SHOW-KLENDER

Que Schoklender es un psicópata peligroso, que Hebe de Bonafini hizo la vista gorda y confió sin límites en ese personaje de avería y que el gobierno debió haber controlado el dinero que le otorgó a sus planes de vivienda, son hechos que nadie discute.

Que un sector de la oposición convoque a Schoklender para que de explicaciones sobre todos estos aspectos, además de ser un disparate es un recurso rastrero y simplón. Schoklender está procesado y su causa sigue el curso establecido por la justicia. Lo que están haciendo estos sujetos de la oposición es entrometerse e interferir con el Poder Judicial ignorando aspectos básicos de la Constitución Nacional.

Obviamente, esta maniobra no persigue ningún fin esclarecedor, el objetivo canallesco es desprestigiar a las Madres y por carácter transitivo enlodar al gobierno. Con este operativo amasan cierta esperanza de ganar algunos votos para octubre.

Magnetto en su desesperación, les bajó línea y les indicó esta estrategia para tratar de cerrar filas con una oposición desorientada, desvalida e inepta.

Quienes participan en esta lamentable estrategia son los personajes más impresentables de la política Argentina:

Patricia “Pato” Bullrich, mujer sin convicciones cuyo deporte favorito es saltar de uno a otro partido. Esta vez, desde su orilla de la Coalición Cívica le dirige señas cariñosas al PRO, porque la nave conducida por Lilita, timonel sin brújula, quedó encallada en los arrecifes del 14 de agosto. Macri, quién carece del más mínimo sentido de excelencia para elegir a sus acompañantes, la considera elemento rescatable para su molino. Es probable entonces que Bullrich ingrese al PRO un sitio adecuado para una personalidad política tan módica.

Graciela “Cachetazo” Camaño, esposa de uno de los más destacados filibusteros del sindicalismo, que haría mejor papel en el ring del Luna Park que en su sillón del Congreso, es una de las más entusiastas en la convocatoria a Schoklender. “Se trata de que el Parlamento tome el rol que le corresponde y dejemos de mirar para otro lado porque los jueces son demasiado lerdos”, dijo sin sonrojarse por su estupidez.

Eduardo “energúmeno” Amadeo, ladero de Duhalde en el Frente de Unión Popular, es un personaje iracundo e intolerante que cuando discute con alguien parece que se le va a arrojar encima. Se puso loco cuando se enteró que Binner ni nadie de su partido participaría en esa farsa y acusó a Binner de ser cómplice del gobierno.

Con lucidez, Binner había manifestado: “Nosotros no somos jueces para dirimir, sino que para eso está uno de los pilares fundamentales de la República” y se despegó de la propuesta piantavotos.

¿Porqué no lo convocaron a Macri que también está procesado con el tema del espionaje telefónico?

Todo vale para ver quién sale segundo a distancia sideral de Cristina, pero al menos segundo. Hasta ahora las encuestas y el aroma que se percibe en el aire señalan que Binner ya pasó a Ricardito, quién también tuvo expresiones poco felices sobre la convocatoria a Schoklender. Personalmente, creo que Ricardito y Duhalde descenderán en las elecciones al módico valor de un dígito y lo más sano es que después se retiren de la arena política.

Convocar a Schoklender es descabellado porque no es un denunciante, ni siquiera un arrepentido. Su dudoso apego a la verdad tiene el límite de la autoincriminación. Según el diputado Eduardo Macalusse “Llamarlo para resolver el problema de las viviendas es como llamar al Gordo Valor para resolver el tema de la piratería del asfalto"

Las dos Comisiones de Diputados (Asuntos Constitucionales y de Vivienda), que citaron a Schoklender sólo juntaron 20 de sus 66 componentes, el resto prefirió no prestarse a ese circo mediático. Schoklender llegó al Congreso en un lujoso Audi cortesía de Camaño y no es para menos ya que se transformó en el nuevo jefe del sector más miserable de la oposición.

No dijo nada nuevo de lo que manifestó en su saga frenética ante los periodistas en los diversos canales del monopolio de Magnetto. Un nuevo fiasco para el dueño de Clarín. Si este deplorable rejunte de la oposición lo que pretendía era utilizar a Schoklender, se equivocaron: él, terminó usándolos subido al inesperado podio que le montaron en el Congreso. Dueño del circo, hizo bailar a los monos en el barro de su lodazal.