En la base de la Fuerza Aérea de Chile
Las dos niñas se ven diariamente, una
se llama Evelyn y tiene 4 años, en cambio Michelle tiene 6 y obviamente por ser
mayor es quién toma las decisiones. Comparten todos los juegos, Michelle lleva
a su amiga en bicicleta a ver el mar, próximo a sus hogares, o contemplan los
cazas que despegan de la pista con ruido ensordecedor. Porque ambas viven en la
base de la Fuerza Aérea de Cerro Moreno a 26 kilómetros de Antofagasta.
Como toda base militar del mundo, sus
habitantes viven en un ghetto de espaldas y aislados del resto de la sociedad.
La base los provee de todas las necesidades y también promueve el chismerío
característico de estos barrios cerrados.
Michele y Evelyn son muy amigas y van a seguir siéndolo hasta más allá de la adolescencia. Después, cambios profundos
en la política chilena separarán en forma amarga y penosa a las dos familias,
hasta que ya adultas se vuelven a encontrar, pero políticamente enfrentadas.
Una de ellas se postula para ser presidenta de Chile por segunda vez, la otra
en reemplazo del candidato de derecha Pablo Longueira, quién retiró su
candidatura víctima de un cuadro de depresión.
Michele
Bachelet y Evelyn Matthei
Dos
familias muy amigas
En 1958 llega a la base el capitán
Fernando Matthei, de 32 años, junto con su esposa, Elda Fornet, y tres hijos:
Fernando (6), Evelyn (4) y Robert (1). Luego vendrían dos más. El mismo año,
llega Alberto Bachelet Martínez, de 34 años, con su mujer, Ángela Jera, y sus
dos hijos: Alberto (11) y Michelle (6) y entre ambas familias se establece una
gran amistad. Alberto Bachelet y su esposa son de espíritu abierto y les sofoca
el ambiente cerrado de la guarnición de sólo 60 familias. Considera que los
militares deberían mezclarse con la población de Antofagasta y tiene conciencia
de la enorme desigualdad que existe en la sociedad chilena. Pertenece a la
masonería y secretamente admira a la revolución cubana. Indudablemente Bachelet
es un militar muy atípico. Su esposa Ángela también intenta escapar del
aislamiento de la base y trabaja en el Centro Universitario Zona Norte, de la
Universidad de Chile.
Alberto
Bachelet y su esposa Ángel Jera
Por su parte, Matthei encuadra correctamente
dentro de la casta militar, no le interesa el mundo fuera de los muros de la
base, no se hace cuestionamientos filosóficos ni políticos e ideológicamente es
de derecha sin caer en el nazismo. Tiene a su favor de que a diferencia de muchos de sus
camaradas, es una persona ilustrada. Más allá de sus distintos matices, Alberto
Bachelet y Fernando Matthei comparten intereses. Los dos son amantes del
deporte, la literatura y la música clásica. No es raro que en Cerro Moreno
crucen la calle que los separa para prestarse discos y conversar durante horas.
La amistad que nació en Cerro Moreno
sigue en Santiago en los 60. Michelle Bachelet ya habla del "tío
Fernando". Para Evelyn Matthei, Alberto Bachelet es "el tío
Beto" y hasta hoy recuerda sus visitas a la casa familiar. Evelyn estudia
becada en la Deutsche Schule. Michelle concurre a un establecimiento público:
el Liceo 1. En 1969, el comandante Matthei se desempeña como profesor de la
Academia de Guerra y el general Bachelet, como jefe de Finanzas de la Fuerza
Aérea Chilena. En su oficina del Ministerio de Defensa, el general recibe a su
amigo para charlar, como lo hacían en los años de Cerro Moreno.
Se
separan los rumbos
Con la elección de septiembre de 1970
comienzan las primeras discrepancias. Matthei vota por Jorge Alessandri.
Bachelet, por Salvador Allende. Pero esas diferencias no afectan la amistad:
ninguno es dogmático y ambos se consideran constitucionalistas. En 1971,
Matthei es destinado a Londres como agregado aeronáutico. Por su parte,
Bachelet paralelamente a su jefatura en la Fuerza Aérea, lidera la Dirección
Nacional de Abastecimiento y Comercialización (Dinac). Se trata de un cargo
político en el gobierno socialista, con rango de ministerio, cuya función es
luchar contra el mercado negro y el acaparamiento de productos. Matthei desde
Londres, piensa que su amigo nunca debió aceptar ese puesto.
