viernes, 28 de diciembre de 2018

EL HOMBRE DE LA NARIZ DE ORO


-Tienes una mancha en la nariz - me dijo Alicia mi esposa, mientras me la miraba de cerca. –bueno- le respondí- si es un cáncer me la extirpo y me hago colocar una nariz postiza de oro como Tycho Brahe.
         Se me ocurrió que si ese personaje había tenido una idea tan original, era probable que su vida tuviera vetas muy interesantes, además de ser el astrónomo más destacado del siglo XVI, porque es importante señalar que realizó sus investigaciones sobre el universo en una época en que aún no existía el telescopio.
         Leyendo la vida de este hombre me enteré de que además de científico era un sujeto pintoresco y aquí va su historia.

                                               Tycho Brahe (1546-1601)

          Tycho Brahe nació el 14 de diciembre de 1546 en Scania una ciudad del sur de Suecia que por los avatares de la historia, en aquel entonces pertenecía a Dinamarca. Era el vástago mayor de una noble familia y de muy buena posición social. Su padre era consejero privado del rey, pero de todo eso Tycho Brahe no recordaría nada, ya que un tío suyo lo secuestró de la familia y lo crió por su cuenta. Parece ser que sus padres no se hicieron mucho problema ni grandes esfuerzos para recuperarlo, tenían 10 hijos y uno menos no se notaría en la numerosa prole, además el tío secuestrador tenía un alto cargo en la corte del rey.
         Su nuevo tutor era muy estricto, lo envió a estudiar leyes a la Universidad de Copenhague y el joven hubiera seguido esa disciplina si no fuera por un hecho que le cambió la vida cuando tenía 14 años. Ese día mientras se encontraba en los jardines del palacio de su tío, la atmósfera se oscureció y tendido en la hierba contempló maravillado que el sol se había tapado. Pronto se enteró de que se trataba de un eclipse, pero lo que más lo impresionó fue que aquel fenómeno había sido predicho tiempo atrás en cartas astronómicas.
           Tycho descubrió que la ciencia que anticipaba estos acontecimientos con tanta exactitud se llamaba astronomía y a partir de aquel momento el estudio de leyes pasó al olvido. El tiempo que permaneció en la universidad lo dedicó al conocimiento de matemáticas y de astronomía. Sobre esta disciplina, había un solo libro disponible en la biblioteca: el Almagesto de Ptolomeo.
           Otro fenómeno celeste se produjo en la vida del joven que lo impactó profundamente. Ocurrió 3 años más tarde cuando una de las tantas noches en que se acostaba en el jardín para observar las estrellas comprobó una conjunción entre Júpiter y Saturno que no estaba registrado en las tablas. Por primera vez dudó de la infalibilidad de las notas astronómicas de entonces, se había roto la magia y veneración por aquellos registros y decidió perfeccionarlos. “Me propuse redactar un nuevo mapa del firmamento sin errores,” señaló en sus memorias.
            Por entonces Tycho Brahe tuvo un altercado con otro joven que terminó en duelo, cuyas consecuencias nos llevan al título de este relato. Según la historia, la discusión se debió a discrepancias sobre temas de astronomía. Algunos historiadores sostienen que había además un conflicto de faldas y la disputa por la misma dama. Este argumento le da más consistencia a las motivaciones que culminaron en un duelo, ya que resulta tonto llegar a esta instancia por desacuerdo sobre un tema científico. Tycho Brahe salió victorioso, pero durante el combate la espada de su contrincante le arrancó parte de la nariz. Se hizo construir una prótesis de oro y plata que llevó durante el resto de su vida.
          Tycho Brahe tenía que informarle a su tío que no había seguido sus instrucciones y preveía una turbulenta reunión con su estricto pariente. Pero éste, que formaba parte de la corte falleció oportunamente de una neumonía como consecuencia de haber rescatado al rey Federico II cuando cayó al agua desde un puente del castillo. El joven no solo se sintió liberado sino que también heredó una inmensa fortuna. Invirtió gran parte de la misma en adquirir los mejores instrumentos de la época y pronto su fama llegó hasta el rey, quien además se enteró que era el sobrino del hombre que le había salvado la vida.
          El monarca se transformó en su mecenas y Tycho Brahe que era de gustos refinados solicitó una isla para construir el más moderno observatorio de todos los que existían hasta entonces. Transformó el lugar llamado Uraniburg en un paraíso. Instaló los aparatos adquiridos en los torreones de un soberbio castillo, incluyó un laboratorio, una imprenta con su propia fábrica de papel y varias estancias para alojar a los sabios y científicos que vinieran a visitarlo. Para recreación propia y la de sus invitados disponía de jardines, un coto de caza, un jardín botánico y numerosos estanques con peces de colores.

