sábado, 30 de marzo de 2013

EL OBSESIVO HOWARD HUGHES





Dentro de los personajes polifacéticos, Howard Hughes resulta un caso emblemático. Originario de Texas, donde nació en 1905, llegó a ser en distintos momentos de su vida ingeniero, aviador, aeromodelista, industrial, eximio golfista, cineasta, filántropo y gran seductor mimado por la farándula del arte y las más exquisitas actrices de Hollywood. En las últimas décadas de su vida, sufrió un trastorno obsesivo compulsivo de tal magnitud que lo llevó a la tumba transformado en una piltrafa humana.
                      
Provenía de una familia de buena posición social y heredó los genes para los negocios y los inventos de su padre, quien diseñó las cabezas perforadoras para buscar petróleo y con esa patente amasó una fortuna que pronto pasó a las manos de su hijo que la multiplicó con creces.






                                              Howard Hughes, en sus tiempos de gloria



A la conquista de Hollywood

De la extensa lista de actividades que Hughes desarrolló en su vida, podemos comenzar con la cinematografía, rubro en el que se inició cuando sólo contaba 22 años. Sus primeras producciones datan de 1927 y correspondieron al cine mudo; y las últimas como Scarface y The Outlaw, filmadas en la década de 1940, formaron parte del cine sonoro. Logró éxitos financieros como productor y varias de sus películas fueron nominadas con el premio de la Academia.

Hughes era gallardo, sociable y sabía cautivar al sexo opuesto. Por su lecho pasaron actrices del calibre de Bette Davis, Ava Gardner, Olivia de Havilland, Katharine Hepburn, Gene Tierney y Joan Fontaine. No sorprende que su esposa, Ella Rice, le pidiera el divorcio en 1929, tras apenas cuatro años de matrimonio. 

         Ava Gardner                                      Katharine Hepburn                        Joan Fontaine



Pasión por los aviones

En 1938, Hughes batió un nuevo récord al dar la vuelta al mundo en 3 días y 19 horas. En su mansión, donde abundaban galardones y premios por su actividad cinematográfica, se agregaron nuevas vitrinas con copas, medallas y placas de bronce que señalaban sus hazañas aéreas. Batió marcas de velocidad, altura y permanencia en el aire, pilotenado máquinas de su propio diseño, como el “Hughes H-1 Racer” con el que alcanzó la velocidad de 566 kilómetros por hora, un record notable para los años cuarenta. El aparato era tan avanzado y con tantas innovaciones que inspiró futuros modelos que se emplearon durante la Segunda Guerra Mundial.

Por entonces, creó su propia fábrica de aeronaves, la Hughes Aircraft Company, produciendo aviones y helicópteros para las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos durante la Segunda Guerra.






                    El XF-11, uno de los tantos aviones diseñados por Howard Hughes.



En 1946, Hughes estuvo a un paso de la muerte cuando el avión que piloteaba tuvo una falla en uno de los motores y se estrelló en Beverly Hills. Sufrió múltiples traumatismos, fracturas y quemaduras y, aunque logró recuperarse, padeció constantes molestias en diversas partes del cuerpo, cuadro que podía ser compatible con fibromialgia. A partir del accidente y para calmar sus dolores empezó su adicción a la codeína.



El filántropo

Hughes siguió con sus aventuras espaciales hasta que, en 1953, vendió en cifras millonarias el excedente de material de la Hughes Aircraft Company para crear el instituto médico Howard Hughes. El instituto tenía como principios fundacionales la dedicación a la investigación científica y a la enseñanza sin fines de lucro. Actualmente, es considerado uno de los centros de investigación más importantes de los Estados Unidos, especialmente en el campo de la genética y hasta el presente, salieron de sus laboratorios 13 Premios Nobel. Por entonces Hughes era también dueño de cadenas de hoteles y de restaurantes. 

                       El Howard Hughes Medical Institute




La enfermedad

Pese a todo, Howard Hughes, mimado por el destino y verdadero Rey Midas que todo lo que tocaba se convertía en oro, deseado por mujeres famosas y centro de atención en las exclusivas reuniones sociales de las altas finanzas y de la política, era un hombre desdichado. Los primeros síntomas de trastorno obsesivo compulsivo se manifestaron durante la década del treinta, cuando estaba enfrascado en la producción cinematográfica. Quienes lo rodeaban se sorprendían ante la fijación de Hughes en detalles triviales que muchas veces hicieron dudar que la filmación llegara a buen término. 


A partir de 1940, los síntomas se volvieron incontrolables, pero, gracias a su enorme fortuna, se pudo dar el lujo de trasladar sus obsesiones a terceros que se vieron forzados a realizar muchos de los rituales que formaban parte de la mente trastornada de Hughes. Una característica típica de quienes padecen el trastorno obsesivo compulsivo es el temor a la contaminación. En Hughes, esto se manifestó en forma superlativa, exigía a sus sirvientes que le entregaran cada cubierto envuelto en un papel especial sellado con cinta adhesiva y él los tomaba con las manos enguantadas. Jamás se animaba a tocar la puerta de un edificio público, esperaba pacientemente que alguien la abriera para deslizarse subrepticiamente.


Sus objetos personales le debían ser entregados después de que el mucamo se hubiera lavado las manos con un jabón nuevo y los envolviera en numerosas servilletas de papel. La obsesión por la contaminación lo convirtió en un verdadero recluso que rara vez se aventuraba fuera de las habitaciones de los lujosos hoteles de los que era dueño.