Comandante
Fernando Matthei
El general Gustavo Leigh que había
sido nombrado Comandante en jefe de la Fuerza Aérea de Chile, le pide a
Bachelet, que se limite a la dirección de Dinac. Es una jugada para marginarlo
de las reuniones del alto mando. Bachelet ignora que Leigh es un traidor, que
junto con Pinochet prepara el sangriento golpe que derrocará a Allende según
los planes de la CIA ordenados por el presidente Nixon y su asesor Kissinger. Ver
haciendo click aquí: La última hora deSalvador
Richard
Nixon y Henry Kissinger
El
calvario del general Bachelet y el amigo que no se jugó
Al día siguiente del golpe, Bachelet es
arrestado y torturado durante 30 horas en los subterráneos de la Academia de
Guerra de la Aviación. Irónicamente, Matthei recién llegado de Londres está a
cargo de esa institución, pero no hizo nada para rescatar a Bachelet. La
cobardía y el miedo de perder su carrera se impusieron al honor y la solidaridad
hacia su amigo. Criticar o pedir por Bachelet era renunciar a la institución, o
a castigos peores. Matthei no dio ese paso y no le ha sido fácil vivir con ello:
"Confieso que nunca lo fui a visitar ni al subterráneo de la academia ni a
la cárcel, hecho del cual me avergüenzo”. Ese es el episodio más complejo en la
relación entre ambos uniformados. Por este capítulo, las agrupaciones de DD.HH.
han pedido su procesamiento.
Como consecuencia de las torturas,
Bachelet muere de un ataque cardíaco el 12 de marzo de 1974. Matthei es
nombrado comandante de las Fuerzas Armadas de Chile y aún bajo el régimen de
Pinochet brega para que la viuda y su hija Michelle puedan regresar del exilio,
un gesto tardío que su conciencia le exigía.
Angela Jeria ingresa a la Comisión
Chilena de Derechos Humanos. Michelle, casada entonces con Jorge Dávalos, ya
tiene a su primer hijo y retoma sus estudios de Medicina. En privado, a
mediados de los 80, se sumerge en una fase clandestina para combatir al régimen.
Por su parte, Evelyn Matthei, es una ingeniera comercial titulada en la
Universidad Católica, que se desempeña como subgerente de Bancard, propiedad de
Sebastián Piñera. Ambas ingresan a la arena política, pero en polos ideológicos
opuestos.
La carrera de Michelle es fulminante, asume en 2000 como ministra de
Salud y Defensa y 6 años después termina instalada en La Moneda, siendo la
primera mujer que accede a la presidencia en la historia de Chile. Evelyn fue
senadora y se desempeña como ministra de Trabajo y Previsión Social.
Actualmente compiten para suceder al
presidente Piñera, Michelle por el Partido Nueva Mayoría y Evelyn por el
partido Unión Demócrata Independiente. La historia las vuelve a encontrar en
veredas separadas.
Epílogo
General
Gustavo Leigh
Transcurre el año 1990 y el general
Leigh se ha retirado del ejército, o mejor dicho fue retirado por desavenencias
con Pinochet en 1978 y reemplazado en el cargo, nada menos que por Fernando
Matthei. Leigh considerado el más duro de la junta de revolucionarios,
el que ordenó el bombardeo con aviones Hawker Hunter al palacio de La Moneda,
el que supervisó torturas y colaboró con la férrea dictadura de Pinochet, tiene
ahora 70 años.
Se encuentra trabajando en el despacho
de su empresa inmobiliaria cuando escucha gritos, ruidos de objetos que se
desploman y cristales que se rompen en mil pedazos. Apenas tiene tiempo de
levantarse de su sillón cuando ingresan varios miembros del Frente patriótico
Manuel Rodríguez. Recibe cinco disparos, uno en el ojo que lo deja tuerto, pero
a pesar de las heridas sobrevive al ataque. El 29 de septiembre fallece de un
paro cardíaco.
Fuentes
Nancy
Castillo y Rocío Montes. La historia que
une a Bachelet y Matthei: la Tercera de Chile 27/7/2013. http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/08/130730_la_historia_que_une_a_bachelet_y_matthei_mxaurista.shtml
Excelente Ricardo. Que viva el pueblo latinoamericano!!!!
ResponderEliminarJorge
Interesante artículo sobre estas dos distinguidas señoras trasandinas. Una de ellas ya demostró sus enormes capacidades de estadista, cuenta con una excelente imagen y seguramente volverá a ser elegida presidente.
ResponderEliminarDe la otra poco se conoce de su desempeño como funcionaria, por estos lados, aunque no hay nada que opaque su labor. En el artículo pareciera que se la acusa de portación de apellido, algo muy común en nuestra tierra.
Como dije, dos distinguidísimas señoras que se contraponen a la ordinaria de Tolosa.
Muy bueno, lo compartí en mi facebook
ResponderEliminar