país del sol naciente? Japón con malas artes, como corresponde a toda nación con pretensiones imperiales, se había transformado en una potencia colonialista que amenazaba a los Estados Unidos por el control del Pacífico. Con una sucesión de guerras victoriosas se fue apoderando en forma escalonada de gran parte de China, la Manchuria y una gran extensión de la costa este, que incluía puertos tan importantes como el de Cantón. También habían pasado a formar parte del imperio japonés las actuales dos Coreas, la isla de Taiwan y la zona de Tongking al norte de la Indochina Francesa. Todo este territorio, ahora sometido a un colonialismo servil, era cinco veces más grande que el propio Japón.

Un ultimátum premeditado
En 1941 la diplomacia de Tokio estaba tratando de negociar con Washington para que los Estados Unidos liberaran los fondos japoneses congelados y autorizaran a las Indias orientales a comerciar con Japón que necesitaba desesperadamente de materias primas, especialmente petróleo. En compensación se retiraría de Indochina. 

El gobierno de Roosevelt estuvo de acuerdo, pero además le exigió el retiro completo de China, de Taiwan y de comprometerse a no invadir Filipinas, las Indias orientales y Tailandia. Como si esto fuera poco agregó como fruta del postre que rompiera con el Pacto Tripartito.

Se trataba de un ultimátum, que ponía a Japón entre la espada y la pared y Roosevelt lo sabía a tal punto que advirtió a los jefes de Ejército y Marina que “habiendo fracasado las discusiones políticas, ahora la palabra la tenían las fuerzas militares”. Diez días antes de que los japoneses atacaran Pearl Harbor, Roosevelt se comunicó con Churchill y le dijo que se había dado un gran paso hacia la entrada de Estados Unidos en la guerra.

El presidente norteamericano había estirado la cuerda a un punto en el cual no había retorno, había generado las condiciones para que Japón diera un zarpazo en alguna parte de la capacidad bélica de Estados Unidos, se necesitaba un cebo que se llamaría Pearl Harbor. Debería ser un ataque de tal magnitud para que el pueblo norteamericano reaccionara en forma monolítica al grito de “yellow bastards”. El operativo fue sin previa declaración de guerra, que era lo que más deseaba Roosevelt, para convertir la acción en un acto de cobardía.

                      Ataque a Pearl Harbour

Evidencias de que Pearl Harbor fue un cebo
El servicio de inteligencia de Estados Unidos había decodificado el sistema secreto de comunicación japonés, de tal manera que podían leer los mensajes cifrados que emitía Tokio como si fuera un libro abierto. Era imposible, por lo tanto, que no hubieran registrado la enorme cantidad de mensajes que circularon en los altos mandos japoneses, incluyendo los informes emitidos por espías de ese país, quienes bajo la cobertura de diplomáticos se habían instalado desde hacía meses en Hawaii. Uno de ellos había hecho un relevamiento detallado de las instalaciones y unidades navales y aéreas asentadas en Pearl Harbor con precisión absoluta.

Quién más investigó el tema fue el contraalmirante Theobald que volcó toda su información en un libro, ignorado por los sucesivos gobiernos que pasaron por la Casa Blanca. Entre otras cosas, Theobald señaló que todas las bases de Estados Unidos ubicadas en distintas partes del planeta fueron avisadas de un inminente ataque japonés, todas menos Pearl Harbor que era el blanco inequívoco por su posición estratégica en el medio del Pacífico. Otra señal sugestiva, fue que los tres portaaviones, las unidades navales más importantes, salieron de la rada de Pearl Harbor unos días antes del ataque como para preservarlas de la inminente destrucción.
Almirante Isoroku Yamamoto. Fue el artífice del plan Pearl Harbour y designado por el alto mando japonés para comandar la flota que atacó la base norteamericana. El 13 de abril de 1943, el avión en que viajaba fue derribado por cazas norteamericanos. El servicio de inteligencia de Estados Unidos había descifrado el código de comunicación japonés y le preparó una emboscada.