                                       Uraniburg

         En toda Europa se hablaba del fabuloso castillo observatorio y su elemento más emblemático: una reluciente y gigantesca esfera de bronce que reproducía la esfera celeste. En ella estaban pintados todos los astros del sistema solar que hasta entonces se habían descubierto. En 1609 con el advenimiento del telescopio diseñado por Galileo fueron detectados los planetas más alejados, pero por entonces ya hacía varios años que Tycho Brahe había fallecido.
           A lo largo de su vida identificó y le puso nombre a cerca de 1000 estrellas. Sin embargo, hubo una que revolucionó la astronomía. Fue la noche del 11 de noviembre de 1572 y afortunadamente el cielo estaba límpido de nubes. Tycho Brahe que siempre miraba el cielo mientras conversaba con su compañero favorito, el bufón Jep, quedó estupefacto ante la aparición de una estrella de brillo gigantesco, que no estaba registrada en sus cartas celestes. Así lo consignó en su diario: “…observé una estrella con un brillo 10 veces mayor que el de Venus en las proximidades de Casiopea. No estaba en ninguna órbita planetaria y durante mucho tiempo ocupó el lugar en que la vi por primera vez. No sabía cómo identificarla y la llamé Nova porque era verdaderamente una maravillosa novedad en la negritud del firmamento”.
           También resultaba fascinante que aquella estrella aumentaba su luminosidad a medida que transcurrían las semanas hasta que empezó a declinar y desaparecer totalmente del cielo al término de 16 meses. Lo que Tycho Brahe había detectado era lo que ahora se conoce como supernova, una estrella que entra en un estado de reacción termonuclear y estalla produciendo una intensa luminosidad.  Con este hallazgo se terminó para siempre la teoría aristotélica que establecía la inmutabilidad del universo.
          Muerto el rey Federico II, ascendió al trono su hijo Cristian IV que no congeniaba con el astrónomo y le quitó gran parte de los beneficios que había recibido del monarca anterior. Por entonces, la fama de Tycho era enorme y fue invitado por el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Rodolfo de Habsburgo, para instalarse en Praga en un palacio renacentista que no tenía mucho que envidiarle a Uraniburg.
          Fue allí que contrató los servicios de un ayudante, el matemático Johannes Kepler, que también era amante de la astronomía. A semejanza de Tycho Brahe era de fuerte carácter y muy pretencioso, pero éste percibió el talento de Kepler y la sociedad entre ambos se mantuvo. La relación duró menos de un año porque Tycho Brahe enfermó gravemente, pero antes de morir le confió sus tablas astronómicas que le sirvieron a Kepler para elaborar las tres leyes que dieron lugar a la astronomía moderna.

                   Johannes Kepler (1571-1630)

           La primera ley establece que los planetas al girar alrededor del sol describen elipses y no circunferencias como se creía hasta entonces. La segunda ley señala que los planetas en su recurrido barren áreas iguales en tiempos iguales, lo que significa que como el sol está en una posición excéntrica de la elipse, al acercarse a él, la velocidad de los planetas se acelera. Con esto se rompía el concepto de que los cuerpos celestes mantenían una velocidad constante. La tercera ley establece que la velocidad de los planetas es inversamente proporcional a la distancia que se encuentran del sol.
          Un solo error cometió Tycho Brahe: persistir en la teoría geocéntrica de Ptolomeo cuando por entonces Copérnico había demostrado que la Tierra gira alrededor del sol y no a la inversa.

 Leonardo Moledo. El hombre de la nariz de oro. Página 12, 11/04/2007.
Leonardo Moledo. La derrota del círculo. Página 12, 06/07/2007.
What Hamlet saw at Elsinore. The Guardian, 28/10/2004.
Carmen Huergo, Angel rodríguez Lozano. Biografía de Tycho Brahe.Ciencia y Genios. Bajado el 20/05/2018. https://www.youtube.com/watch?v=3xsVUpxA8Lw



viernes, 21 de diciembre de 2018

LUCES Y SOMBRAS EN LA HISTORIA Y EL ARTE


Estimados amigos y lectores de El Mordaz
 En primer lugar les deseo a todos muy Felices Fiestas
 En segundo lugar les quiero informar que ya está en venta mi libro “Luces y sombras en la historia y el arte”, que es una selección de 50 artículos de El Mordaz
El libro cuesta el equivalente a 20 porque está editado en España, pero la editorial, que se llama MUNDOPALABRAS, tiene contacto con librerías de Buenos Aires al valor de 14,50.
Estas librerías son:
            Boutique del Libro, (Unicenter) Tel: 47174873
Librería Paidos, Galería Las Heras Las Heras Av. General Las Heras 3741 Tel: 48012860
Librería Waldhuter, Av Santa Fe 1685 Tel 48126685.
QUADE SRL, Bolivar 257 Córdoba Tel 03514681089

También se puede adquirir en la versión kindle haciendo click en el logo situado arriba a la derecha de esta página y que representa la tapa del libro.
Para los que viven en el extranjero o tengan problemas en la adquisición del libro, se pueden contactar con Taira de Nicolás en MUNDOPALABRAS a tdenicolas@mundopalabras.es o directamente comprarlo por Amazon.

