miércoles, 21 de diciembre de 2011

REVISIONISMO HISTÓRICO



Se acaba de inaugurar el Instituto Nacional de Revisionismo Histórico Argentino e Iberoamericano Manuel Dorrego, cuyo objetivo, según su director Pacho O’Donnell es revisar la historia liberal escrita por Bartolomé Mitre y Vicente Fidel López, nuestros historiadores fundacionales. El instituto no se propone desplazar ninguna orientación ni cátedra historiográfica, sino debatir con altura y, así, llegar a coincidencias y disidencias.

La actividad del instituto es ad honórem en todos sus miembros y no representa ningún gasto para el Estado.
Rápido de reflejos, el diario La Nación ya sacó varios editoriales y sus espadas comentaristas se apresuraron a denostar este emprendimiento. Observemos los comentarios:
  • Se pretende una interpretación maniquea de la historia, según la cual sus protagonistas se dividen en "absolutamente buenos" y "absolutamente malos.
  • Carece de historiadores formados.
  • El revisionismo es un movimiento que ha pasado a la historia de la historiografía.
  • La propia iniciativa es una exhibición de primitivismo intelectual.
  • La deformación del pasado ha estado en la base de muchas tragedias humanas, sobre todo las que se desencadenaron por las miserias del nacionalismo, tan familiares a la visión revisionista.
  • La explicación tal vez resida en que lo que se busca desde el Poder Ejecutivo Nacional es falsear los hechos del pasado para servir al discurso oficial. Todo indica que se pretende generar, mediante un producto "enlatado", una historia sesgada y falsa.
Esta andanada de metralla del diario La Nación y los embanderados en las corrientes clásicas del liberalismo en la historia, no sólo están indignados sino alarmados, casi espantados ante la suposición de que se cambie el esquema rígido que armaron con mentalidad aporteñada, liberal y europeizante. Odian el pluralismo y consideran que son los únicos con autoridad para escribir la historia.

Ellos, oportunamente se silenciaron o fueron cómplices de las censuras, las persecuciones, la devastación educativa y universitaria, pretenden mantener incontaminada la hegemonía histórica que encerró en el olvido gran parte de nuestro pasado.

¿Sacaron los diarios Clarín y La Nación algún comentario crítico cuando la dictadura quemó miles de libros al mejor estilo del 1984 de Orwel?

Empecemos por el principio. La historia que nos enseñaron en la escuela es totalmente incompleta. De Bolívar sólo sabemos que luchó exitosamente contra los españoles en Venezuela y Colombia y que se reunió en Guayaquil con San Martín a puertas cerradas. De la revolución mejicana, ni palabra como tampoco lo más elemental de la historia de Brasil.

Pasemos a la Argentina; de Castelli y Alberdi, poco sabemos y muy ocasionalmente se cita la oposición que sufrieron durante sus campañas San Martín y Belgrano desde el gobierno de Buenos Aires.

Artigas, un gaucho salvaje que se opuso a los porteños “iluminados”. El combate de la Vuelta de Obligado, que fue mucho más importante que el de San Lorenzo por sus consecuencias, merece a lo sumo dos renglones en los libros de historia escolar. No tuvimos la oportunidad siendo alumnos de disfrutar las extraordinarias aventuras de Bouchard el corsario que tanto ayudó a San Martín en la independencia del Perú.

                      Carpani: Combate de la Vuelta de Obligado

Todos oímos hablar de Tupac Amaru y sabemos que lo descuartizaron por rebelarse al colonialismo español, pero desconocemos las razones y también ignoramos que llegó a poner en jaque a todo el imperio colonial en América del Sur.
Por lo tanto, la historia que recibimos es absolutamente incompleta, sesgada y engolada y se justifica plenamente que sea revisada.

El argumento de que en el instituto no hay historiadores es falso, por otra parte ni Mitre, ni Vicente Fidel López, ni la mayoría de los que escribieron la historia argentina, cualquiera fuera la corriente en que se encasillaron, habían cursado licenciaturas de historia en facultad alguna.
De que el Poder Ejecutivo busca falsear los hechos para ponerlos al servicio del discurso oficial, es un vaticinio prejuicioso del diario de los Mitre.

Quizás por no analizar históricamente el catastrófico préstamo que la Baring Brothers le otorgó a Rivadavia, es que se repitió el error a manos de engendros como Martinez de Hoz y Cavallo.

Quizás también por no estudiar a Alberdi en profundidad es que tuvimos la tragedia de los golpes militares que postergaron al país durante décadas. Recordemos uno de sus pensamientos: “Dad ejército a los pueblos que no tienen enemigos ni necesidad de hacer guerras y crearéis una clase que se ocupará de hacer y deshacer gobiernos. El ejército degenerará en clase gobernante y el pueblo en clase gobernada o sometida.”

                                                              Juan Bautista Alberdi

1 comentario:

  1. Estimado Ricardo, he arribado con gran gusto hasta tu blog.

    Buscaba precisamente percepciones ante el revisionismo histótico argentino. Elaboro un artículo para The Huffington Post sobre esta nueva forma de entender la historia.

    Mi blog personal: Cuadernos de la ira
    http://cuadernosdelaira.blogspot.com.ar/

    Volveré luego para ir leyendo el resto de tus artículos.

    Un saludo cordial

    Jorge Muzam. Escritor e historiador chileno.

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