Si bien por entonces no existía información satelital, resulta absurdo que una flota enemiga de casi 20 naves compuesta por portaaviones, cruceros, acorazados y buques tanques, recorriera durante días, los más de 6000 kilómetros que median entre la costa del Japón y Hawai, sin ser advertida.
En la madrugada del 7 de diciembre de 1941, 350 aviones japoneses se lanzaron sobre Pearl Harbor y como el factor sorpresa fue total, el daño fue devastador. Japón tuvo el control total del Pacífico que le permitió invadir todas las islas, exceptuando Nueva Zelanda y el continente de Australia. Sin embargo, el enorme poderío industrial de Estados Unidos, hizo que tan solo seis meses más tarde con las batallas navales de Midway y del Mar de Coral se revirtiera la situación. A partir de entonces, Japón se encaminó hacia una lenta e implacable derrota.
El plan de Roosevelt se había cumplido a la perfección. Resulta inverosímil que la masacre de Pearl Harbor fuera preparada por un jefe de Estado. Pero, ya lo dijo Pascal, “la verdad quizás no sea verosímil”.

Rendición del Japón ante los aliados a bordo del acorazado Missouri

Alain Decaux. La Historia Secreta de la historia, volumen 3. Editorial Atlántida, Buenos Aires 1990.

Pearl Harbour. History. http://www.history.com/topics/world-war-ii/pearl-harbor#


Biografía y vidas. Isoroku Yamamoto. http://www.biografiasyvidas.com/biografia/y/yamamoto.htm

Segunda Guerra Mundial. Pearl Harbor y la ofensiva japonesa. Tomo 8, Editorial Planeta, Buenos Aires 2009.

martes, 11 de marzo de 2014

UN CÓDIGO MANOSEADO

En 2012, por decreto del Poder Ejecutivo se creó una comisión para la integración y actualización del Código Penal (CP). En la misma trabajaron durante un año y medio Raúl Zaffaroni, ministro de la Corte Suprema de Justicia y jurisconsulto de prestigio internacional; Leon Arslanian, quién fuera ex juez del juicio a las Juntas; el jurista y ex presidente del bloque radical Ricardo Gil Lavedra; el diputado Federico Pinedo y la ex diputada María Elena Barbagelata. Participaron universidades y diversas instituciones.



La Argentina no tenía un CP, el promulgado hace casi un siglo con el agregado de 900 reformas a lo largo del tiempo, se transformó en un mamarracho lleno de emparches, donde se agregaron en los últimos años, los disparates del falso ingeniero Juan Carlos Blumberg, quien a pesar de su fugaz notoriedad mediática, se las ingenió para incluir cambios estrafalarios y vergonzosos. Dentro del texto del CP original había temas tan absurdos como el de considerar que no podía existir violación dentro del matrimonio o que encubrir el robo de una vaca tenía más pena que el de un homicidio.

Sergio Massa, quien responde a la agrupación política Clarín, salió al frente con los botines de punta en contra de la reforma del CP. El monopolio mediático, inmediatamente lo respaldó y el canal TN empezó a referirse al “código kirchnerista”, cuando en realidad la comisión que lo redacta es multipartidaria.

El candidato del FP es huérfano de luces, lo vimos el día en que la presidenta Cristina en su discurso anual inauguró las sesiones. Se la pasó masticando chicle con gesto grosero y con mirada bovina que sugiere que no hay mucha materia gris dentro de ese cráneo. Debido a sus limitaciones se maneja siempre con slogans, uno de ellos, que es una de sus letanías favoritas, se refiere a la “necesidad de dialogar”, en abierta contradicción con su reciente actitud de no discutir el Código e impedir todo tipo de reforma.

La reacción de Massa es una operación política oportunista para conservar protagonismo, para ello utiliza como frase destacada que los cambios sugeridos atentan contra la seguridad de los ciudadanos, sabiendo que es un tema sensible a la población y lo explota a su manera. Sus argumentos están cargados de falacias y son fácilmente rebatibles.