Para los lectores de México, el libro debe solicitarse a las librerías Ghandi Tel 2625 0606 y CDMX o 01 55 2625 0606.
Para los lectores de Colombia, el libro se debe solicitar a Librería de la U Tel +57 320 8500513
Para los lectores de España. La lista de librerías es muy extensa y sugiero que consulten a MUNDOPALABRAS o a Taira de Nicolás
Los artículos que contiene el libro son:
El pudor de la historia....................................................................................9
Encuentro de titanes.....................................................................................13
Balboa: el hombre del tonel..........................................................................17
Rescatando a la reina Juana de su locura...................................................21
Vincenzo Galilei y su hijo Galileo................................................................25
El hombre de las estrellas.............................................................................31
El placer del chocolate..................................................................................37
John Montagu, el jugador compulsivo........................................................41
Salieri el maldito..........................................................................................45
Schikaneder y la Flauta Mágica..................................................................49
Goya, el pintor de la paz y de la guerra.......................................................53
La batalla de Waterloo.................................................................................59
La maja desnuda.............................................................................................63
James/Margaret y Enrique/Enriqueta.......................................................69
La abuela de Gauguin...................................................................................75
Manuela la indomable.................................................................................81
Sutter, de millonario a pordiosero.............................................................87
Un libro en siete días....................................................................................91
El naufragio que inspiró una novela..........................................................95
Leland Stanford y el ferrocarril...................................................................99
El loco de los gatos.....................................................................................105
Camille y sus demonios.............................................................................109
El coronel y el anarquista...........................................................................113
Navidad insólita..........................................................................................119
El canal de Panamá.....................................................................................123
La virtud de la prudencia............................................................................127
Lord Carnarvon y Howard Carter..............................................................131
La transgresión de Carl Jung......................................................................135
Einar, Lili y Gerda.......................................................................................139
La artista de Senlis......................................................................................145
El gran estafador Victor Lustig..................................................................149
El dios de la danza.......................................................................................153
El espía que Stalin ignoró...........................................................................157
La Cueva de Montesinos.............................................................................163
Espía por convicción...................................................................................167
Mariposas negras........................................................................................173
Tócala de nuevo, Sam..................................................................................177
Ella y Billie....................................................................................................181
Irena Sendler y Raoul Wallenberg.............................................................187
El obsesivo Howard Hughes......................................................................193
Ho y Giap......................................................................................................197
La dignidad de Howard Fast.....................................................................203
Suicidio apocalíptico..................................................................................207
Talidomida: la droga diabólica...................................................................213
La larga lucha de Boris................................................................................219
La guerra del agua......................................................................................225
Memorias prodigiosas...............................................................................229
Longevidad.................................................................................................233
Cuidado con el 13........................................................................................237
La resiliencia de Sara Rus...........................................................................241

Si lo compran y les gusta, agradeceré mucho que lo difundan

Muchas gracias y nuevamente muy Felices Fiestas








sábado, 15 de diciembre de 2018

VICTORIA LA TRANSGRESORA


En estos días, en Buenos Aires, a consecuencia del video de la actriz Thelma Fardin sobre la agresión sexual que recibió por parte de Juan Darthés, se desencadenó una catarata de denuncias similares y la TV y los diarios ocuparon horas de imágenes y ríos de tinta sobre el acoso sexual y el comportamiento de estos energúmenos. Por eso el blog actual es sobre Victoria Ocampo, una feminista y transgresora de una época en que esas actividades eran escandalosas para la pacata sociedad porteña.

La casa de Mar del Plata
Hace unos años, estando en Mar del Plata, visitamos la casa que tenía Victoria Ocampo para pasar sus vacaciones. Es una estructura con soportes de hierro toda hecha en madera que vino completamente desarmada desde Inglaterra y por lo tanto posee un típico estilo inglés. Actualmente funciona como centro cultural que lleva el nombre de su dueña.

