Orígenes
La
Organización de los Estados Americanos
(OEA) es una estructura internacional panamericanista continental, que tiene como objetivo ser un foro político para el
diálogo multilateral, la integración y la toma de decisiones en el ámbito americano.
En su declaración afirma que trabaja para fortalecer la paz, la seguridad y
consolidar la democracia, promover los derechos humanos, apoyar el desarrollo social y económico y estimular el
crecimiento sostenible en América. Lo que es muy bonito en teoría, en la
práctica recorriendo su historia desde su fundación, queda claro que sirvió
casi exclusivamente a los intereses de Estados Unidos y el hecho de que su sede
central se encuentre en Washington, no es un dato menor.
La
OEA fue creada el 8 mayo de 1948, un mes después del Bogotazo en Colombia, una revuelta
popular gatillada por el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, abogado, político y
estadista que se postulaba para la presidencia por el partido Liberal y había
investigado el trabajo esclavo en las plantaciones de la tristemente célebre United
Fruit Company. Existe fuerte sospecha que el sicario que mató a Gaitán
respondía a la CIA.
Jorge Eliécer Gaitán (1903-1948)
El
asesinato de Gaitán fue hábilmente aprovechado por Estados Unidos que, con la
excusa de combatir el comunismo, necesitaba crear un organismo para mejorar el
control sobre la política de los países de América latina. El promotor de la
OEA fue el general Marshall, quién se desempeñaba como Secretario de Estado y
tenía la directiva del Pentágono y de la Casa Blanca de crear la piedra fundacional
de este organismo.
Al servicio de Estados
Unidos
Como
señala Telma Luzzani en su libro Territorios
Vigilados, en la OEA a la hora de las decisiones, el rumbo lo marcó siempre
Washington. Sirve como ejemplo que Estados Unidos en 1962, logró expulsar a
Cuba pese al disenso de Argentina, Brasil, México y Chile. Cincuenta años
después en la reunión de Cartagena de Indias, ocurrió lo inverso, Estados
Unidos impidió su ingreso votando en contra junto con Canadá.
Está
claro que la OEA nunca representó los intereses políticos de la región, así
como el ALCA y el NAFTA no se hicieron para beneficio de las economías
regionales. La presencia de los Estados Unidos dentro del organismo atempera o
directamente bloquea cualquier intento de condena drástica contra los golpes de
estado, debido a que muchas de las dictaduras fueron estimuladas o tuvieron el
visto bueno del imperio. Es por eso que la OEA fue ineficaz para impedir la
invasión a Guatemala, Panamá, Granada, o evitar el derrocamiento de gobiernos
legítimamente elegidos, como el de Allende en Chile, el intento
frustrado contra Hugo Chávez en Venezuela en 2002 y el golpe palaciego contra Lugo en
Paraguay, donde el secretario general de la OEA José Miguel Insulza, se limitó tímidamente
a manifestar que no hubo actos de violencia.
José Miguel Insulza, secretario de la OEA. A su derecha la bandera de EEUU
La
OEA miró distraídamente para otro lado cuando se sucedieron los golpes
militares en el continente, con apoyo explícito de Estados Unidos, a pesar de
que el artículo 2 de la Carta Fundacional de ese organismo sostiene como
principio “promover y consolidar la democracia representativa”. Jamás lo hizo,
porque su agenda no fue elaborada en base a las necesidades de las repúblicas
latinoamericanas, sino desde la óptica de defensa hemisférica del país del
norte.
La OEA
también hizo la vista gorda ante el Plan Cóndor, una estructura criminal y por
lo tanto secreta y clandestina que asoció entre sí a las dictaduras militares para
intercambiar información y prisioneros e implantar políticas socioeconómicas
neoliberales. Sus métodos eran los aprendidos en la Escuela de las Américas,
controlada por la CIA y el Pentágono y del aporte de nostálgicos generales
franceses, que trajeron su bagaje de torturas aplicadas durante la guerra de
Algeria y a quienes sabiamente, De Gaulle eliminó de un plumazo.
