El Aula Magna del pabellón I de la
Facultad de Ciencias Exactas y Naturales fue recientemente, el corazón del
festejo por el 50 aniversario de la creación de la Carrera de Computador
Científico. Pasaron cinco décadas desde que el matemático Manuel Sadosky –junto
a otros pioneros– diera el puntapié inicial para la creación de una carrera que
fue única en Latinoamérica.
Ana María está sentada en
una de las butacas, del salón colmado de estudiantes y profesores. Ella es una
mujer de edad avanzada y era una niña cuando en 1949, el
por entonces presidente de la Nación, Juan Domingo Perón, firmó el Decreto
Nº29.337 inaugurando una etapa de vigencia de educación gratuita en las
universidades nacionales. Desde aquella fecha hasta hoy, corrió mucha agua bajo
el puente y la enseñanza universitaria sufrió todo tipo de avatares.
La época
de la “Libertadora”
Mientras espera la apertura del acto, Ana
María recuerda que siendo adolescente, la autotitulada Revolución Libertadora,
produjo despidos masivos en todos los niveles educativos donde había maestros,
profesores o científicos sospechados de vinculación con el régimen. El ministro
del gobierno de facto, el ultracatólico Atilio dell ́Oro Maini,
dio
el primer paso para que las universidades privadas pudieran expedir títulos
válidos, pero la razón de fondo fue beneficiar a la Iglesia interesada en
formar dirigentes que puedan influenciar en los factores de poder. La
resistencia de los claustros frenó el proyecto y hubo que esperar hasta
Frondizi, quién presionado por una cúpula militar, que no se resignaba a ceder dominio, más la presión de la Iglesia, impusieron la ley de enseñanza libre.
Manifestación por la enseñanza Laica
La época del onganiato
Ana María recuerda la larga
lucha de Boris Spivacow para crear y mantener EUDEBA, que llegó a ser la
editorial de material cultural, histórico y científico más importante de
América latina. A su mente le vienen las imágenes de cruda violencia que
significó la tristemente célebre noche de
los bastones largos. Ella fue uno de los tantos estudiantes que recibieron
machetazos en todo el cuerpo. Sin duda, aquél episodio desatado por el dictador
Onganía fue un hito que simbolizó el odio ancestral que guardan las dictaduras
hacia el estudio, la investigación, la jerarquía intelectual y la dignidad
profesional. Ese año más de 300 investigadores de primer nivel abandonaron el
país. Spivacow vio como EUDEBA, su labor de años, desapareció de un plumazo
junto con aquella noche del 28 de julio de 1966. Hacer click para ver: La noche de los bastones largos
La nocne de los bastones largos
Los años de plomo
No sería la única
frustración que sufriría el empecinado e indomable editor. En 1980, la
dictadura de Videla, ordenaría la quema en un baldío de Sarandí de 24 toneladas
de libros, producidos por su nuevo esfuerzo que fue el Centro Editor de América
Latina.
Quema de libros del Centro Editor de América Latina
Ana María reflexiona que
dentro de todo, Spivacow fue afortunado, sobrevivió al terrorismo de Estado, ya
que según el informe de la CONADEP, el 21% de los arrojados al mar o asesinados
mediante fusilamientos fueron estudiantes, maestros y profesores. Ana María
calcula que solo de su facultad, la de Ciencias Exactas, mataron a cerca de 80
y no fue la más castigada. La dictadura además, fijó cupos y aranceló carreras
para restringir el ingreso, se cerraron universidades como la de Luján y
numerosas áreas de investigación. Ana María recuerda que nada de esto salió en
los dos principales medios gráficos del país, que habían hecho un jugoso
negociado con Videla por Papel Prensa. Hacer click aquí para ver Papel Prensa
En democracia
Aires saludables vinieron
con la democracia de Alfonsín a quién le tocó la tarea de reconstruir una
universidad arrasada, reabrió la de Luján y fundó la de Formosa, pero
fundamentalmente normalizó los claustros, restableció la autonomía, la
autarquía presupuestaria, la libertad de cátedra y la apertura del sistema a
nuevos sectores sociales.
Para Ana María los períodos
del menemato y del gobierno de De la Rúa fueron un estancamiento para la
universidad, con el recorte del presupuesto y la célebre frase de Cavallo de
que los profesores e investigadores se
tenían que ir a lavar los platos. Lo siguió López Murphy que pretendió una
quita de 320 millones de dólares a los estudios superiores, pero el quitado fue
él a los pocos días.
La década ganada
El 2003 fue un punto de
inflexión para la ciencia. Se crearon nueve universidades nacionales y se
jerarquizó al grado de ministerio la antigua Secretaría de Ciencia e
Investigación. El presupuesto universitario que representaba
el
0,53% del PBI en 2003, subió al 1,02% en 2012 y la cantidad de becas en ese
mismo período pasó de 2726 a 47.296. Un crecimiento similar experimentó la
inversión en ciencia y tecnología que representa el 0,65 por ciento del PBI. Los
ingresos del Conicet son actualmente doce veces superiores a los de hace diez
años y las becas de posgrado y posdoctorado aumentaron un 384 por ciento. La
cantidad de investigadores formados creció un 181% y mediante el programa
Raíces, el número de científicos que regresaron al país alcanzó la cifra de
mil.