           Centro Cultural Villa Victoria Ocampo (Mar del Plata)

               El día que la visitamos había una exposición itinerante sobre el primer gobierno de Perón. Toda una ironía ya que el régimen la encarceló en 1953 por su activismo antiperonista. Fueron solo 20 días en que Victoria se comportó dignamente en la prisión del Buen Pastor, debiendo lavar su propia vajilla después de las comidas, algo que seguramente hasta entonces jamás había hecho. La monja carcelera les pidió que se identificaran con un número, pero Victoria convenció a las demás presas a grabar en un trozo de género el nombre de cada una. Cuando la liberaron descosió el nombre y se lo llevó. “Es uno de los recuerdos más queridos que conservo”, dijo en una ocasión.
Volviendo a la casa de verano de Mar del Plata, fue también un refugio de amor donde Victoria pasó días felices con Julián Martínez al que conoció en Roma durante su luna de miel con Luis Bernardo de Estrada, su flamante esposo apodado “Monaco” y primo de Julián. Sucede que Monaco provenía de una familia ultracatólica y conservadora y a Victoria le resultaba sumamente aburrido y convencional. La separación se produjo muy pronto y el factor desencadenante fue cuando ella descubrió una carta de Estrada a un amigo en la que le aseguraba que los deseos de su esposa por ser actriz desaparecerían cuando quedara embarazada.


                                          Victoria Ocampo (1890-1979)

Victoria tenía una personalidad con la fortaleza necesaria para poder desprenderse de la formación que recibió en su infancia creada por gobernantas en el seno de una familia aristocrática, que sin embargo tuvo el buen tino de darle una buena educación y el dominio total del francés y del inglés, que más tarde le servirían para conectarse con filósofos, escritores y ensayistas de toda Europa.
Sin duda Victoria y Silvina, brillante escritora opacada por la imagen de su hermana, resultaron ser los dos personajes más importantes en el extenso árbol genealógico de la dinastía Ocampo. Haciendo un rápido repaso de sus antepasados, parece que todo comenzó con un paje gallego de la reina Isabel la Católica. El siglo XIX fue el más fructífero en relaciones familiares, ya que tangencialmente ingresan en la genealogía de la familia el retratista Prilidiano Pueyrredón y el escritor José Hernández.
En tan extensa prosapia no podía faltar algún acontecimiento trágico y con ribetes escandalosos. Fue el 30 de enero de 1872 cuando, mucho antes de que se conociera el término “femicidio”, la adinerada y sumamente hermosa dama porteña Felicitas Guerrero, fue asesinada por su esposo Enrique Ocampo, tío abuelo de Victoria, quien seguidamente se suicidó o lo mataron.
El gran salto de Victoria lo podemos ubicar al cumplir ella 39 años o sea en 1929, cuando logró escabullirse del mundo convencional de su familia. Se rotuló agnóstica, fumaba, adoptó un look vanguardista con melena corta a la garçon y fue la primera mujer que obtuvo carnet de conductor y manejó su vehículo sin ayuda de chofer, actitudes que en los albores del siglo XX eran verdaderas transgresiones.
La revista Sur


Tapa de uno de los números de Sur

Sin embargo, dentro de las nuevas pautas y actitudes de Victoria, hay dos acontecimientos que se destacan y son de enorme relevancia: la fundación de la editorial y revista Sur en 1931 y su militancia feminista. Su proyecto más ambicioso fue la creación de esta publicación, acompañada por Waldo Frank y su gran amiga María Rosa Oliver, y el apoyo incondicional de Ortega y Gasset.
Sur logró varios objetivos, hizo que Victoria dejase de escribir en francés sus notas y cuentos, fue la herramienta para estrechar relaciones con los filósofos y escritores más destacados de Europa y del resto del mundo y por medio de estos, logró que Sur se transformase en la revista literaria con avanzada estética y cultural más importante en lengua española.
Fue en Sur donde Jorge Luis Borges, quién se ejercitaba con relativa abundancia en otras publicaciones, dio a luz los textos fundamentales de ese período borgiano. Borges incluso llegó a integrar el Consejo de Redacción de la revista.
Sur alcanzó enorme prestigio desde sus comienzos y así lo demostraron las mejores plumas de la literatura con estos conceptos: Julio Cortázar: “…nos ayudó a los estudiantes que en la década de 1930 al 1940 tentábamos un camino, titubeando entre tantos errores, tantas abyectas facilidades y mentiras". Rafael Alberti: “Esa revista y esos libros nos ligaban al mundo de la cultura”. Octavio Paz: “Sur no es sólo un revista o una institución: es una tradición del espíritu... [Victoria] ha hecho lo que nadie antes había hecho en América”.
No faltaron los detractores: grupos nacionalistas denunciaron la colaboración de personalidades extranjeras en la revista, alegando que Ocampo solamente quería satisfacer a lectores de otros países. Por su parte la Curia, constituida por el más rancio conservadurismo, declaró a Victoria “persona no grata”, por su amistad con escritores y filósofos considerados enemigos de la Iglesia como Rabindanath Tagore, Jiddu Krishnamurti y André Malraux. Estas críticas y condenas tuvieron como caldo de cultivo el período fascista de la Década Infame (1930-1943).