Augusto Pinochet y Jorge R Videla, secretarios ejecutivos del Plan Cóndor
En busca de la patria grande de San Martín y Bolívar
Por
lo tanto, se hacía imperativo crear nuevas instituciones sin la participación
del país del norte. Los gobiernos progresistas que surgieron en la última
década, con Hugo Chávez como motor impulsor, generaron la Comunidad de Estados
Latinoamericanos y Caribeños en la que figura Cuba en lugar de Estados Unidos.
El otro organismo es el UNASUR con objetivos similares a los de la Comunidad Europea,
pero exclusivamente para América del Sur.
En el reciente atropello diplomático
que sufrió el presidente de Bolivia Evo Morales, Insulza se limitó a manifestar
su “profunda molestia por el comportamiento de los países europeos” que,
violando las normas más elementales de las reglas internacionales, impidieron
que el avión presidencial hiciera escala técnica en sus aeropuertos.
Evo Morales, demorado en el aeropuerto de Viena, dialogando con periodistas
La maniobra fue orquestada por
Washington, con la falsa excusa de que Snowden viajaba en ese vuelo. En la
realidad se trató de una demostración de fuerza del imperio hacia el mundo para
que ninguna nación diera asilo al espía arrepentido.
La humillación al presidente Evo
Morales por parte de España, Portugal, Francia e Italia, es una clara
demostración de que estos países no son dueños de tomar sus propias decisiones
domésticas sin consultar a Washington o Berlín. Insulza se cuidó muy bien de no
mezclar a Estados Unidos en este conflicto y llamó a reunión de los miembros de
la OEA en su sede en Washington el 9 de julio, donde
su Consejo Permanente aprobó una declaración en la que rechaza la actuación de los países europeos pero se abstuvo de
condenarlos. Estados Unidos y Canadá, como era previsible, se opusieron a que la
OEA emitiera un pronunciamiento, porque consideraban que los hechos no estaban
debidamente probados. Si el Consejo Permanente de la OEA no se hubiera reunido
habría dado igual. La declaración tiene para los países europeos, la misma
contundencia que el golpe de la pluma de un pavo real y es una demostración más
de que este organismo debería exhalar de una buena vez el último suspiro.
En
contrapartida, los presidentes que constituyen UNASUR fueron mucho más rápidos
de reflejos y en 24 horas se reunieron en Cochabamba para apoyar a Evo Morales.
Todos señalaron la mano negra de Estados Unidos.
Cabe
señalar que en contraste con la enérgica actitud de la presidenta Cristina,
nadie de la oposición local pareció preocuparse por un hecho tan grave, salvo
como siempre, para criticar diciendo que hubo sobreactuación o la soberana
estupidez de que Cristina tardó dos horas en enterarse. A esta feria de
políticos baratos, además de inútiles, podemos añadirles el rótulo de cipayos.
En la reunión del
Mercosur el día de ayer, se repudiaron las acciones de los gobiernos de esos cuatro países, se decidió citarlos
y presentarles de forma coordinada e individual, una nota formal de protesta. Se
condenaron las acciones de espionaje por parte de agencias de inteligencia de
los Estados Unidos que afectan a todos los países de la región y se sostuvo el
reconocimiento universal del derecho de asilo político.
Reunión del Mercosur en Montevideo
Fuentes
Biografías
y vidas. Jorge Eliécer Gaitán. http://www.biografiasyvidas.com/biografia/g/gaitan.htm
Telma
Luzzani. Territorios vigilados.
Tibio
rechazo de la OEA al desvío europeo del avión de Morales. Clarín. 10/07/2013.
Nicolás
Lantos. Unidos contra las interferencias del norte. Página 12, 13/07/2013.
Sandra
Russo. Crónicas latinoamericanas. Página 12, 13/07/2013.
Una vez más, orgullosa de mi presidenta
ResponderEliminarexcelente nota Ricardo,
ResponderEliminargracias,la comparti en redes sociales,
cariños
Gracias por tu colaboración , Susana
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