Propugna un plebiscito para establecer el grado de interés en la reforma del CP, lo cual es inconstitucional de acuerdo al artículo 39 que prohíbe expresamente la presentación de iniciativas populares en materia penal. Se trata de un vacío de conocimiento grave en alguien que ostenta el título de abogado.

Massa habla de delitos excarcelables cuando el CP no es el que define ese aspecto, sino los códigos procesales de cada jurisdicción y los jueces. El intendente de Tigre omite mencionar que si el preso se fuga, el castigo se vuelve más estricto.

Es afecto a las frases impactantes, independientemente de que tengan o no fundamento y lanza la alarmante declaración de que si se aprueba el nuevo CP, 17 mil delincuentes que están presos podrían ser liberados. ¿De qué registro o fichero obtuvo esa cifra y cuál es su conocimiento de los delitos de cada uno de los 60 mil individuos que integran la población penitenciaria?

El flamante diputado del FP, dice que bajarían las penas de 146 delitos, cuando en realidad se reducen en 116, surgen 85 tipos penales nuevos, se despenalizan 17 conductas y se aumentan las penas de 159 delitos.

Señala Massa que la reforma bajaría la pena a los torturadores y parece ignorar que la tortura es imprescriptible de acuerdo con el derecho internacional. En el nuevo código, por el contrario se agrega un dato novedoso: se castiga al funcionario que no actúa para evitar la tortura (tortura por omisión con 5 a 15 años).

Con aire compungido se lamenta por la gente del campo a la que, según él, le roban maquinaria agrícola y está bien que lo diga, pero nada dice del trabajo esclavo, ni los miles de peones informales, víctimas de la evasión impositiva. No es cuestión de incomodar a los terratenientes, que forman parte de su base electoral.

Vale la pena leer las razones técnicas, demoledoras, con que el juez Zaffaroni contesta, uno por uno, todos los cuestionamientos insolentes que el alcalde de Tigre, algunos radicales, Eduardo Duhalde y las cohortes mediáticas desplegaron sobre el tema. Un diario llegó a mencionar que hasta Tinelli se opone a la reforma del Código, como si el rey de la farándula estuviera diplomado en jurisprudencia para que su opinión sea valorada.

      Raúl Zaffaroni exponiendo sobre la reforma del CP en la Biblioteca Nacional

Personalmente, creo que la reforma del CP es imprescindible, aunque debería aumentarse la pena al reincidente y en los casos de violación agravada. Respecto a la reincidencia, se propone anular la libertad condicional, aspecto que Massa, en su información distorsionada se cuida de omitir. Por lo que veo, el tema del aborto irrestricto, va a quedar en el congelador. Es que hay un fuerte lobby con olor a incienso, que emana del Vaticano, donde la mujer es un personaje menor.

En resumen, Massa ha soltado al ruedo una bolsa de mentiras y distorsiones sobre los nuevos aspectos del CP. Es lamentable la actitud de algunos miembros de otros partidos, que habiendo estado a favor de la reforma, ahora se oponen o miran para otro lado, alimentando con más agua el molino de Massa. La única explicación para este comportamiento suicida, es la dramática mediocridad de muchos políticos que integran ese deshilachado abanico llamado oposición.

Finalmente, hay un aspecto que la ciudadanía no debe olvidar: Massa tiene un estigma bochornoso que pinta de cuerpo entero su relativismo moral. Cuando era jefe de Gabinete se presentó ante la embajadora de Estados Unidos para desacreditar al gobierno del cual él formaba parte. Ese comportamiento, aquí y en cualquier lugar del mundo, se llama traición y carece de antecedentes en la historia política de la Argentina.

Sergio Massa con la embajadora de Estados Unidos en la Argentina, en la quinta de su amigo del Opus Dei, Jorge O’Reilly. Ya no estaba en el gobierno, pero siguió denostando a los Kirchner. Profético sentenció que Cristina tenía 0 chances de reelección


Pablo Méndez Shiff. Doce respuestas a las inconsistencias de Sergio Massa sobre el Código Penal. Tiempo Argentino, 09/03/2014.