                   Victoria Ocampo con el compositor Igor Stravinsky

Lamentablemente Sur se editaba en forma muy irregular, hubo años de cuatro números, otros de dos y hubo un año en que la revista ni siquiera salió a la venta. Los costos de mantenimiento eran altos y si bien Victoria era una mujer adinerada Sur vio la luz por última vez en 1992 completando 371 publicaciones. Su creadora ya había fallecido en 1979.
Lucha por los derechos de la mujer
En cuanto a la militancia feminista de Victoria es un tema sin fisuras y sobre el cual no hay controversias. Fue María Rosa Oliver quien la estimuló para ser activista de UMA (Unión de Mujeres Argentinas), una ONG social y política, destinada a defender los derechos de la mujer. Fundada en 1947, mantiene plena vigencia en la actualidad. Sin embargo, es probable que el germen inicial haya sido su abuela, no precisamente por sus ideas sino porque portaba un anillo de oro obsequiado por su esposo con el lema grabado “Encadenada y feliz”, según solía comentar Victoria con indignación.
Su militancia por igualar los derechos de la mujer la hizo desde su revista, otorgando espacio a escritoras mujeres y publicando columnas y discusión y controversias con el español José Benjamín y con Ernesto Sábato, quienes no eran proclives a cederle terreno a las mujeres.
Lideró una dura campaña contra la iniciativa de un grupo de jueces que pretendían modificar el Código Civil con el objetivo de inhibir a la mujer casada para administrar sus propios bienes a favor de su marido y lo autorizaran a anular el vínculo si éste comprobaba que la esposa no era virgen al contraer matrimonio. El grado de machismo de estos jueces incluía la autorización del marido para que las mujeres trabajaran o ejercieran cualquier tipo de profesión.
Victoria y el nazismo
Victoria siempre repudió los regímenes totalitarios, pero el nazismo fue el que le produjo la mayor aversión. En 1939 rescató a la fotógrafa francesa judía Giselle Frend a quien le pagó el pasaje a la Argentina y se transformó en una colaboradora de su revista. No tuvo el mismo éxito con el escritor rumano Benjamín Fondane, quien había viajado en dos ocasiones a Buenos Aires invitado por Victoria pero al menos pudo rescatar su obra antes de que cayera en manos de las SS y fuera quemada.
En 1946 fue invitada por el British Council para que presenciara el Juicio de Nuremberg y se constituyó en la única mujer de América Latina que asistió a sus sesiones. Allí pudo ver y escuchar las pruebas de la ignominia: pantallas de piel humana, toneladas de pelo, parvas de anteojos, jabón hecho con grasa de las víctimas y miles de cadáveres esqueléticos amontonados en las fosas de los campos de concentración. Todos estos horrores y el rechazo que le produjeron los jerarcas nazis los volcó en varios capítulos de su autobiografía.
La vida de Victoria Ocampo fue tan prolífica en viajes y contactos con escritores, dramaturgos, compositores y filósofos de todo el mundo, que detallarlos agotaría al lector. Recomiendo al respecto su autobiografía o Testimonios, de la cual hubo una reedición en 2014 cuando se cumplieron 35 años de su muerte. También es muy interesante hacer una visita guiada a la mansión de Victoria en Beccar, llamada Villa Ocampo, donde vivió parte de su vida y que actualmente es patrimonio de la UNESCO.

                 
                                Villa Ocampo en la localidad de San Isidro

Juan Javiero Negri. El Holocausto en la memoria de Victoria Ocampo. La Nación 28/03/2013.
Victoria Ocampo. Wikipedia. https://es.wikipedia.org/wiki/Victoria_Ocampo. Consultado el 03/11/2017.
Felisa Pinto. Victoria para todas. Suplemento Las 12 de Página 12, 04/03/2011.

martes, 4 de diciembre de 2018

PSICOSIS


Psicosis, estrenada en 1961, fue la película que multiplicó la fama de Alfred Hitchcock y lo volvió millonario, además de estar llena de curiosas y exquisitas anécdotas. También marcó un hito en la historia del género terror, o thriller como se designa actualmente a este estilo.

                                      Alfred Hitchcok (1899-1980)

A comienzos de 1960, Hitchcock estaba sólidamente posicionado como el cineasta del suspenso. Sus producciones eran prolijas, sin mayores altibajos y el suspenso era un condimento distribuido homogéneamente a lo largo de sus films. Sin embargo, Hitchcock era consciente que aún no había producido una obra cumbre, una película que pudiera transformarse en la referente del género. A los guiones de su filmografía les faltaba un aditamento: el terror.
Fue entonces que cayó en sus manos Psycho (psicótico), la novela de Robert Bloch, basada sobre la historia real de Ed Gein, un asesino serial, totalmente desquiciado que mataba mujeres, las mutilaba y hacía con sus pieles pantallas para lámparas y otras perversidades. Hitchcock no tenía intención de llegar a tales extremos de depravación, pero en el contenido de la obra había excelentes escenas que podían paralizar al espectador.
Tenía que resolver dos problemas: el guionista y los actores adecuados. El primero, Joseph Stefano, realizó una excelente adaptación del libro después de largas discusiones con Hitchcok en la que también participó su talentosa esposa Alma Reville. Ya se había decidido que la actriz sería Janet Leigh, pero había que buscar quien sería el personaje principal, o sea el asesino. Una entrevista con Anthony Perkins lo convenció de que era el candidato que encajaba a la perfección. Perkins tenía una mirada penetrante, se movía en forma inquieta y cada tanto le surgía un tic nervioso. En su diálogo con Hitchcok le confesó que en su infancia tenía un gran Edipo con su madre y había deseado la muerte de su padre, cosa que ocurrió como consecuencia de un infarto cuando él tenía 5 años. Desde entonces no pudo superar el complejo de culpa. Era un neurótico perfecto.