En publicaciones de excelencia, la Argentina
que antes no existía, pasó al puesto 21 y se encuentra en permanente avance.
Recientemente, un equipo del
Conicet en el Instituto Leloir desarrolló un nuevo abordaje en terapia génica:
un virus con varias modificaciones de diseño, que lo habilitan para destruir
células cancerosas. En ratones de laboratorio, fue capaz de inhibir y destruir
tumores. También se patentó un virus contra el melanoma y contra el cáncer de
páncreas.
Con
participación de una delegación argentina, acaba de realizarse en la ciudad
estadounidense de Chicago el encuentro global más importante de la industria
biotecnológica. Allí, el pabellón organizado por los ministerios de Ciencia,
Tecnología e Innovación Productiva y de Relaciones Exteriores y Culto, mostró
los desarrollos e investigaciones de 32 empresas e instituciones, que discuten
contactos, alianzas y colaboraciones con los principales centros de la
biotecnolgía internacional.
Entre las
empresas presentes se encuentra Biomatter, un consorcio público privado
conformado por la Universidad Nacional de San Martín (Unsam) y el Conicet por
el sector público, y un laboratorio farmacéutico y dos emprendedores privados,
que ha desarrollado productos innovadores para aplicaciones biomédicas, entre
las que se destacan un kit para regeneración de piel basado en ingeniería de
tejidos.
Bioimanay es
otra empresa participante que posee financiamiento del ministerio, para el
desarrollo y la producción de proteínas recombinantes destinadas a la salud
animal y a la industria alimentaria. También expone el Laboratorio de
Hemoderivados de la Universidad Nacional de Córdoba, que posee la planta
fraccionadora de plasma humano con mayor capacidad de producción y comercialización
de Sudamérica. Y Raomed, que se especializa en innovación tecnológica al
servicio de la salud focalizada en el área de neuro y traumatocirugía, todas
con financiamiento oficial.
El ingreso
del disertante, Lino Barañao, ministro de Ciencia, Tecnología e
Innovación Productiva de la Nación, sacó a Ana María de sus cavilaciones.
Barañao se refirió al nuevo proyecto “Cero + infinito, una estructura que
aportará espacio para aulas comunes e informatizadas, oficinas, laboratorios y
hemeroteca, en un ámbito de diseño moderno. Con una superficie total de 17.000
m2, alojará a los departamentos de Computación, Ciencias de la
Atmósfera y los Océanos, al Instituto del Cálculo y a un nuevo centro
interdisciplinario de formación, toda una novedad para la región.
Lejos,
muy lejos, piensa Ana María quedaron las políticas neoliberales que propiciaron
un país exclusivamente agroexportador, para lo cual la ciencia y la
investigación eran superfluas y redundantes.
Fuentes
Florencia
Saintout. La calidad científica y educativa. Página 12, 01/08/2013.
Editorial
II. Científicos y emprendedores. La Nación, 11/08/2013.
Argentina.Ar. Ciencia y
tecnología. Exportaciones de software alcanzan cifras récord. 24/07/2012.
http://www.argentina.ar/temas/ciencia-y-tecnologia/261-exportaciones-de-software-alcanzan-cifras-record
Florencia
Saintout. La calidad científica y educativa. Página 12, 01/08/2013
Javier D’Alessandro y
Leandro Lacoa. El presupuesto del CONICET creció casi un 600% en los últimos
años. Tiempo Argentino 26/04/2011
Editorial
II. Científicos y emprendedores. La Nación, 11/08/2013.
Exactas.UBA.AR.
Noticias. Habrá un nuevo edificio en Exactas. 31/08/2013. http://noticias.exactas.uba.ar/nuevo-edificio-baranao-obras
Leandro
Ari Litchmajer. "LAICOS VS. LIBRES: EL CONFLICTO DE 1958 EN TORNO
A LA EDUCACIÓN PRIVADA. UNA APROXIMACIÓN A PARTIR DEL GYMNASIUM DE LA U.N.T" http://www.archivo.unt.edu.ar/attachments/054_litchmajer.pdf
Diego Rosemberg. La universidad en democracia. Le Monde Diplomatique. Septiembre 2013.
Diego Rosemberg. La universidad en democracia. Le Monde Diplomatique. Septiembre 2013.
Buenísima puesta al día de los avatares de la ciencia en nuestro país.
ResponderEliminar¡Muy bueno!
ResponderEliminarYo soy Ana María y quizás lo que a Ud. lo confunde es que yo me recibí a los 21 años, porque a los 16 ya estaba en la universidad porque tenía dos años adelantados en la escuela. Así que no me acuerdo de la Revolución Libertadora, por ejemplo y menos de 1949, pero está muy bien redactado y hace una narración muy ajustada de los hechos. Gracias.
ResponderEliminarAna María es un personaje ficticio, si bien está basado en la nota que recibí de Teresa. El objetivo era recrear el largo período de avatares que sufrieron la ciencia y la educación durante décadas. Me impresionó tu nota y me pareció que había que difundir los logros de esta década. Si querés recibir regularmente El Mordaz, mandame tu correo
ResponderEliminarCordialmente
Hola Ricardo, interesantes datos. Cariños. Edith.-
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