Martín Granovsky. Por obtener votos a cualquier precio tratan de arriar a la gente como ganado. Página 12, 09/03/2014.
Irina Hauser. Lo que dicen y lo que en verdad dice. Página 12, 09/03/2014.
Mario Wainfeld. Definición por penales. Página 12, 09/03/2014.
Eduardo Aliverti. Volvieron los ornitorrincos. Página 12, 10/03/2014.

Santiago O’Donell. Argenleaks. Editorial Sudamericana, Buenos Aires 2011.

miércoles, 5 de marzo de 2014

TOSCA

La Tosca de Victorien Sardou
En la confección de muchas óperas suele haber historias interesantes y jugosas anécdotas. Tal es el caso de Tosca de Puccini, la primera obra lírica del siglo XX, ya que se estrenó en Italia el 14 de enero de 1900. 

Todo comenzó cuando la gran actriz francesa Sara Bernhardt presentó en Milán su inimitable versión de La Tosca, obra teatral del dramaturgo naturalista Victorien Sardou. El término naturalista indicaba que el argumento estaba basado en hechos reales o creíbles y situados en tiempos modernos, alejados de los temas mitológicos, a los que Wagner era tan afecto, o de episodios de la Roma y Grecia antigua.



                     Victorien Sardou (1831-1908)

Victorien Sardou se especializaba en tragedias pseudohistóricas, y esta obra reflejaba los acontecimientos políticos y revolucionarios que sucedieron en Italia a principios del siglo pasado, bajo las presiones y acciones bélicas de las tropas de Napoleón Bonaparte y del espíritu revolucionario francés, que propiciaron la aparición de dos repúblicas liberales en Roma y Nápoles. 

El revolucionario bonapartista Cavaradossi y la cantante lírica Floria Tosca se aman apasionadamente. En sus vidas se entromete el Jefe de la Policía de los Estados Vaticanos, barón Scarpia, quién anda detrás de Cavaradossi a quién logra hacer prisionero.

Sin embargo, Scarpia promete liberar al joven si Tosca accede a sus requerimientos amorosos. Este diálogo ocurre en la Jefatura de Policía y cuando Scarpia se lanza lascivo sobre la diva, ésta le clava un puñal. Constituye una de las escenas más dramáticas y perfectas de la historia de la ópera. El salvoconducto que Scarpia había prometido a los amantes antes de ser asesinado, era falso, Cavaradossi es fusilado y Tosca se arroja de las almenas del castillo de Sant’ Angelo. Un drama intenso por donde se lo mire.

Sarah Bernhardt



                 Sarah Bernhardt (1844-1923)

Sardou había escrito esta obra para Sarah Bernhardt, la mejor actriz de teatro del siglo XIX. La obra calzaba perfecto para la diva que se enfrentaba a un personaje sensible a sus propias características de fuerte componente temperamental. Pero además, la Bernhardt tenía enorme talento para interpretar los personajes dramáticos. Su estilo se basaba en la naturalidad, desdeñando las viejas normas del teatro francés donde los actores declamaban histriónicamente y hacían gestos sobreactuados. Rompió con todo lo establecido profundizando en la psicología de los personajes. Estudiaba cada gesto y cada entonación del texto que expresaba buscando la perfección natural sin que se notara artificio alguno.

Puccini y Ricordi
Así la vio aquél joven que respondía al generoso nombre de Giacomo Antonio Domenico Michele Secondo Maria Puccini, quién asistió a la presentación de la Tosca en Milán. Si bien no entendía francés, estaba consustanciado con el argumento y quedó fascinado ante la representación de la Bernhardt.

La obra de teatro encajaba perfectamente en el ideal de los argumentos operísticos de Puccini donde el papel principal suele ser una mujer, de fuerte personalidad y nobles propósitos.