                    Anthony Perkins en una escena del film

Hitchcock recurrió a la compañía Paramount para que aceptara y financiara el film, pero el directorio consideró que tenía escenas demasiado fuertes y el proyecto terminaría en un rotundo fracaso. Finalmente se llegó a un acuerdo reduciendo los costos a una producción en blanco y negro y él renunciaba a sus honorarios de 250.000 dólares a cambio de un 60% de las ganancias que llegara a producir la película. Además, puso una gran suma de su propio bolsillo. Seguidamente le compró a Bloch los derechos de autor por 9000 dólares. Se había jugado el todo por el todo, en el peor de los casos se transformaría en un individuo agobiado por las deudas. En el mejor de los casos recuperaría el dinero y hasta obtendría alguna ganancia, o quizás ¿podría llegar a convertirse en un éxito?
Hitchock mandó comprar en las librerías los ejemplares de Psycho para que el público no tuviera conocimiento previo del argumento. Juntó a todo el equipo de producción y solemnemente le hizo jurar que no comentarían el argumento a nadie, incluyendo a los familiares más cercanos. Previo al estreno hizo saber al público que la película tenía escenas impactantes y desaconsejaba que la vieran personas muy sensibles o con problemas cardíacos. Obviamente, esto produjo el efecto contrario al despertar el morbo y la curiosidad de la gente.
La película tiene varias características destacables. Al principio se ve a Janet Leigh en el papel de Marion junto con su amante, ambos en ropa interior. Es evidente que tuvieron sexo, pero en aquellos tiempos no se mostraban escenas explícitas, pese a lo cual constituyó una novedad en la historia de Hollywood. Y no faltaron las críticas de los paladines de la moral formal.
Marion roba dinero de la inmobiliaria donde trabaja y se aleja en su auto de la ciudad de Phoenix en Arizona. Ya de noche y ante la amenaza de tormenta encuentra un solitario motel y un poco más alejada sobre una colina se destaca entre los relámpagos una antigua mansión de estilo victoriano, lúgubre y en completa soledad. Hitchcock se inspiró en La casa junto al ferrocarril, una pintura de Edward Hooper, pintor realista contemporáneo. Allí vive Norman Bates, el asesino serial que en su locura conserva un cadáver momificado, sentado en un sofá y vestido con ropa de mujer. De los ojos solo quedan dos cuencas vacías y la boca sin labios, completamente abierta, muestra una dentadura impecablemente blanca como si estuviera lanzando una risotada de ultratumba. Se trata de la señora Bates, la madre de Norman, pero esta escena, que es muy impactante y que se muestra casi al final de la película, no constituye el momento culmine de tensión.


                La casa junto al ferrocarril de Edward Hooper

Marion ingresa al motel y es atendida por Bates que le ofrece una habitación. Antes de acostarse decide ducharse y mientras lo hace, es espiada por Bates a través de un orifico en la pared. Aquí se produce la primera y la más importante escena de horror y sin antecedentes en la historia de la cinematografía. Mientras ella disfruta de la ducha, la cortina de la bañera muestra una sombra, muy débil al principio que se va haciendo cada vez más marcada y próxima hasta que la cortina es bruscamente descorrida por una figura femenina que blande un largo cuchillo con el cual apuñala a Marion con repetida furia. Sus alaridos de pánico y de dolor se acompañan de un fondo musical de alto volumen, constituido por un chirrido de violines, violas y violoncelos, que una encuesta realizada en Gran Bretaña la calificó como la banda sonora más terrorífica de la historia cinematográfica.