En la última década de su vida, Hughes trabajó durante días sin dormir en habitaciones cerradas y rodeado de negros cortinados. Su dieta era magra y la creciente adicción a la codeína aumentó su desnutrición. Descuidó su aspecto y dejó que las uñas de manos y pies adquirieran tamaños grotescos. Cuando falleció en 1976, su cuerpo era esquelético. La autopsia reveló fragmentos de agujas hipodérmicas incrustadas en ambos brazos. 

El hombre cuyo rostro fue cientos de veces tapa de diarios y revistas era tan irreconocible que hubo que tomarle las impresiones digitales para confirmar su identidad.

        La misma revista Time mostró en tapa a Hughes en la cúspide de su carrera y poco antes de su muerte cuando era un espectro acabado.

Fuentes:
·                    Barlett, Donald L. and James B. Steele. Empire: The Life, Legend and Madness of Howard Hughes. New York: W.W. Norton & Company, 1979.
·                    Brown, Peter Harry and Broeske, Pat H. Howard Hughes: The Untold Story. New York: Penguin Books, 1996.
·                    Hack, Richard. Hughes: The Private Diaries, Memos and Letters: The Definitive Biography of the First American Billionaire. Beverly Hills, California: New Millennium Press, 2002.
·                    Moore, Terry. The Beauty and the Billionaire. New York: Pocket Books, 1984.
·                    Sobre el Howard Hughes Medical Institute. Disponible en: http://www.hhmi.org/. 2011.


16 comentarios:

  1. Si es que era un video lo que aparece al principio, advierto que no funciona.
    Que tipo maniatico.
    Saludos

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  4. aunque me censures seguis siendo un reverendo pelotudo.Carlos

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  5. No se puede sostener un blog con la intervención constante de un enfermo mental como este individuo Carlos.

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    1. Efectivamente Alfredo, el hombre ha entrado en un estado de deterioro preocupante. Hace unos años atrás no era así, entonces éramos amigos.
      Pero no te preocupes, el blog es inmune a las estupideces.

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  6. 3 hojas borradas mi TteCnel

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  7. El deteriorado no se rinde.Me encanta seguir tus huevadas y leer lo que dicen tos aduladores(de que? no entiendo).
    Dejame participar democraticamente y antepongamos nuestros argumentos .Va a ser mejor que un enorme cartel!!!

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    1. Cuando utilizás argumentos y no insultos, tus comentarios aparecen. El problema es que de a ratos derrapás mal con estas participaciones tuyas tan cargadas de agresión e impulsividad. Resulta evidente para todo el resto de los lectores del blog (no sólo para quienes estudiamos psicología) que estás con un trastorno psiquiátrico. Y esto no te lo digo para burlarme, humillarte o bajarte el precio. Lo digo porque te conocí de otra manera y resulta alarmante y triste ver lo que te está pasando. Enojáte, insultáme, reaccioná como mejor te parezca o como puedas, pero es lo que se aprecia desde afuera.

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  8. Hola Ricardo, me pareció muy interesante lo que nos haces saber sobre este famoso personaje.Es una manera cómoda y amena de desburrarme.
    Cuando leí los comentarios de otros lectores, no sabía si entendía bien sus dichos, hasta pensé en alguna broma de mal gusto, lo que para mí, psicoanalista asl fín, hubiese merecido otra lectura.
    De todos modos, y no como psicoanalista, opino que si lo dicen en serio más que enfermos son brutos y pelotudos. Edith

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  9. Laurita:intente enviarte una nota pero al poner Carlos me borraron.Creo no estar paranoico.De cualquier manera te envio un beso grandote y no te preocupes mi estado mental es bueno(a pesar de la grave enfermedad de Victoria).Te habia propuesto un cafe para que lo compruebes.No muerdo......

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  10. Estás muy obsesionado con algo que aparentemente despreciás, no se entiende desde ningún tipo de lógica por qué insistís en meterte en el blog con insultos y expresiones denigrantes (tus justificaciones de que te divertís no son creíbles, porque se te nota demasiado enojado, y tampoco es creíble tu intención de aclararnos el entendimiento a los demás participantes porque eso sería subestimarnos, acá somos todos adultos) Se nota muy agresivo. Es llamativo esto que decís, además, sobre quedarte despierto a altas horas de la noche siguiendo el blog (hay mejores cosas que hacer, si est sitio te repugna tanto como decís), o esperar varias horas durante el día a ver si alguien te contesta. Suena demasiado obsesivo. Y muy compulsiva la forma en que intentás colarte por todos los medios. Pará un poco la mano, no es sano esto que hacés.
    El café te lo acepto cuando vea que podés sostener una participación positiva y bajando los decibeles. Por el momento tu conducta es demasiado oscilante. Te retribuyo el beso y deseo que Victoria pueda estar mejor.

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  11. realmente es muy amena esta entrada.sugiero que publiques historias del mismo estilo.gracias

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  12. Debe ser muy estresante tener una enfermedad como el TOC en la película El Aviador es muy interesante ver cómo le fue avanzando a Hughes y perjudicanto, la vi en hbo online y me parece muy buena porque yo pensaba que sería sólo de su parte como aviador, pero sale toda su vida, sus amores y todo eso.

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  13. una vida llena de amor y pasion es una buena historia.

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