El compositor se dirigió al editor Giulio Ricordi, quién por entonces, solía tener el monopolio y derechos de autor de partituras musicales y libretos teatrales. Le solicitó o más bien le imploró que gestionara ante Sardou la autorización para llevar su obra al terreno de la ópera. En este aspecto no había mayor inconveniente, ya que Sardou estaba también interesado en introducir su obra en el terreno de la lírica. Pero había un problema, los derechos musicales los había adquirido el barón Alberto Franchetti decidido a crear su propia versión operística de Tosca.

La persuasión de Illica

                  Puccini (1858-1924) con sus dos libretistas Giuseppe Giacosa y Luigi Illica

Cuenta la historia que Luigi lllica, el libretista de Puccini, se encargó de realizar la tarea psicológica para desanimar al barón, quién además, tenía mucho respeto hacia Illica y por lo tanto consideraba seriamente sus opiniones. Podemos recrear el siguiente diálogo:
Illica- Señor barón, desaconsejo totalmente realizar una ópera con ese argumento-
Franchetti- ¿Por qué lo dice usted?
Illica-Al público no le va a gustar señor barón, hay mucha violencia, un asesinato, escenas de tortura y además la bajeza y traición de Scarpia.
Franchetti- Pero la obra de teatro fue un éxito.
Illica- No es lo mismo señor barón, la Bernhardt lo supo hacer sin caer en dramatismos aparatosos, que en la ópera no podrán evitarse. Además la Iglesia condenará la obra.
Franchetti-¿Por qué la Iglesia la condenará?-
Illica- Se muestra al jefe de la policía del Estado Pontificio como un individuo sin moral y lujurioso. No olvide señor barón, que también figura la escena del suicidio, elementos que molestan profundamente al Papado.

Seguramente, el diálogo fue más prolongado y sabroso, y sobre todo convincente, ya que Franchetti desistió de redactar la partitura.

Finalmente, Tosca se estrenó ese 14 de enero de 1900 en el Teatro Costanzi de la ciudad de Roma y fue desde el comienzo un éxito rotundo y una de las óperas que con más frecuencia han subido a escena hasta el presente. Las sopranos más destacadas no dudaron en incorporarla a su repertorio y mencionarlas sería tedioso porque son muchas.

                                Escena del segundo acto donde Tosca asesina a Scarpia

La ópera Tosca quedará marcada para la historia con el descubrimiento que produce la violencia en un drama donde el poder llega al límite de lo aterrador, donde se entrelazan el amor, la pasión y la muerte, en un contexto que caracterizó a Italia, como un tiempo de terribles convulsiones políticas, de caos y del asesinato del rey Humberto I que abrieron paso a una nueva estética en el campo de la ópera: el verismo italiano.

Se pueden destacar algunos aspectos interesantes: en Buenos Aires se representó a sólo tres meses de su estreno en Italia, y antes que en la mayoría de las capitales europeas.

Cada uno de los tres actos de la ópera ocurre en lugares que actualmente existen y se encuentran en el corazón de Roma. El acto primero, en la hermosa iglesia de estilo barroco Santa Andrea della Valle, el segundo acto transcurre en el lujoso Palazzo Farnese, actualmente ocupado por la Embajada de Francia. El tercer acto acontece en la torre del castillo de Sant’Angelo, originariamente erigido como sepulcro por el Emperador Adriano y posteriormente transformado en fortaleza de los papas. Desde su torre se arrojó Tosca, con lo que termina el tercer acto, así como la ópera y también este relato.




Iglesia Santa Andrea de la Valle (1er acto); Palazzo Farnese (2do acto) y Castel Sant’Angelo (3er acto)

 Jorge Ernesto Engel. Tosca. Escuela de Artes del Teatro de la Universidad del Salvador. http://www.isparm.edu.ar/bibliotecavirtual/investigacion/pdf/tosca.pdf


La influencia de la música europea sobre los argentinos. http://bardinmozarteumjujuy.blogspot.com.ar/