            La clásica imagen de Janet Leigh en el momento en que es atacada en la bañera

Ahora la cámara se dirige hacia el piso de la bañera mostrando la sangre que arrastrada por el agua desaparece lentamente por el orificio de desagüe que se va agrandando hasta ocupar toda la pantalla y súbitamente es reemplazado por una gigantesca pupila. A medida que la cámara se va alejando surge el resto del ojo, luego el rostro y finalmente la cabeza y parte del cuerpo de Marion apoyado sobre el borde de la bañera. La escena dura solo tres minutos, pero Hitchock que la consideraba la parte culminante de la película, le dedicó 7 días y decenas de tomas desde diferentes ángulos.
El día del estreno había cuadras de cola y los gritos y alaridos de los espectadores se mezclaron con los de Janet Leigh en la pantalla. Vi la película junto con quien entonces era mi novia, cuando ambos teníamos 21 años. No recuerdo si  grité espantado, pero tengo la vivencia de habernos quedado petrificados en la butaca. Muchas personas, probablemente decenas de miles, incluyendo a la propia actriz, optaron por no usar cortinas al ducharse.
Solo en el estreno, la película recaudó quince millones de dólares y fue la base para muchas otras obras que se inspiraron con distintas variantes en las escenas de Psycho.
Cuando la filmación terminó, Janet Leigh se acercó a Hitchcock y le expresó su satisfacción por haber trabajado con él. “Me dijeron que usted era un tirano insoportable, pero yo nunca lo sentí así”. Acto seguido ingresó a su camarín para cambiarse. Se escuchó un alarido y Janet salió entre enojada y sonriente. “La señora Bates me preguntó si podía utilizar tu camarín por un momento y yo le contesté que seguramente no tendrías inconveniente alguno en compartirlo con ella”, le dijo Hitchcock con su flema habitual y la mejor cara de inocente.
          Un detalle final, en Argentina y en muchos países la película se llamó Psicosis, que es una enfermedad mental grave. El nombre original: Psycho significa psicótico.

Rodrigo Fresan. Norman y nosotros. Página 12, 17,08,2010.
José Pablo Feinman. Detrás de todo gran hombre. Radar Página 12, 03,03,2013.
Peter Brasshaw. My favourite Hitchcock: Psycho. The Guardian 23,07,2012.


jueves, 22 de noviembre de 2018

HOGARTH Y LA VIDA LONDINENSE




                   William Hogarth (1697-1764). Autorretrato, Tate Britain, Londres.

El cuadro muestra seis rostros distribuidos en forma caprichosa en el lienzo. No se trata de nobles y mucho menos de personajes de la realeza. Son facciones de gente sencilla y las cofias que llevan las mujeres revelan que están encargadas del servicio doméstico. Forman parte de la servidumbre de quien los está pintando. Fueron posando en forma sucesiva hasta ocupar el lugar correspondiente en la tela. Cada uno con su propia individualidad, su apariencia natural y sus vestimentas cotidianas de trabajo. Se nota que el artista ha tratado cada rostro con cariño, lo cual es coherente con las fuentes contemporáneas al autor, que señalan que sus criados le tenían una gran devoción. Estoy hablando de William Hogarth.

                Los sirvientes de William Hogarth. Tate Gallery, Londres.

                Esta obra era totalmente atípica en la Inglaterra del siglo XVIII, porque a ningún artista de posición económica holgada, como lo revela el hecho de poseer seis personas en el servicio doméstico, se le ocurriría pintar a sus sirvientes. Ocurre que Hogarth fue un pintor diferente, ingenioso, satírico, subversivo y dotado de gran talento, pero por sobre todas las cosas se caracterizó por su sensibilidad humana y una aguda capacidad para observar y satirizar la sociedad londinense de su época.
         Nació en un hogar humilde de Londres ya que su padre enseñaba latín en las escuelas y por entonces los maestros recibían sueldos paupérrimos. Por lo tanto, Hogarth convivió con los niños y gente pobre que pululaban en las calles de su vecindario. Los recuerdos de su infancia los expresó después en pinturas y grabados, que mostraban una Londres sucia, sórdida y populosa.
          Durante parte de su adolescencia trabajó de aprendiz en un taller de grabado y a los 23 años instaló su propio negocio que le permitió vivir con la venta de grabados en cobre realizando escudos, blasones, tarjetas comerciales e ilustraciones de libros. No faltaron quienes copiaron su trabajo y después de una lucha judicial logró que el Parlamento dictara una ley de protección sobre la autoría de grabados que pasó a llamarse la Ley de Hogarth. Podemos decir que estuvo entre los pioneros que protegieron los derechos de autor: los conocidos copyright.
         Se mezcló con la vida cotidiana de la clase baja y media de Londres y frecuentó, prostíbulos, bares y tabernas donde estableció relaciones con escritores, dramaturgos, filósofos y soñadores que enriquecieron su conocimiento sobre las costumbres, vicios y hábitos de los habitantes. Todas estas impresiones las plasmó en grabados y pinturas donde ridiculizó, satirizó y desnudó en forma despiadada la escasa moral de amplios sectores de la burguesía. 
         Se considera que ningún otro artista logró definir un periodo de la historia británica de forma tan impactante y perdurable como Hogarth. La expresión ‘Hogarth’s age’ (la era de Hogarth) se utiliza a menudo en Gran Bretaña para describir la primera mitad del siglo XVIII, al igual que el Londres de Hogarth que pasó a definir la capital inglesa durante esa época.
          Son muchas las obras dedicadas a esta temática, pero seleccioné la llamada Matrimonio a la moda que consiste en una serie de seis cuadros pintados entre 1743 y 1745 y que muestran la frecuencia con que los matrimonios se llevaban a cabo esencialmente por razones económicas, el amor, si existía, estaba relegado a un segundo puesto. Aquí se presentan la primera y la segunda obra de la serie, donde se pueden apreciar numerosos detalles alegóricos que enriquecen las escenas.
        Cuadro primero. El episodio ocurre en el salón de una familia aristocrática donde el lord, que se encuentra apremiado económicamente por deudas, está concertando el casamiento de su hijo con una joven, hija de un rico mercader. Se encuentra sentado a la derecha y señala con su mano izquierda un documento con su árbol genealógico que se remonta a la Edad Media y sugiere la importancia de su linaje. Su pierna derecha descansa sobre un banquillo y el pie vendado significa que el lord padece de gota, enfermedad de la clase alta, que tenía acceso a una abundante alimentación y que desde Hipócrates se la llamaba “la artritis de los ricos”. Juntos con el lord y sentados alrededor de una mesa circular se encuentran el abogado y el mercader, todos discutiendo las cláusulas del matrimonio que en realidad es un arreglo comercial.

        William Hogarth, Matrimonio a la moda. Escena 1, Tate Gallery Londres

             En el extremo izquierdo del cuadro se encuentra su hijo vestido con una casaca azul, comiendo bombones mientras se mira en un espejo indiferente al arreglo matrimonial que se está llevando a cabo. En su rostro se destaca una marca negra, señal de que padece sífilis. A su derecha se encuentra la joven que será su futura esposa y llora tristemente mientras un familiar trata de consolarla. Dos perros encadenados entre sí en una esquina reflejan la situación de la pareja.
         Cuadro 2. Siempre separados, la pareja se encuentra a ambos lados de una chimenea. El hombre con rostro cansado, los ojos cerrados y vulgarmente tumbado sobre una silla, acaba de llegar de una noche de juego, bebida y libertinaje. El perro huele una cofia que no pertenece a su ama y que sobresale del bolsillo de su casaca. La esposa se muestra satisfecha y su rostro sugiere que en la ausencia de su marido introdujo a un amante en la mansión. Una silla volcada, un instrumento musical tirado y una partitura abierta indican que hubo música y baile, sinónimos de placer.
El contador de la familia figura a la izquierda de la escena y mientras sostiene con una mano, numerosas demandas y facturas impagas, se lleva la otra mano a la cabeza en un gesto de desesperación ante la indolencia de la pareja. Sobre la chimenea se aprecian adornos de baja calidad, signos de la dificultad financiera del matrimonio.

William Hogarth. Matrimonio a la Moda, escena 2.

                 La serie de los cuadros siguientes, que por razones de espacio no los incluyo, muestran el deterioro del matrimonio, cada uno tiene su respectivo amante y ahora debido a los apremios económicos habitan una mansión de muy baja categoría. El marido de la mujer es asesinado por el amante de ella que escapa por una ventana, pero es atrapado y condenado a morir ahorcado. Finalmente, en la última escena la mujer se encuentra moribunda porque ha ingerido un veneno. Una sirvienta le acerca la hija para que bese a la madre. Aquí, Hogarth no se ha privado de elevar al máximo el deterioro de esa familia ya que se ve a la niña con una marca de sífilis en el rostro.
                 William Thackeray, el más destacado escritor inglés, después de Charles Dickens, puso en la literatura lo que Hogarth describió en sus pinturas. Con su humor irónico, corrosivo y realista, después de contemplar la serie de Matrimonio a la moda, escribió las siguientes máximas:
            No preste atención a los consejos de lenguas viperinas.     
No contraiga matrimonio con un hombre por su rango o con una mujer por
su dinero.
No frecuente reuniones ni bailes de máscaras a espaldas de su marido.
No se junte con personas libertinas ni descuide a su esposa.
De lo contrario usted se encamina hacia la ruina y terminará ajusticiado.

Hogarth, William. Encyclopaedia Britannica, tomo 5, Chicago 1995.
Diana Fernández. La Pintura Satírica-William Hogarth. Vestuario Escénico, 23/07/2012. Disponible en:https://vestuarioescenico.wordpress.com/2012/07/23/la-pintura-satirica-william-hogarth/
William Hogarth. Biografía y características de su obra. TheCult.es, 05/08/2010. Disponible en: http://www.thecult.es/Arte/william-hogarth-biografia-y-caracteristicas-de-su-obra.html