En estos días, en Buenos
Aires, a consecuencia del video de la actriz Thelma Fardin sobre la agresión
sexual que recibió por parte de Juan Darthés, se desencadenó una catarata de
denuncias similares y la TV y los diarios ocuparon horas de imágenes y ríos de
tinta sobre el acoso sexual y el comportamiento de estos energúmenos. Por eso el
blog actual es sobre Victoria Ocampo, una feminista y transgresora de una época
en que esas actividades eran escandalosas para la pacata sociedad porteña.
La
casa de Mar del Plata
Hace unos años, estando en Mar del Plata,
visitamos la casa que tenía Victoria Ocampo para pasar sus vacaciones. Es una
estructura con soportes de hierro toda hecha en madera que vino completamente
desarmada desde Inglaterra y por lo tanto posee un típico estilo inglés.
Actualmente funciona como centro cultural que lleva el nombre de su dueña.
Centro
Cultural Villa Victoria Ocampo (Mar del Plata)
El
día que la visitamos había una exposición itinerante sobre el primer gobierno
de Perón. Toda una ironía ya que el régimen la encarceló en 1953 por su
activismo antiperonista. Fueron solo 20 días en que Victoria se comportó
dignamente en la prisión del Buen Pastor, debiendo lavar su propia vajilla
después de las comidas, algo que seguramente hasta entonces jamás había hecho. La
monja carcelera les pidió que se identificaran con un número, pero Victoria
convenció a las demás presas a grabar en un trozo de género el nombre de cada
una. Cuando la liberaron descosió el nombre y se lo llevó. “Es uno de los
recuerdos más queridos que conservo”, dijo en una ocasión.
Volviendo a la casa de verano de Mar del
Plata, fue también un refugio de amor donde Victoria pasó días felices con Julián
Martínez al que conoció en Roma durante su luna de miel con Luis Bernardo de
Estrada, su flamante esposo apodado “Monaco” y primo de Julián. Sucede que
Monaco provenía de una familia ultracatólica y conservadora y a Victoria le
resultaba sumamente aburrido y convencional. La separación se produjo muy pronto y el factor
desencadenante fue cuando ella descubrió una carta de Estrada a un amigo en la
que le aseguraba que los deseos de su esposa por ser actriz desaparecerían
cuando quedara embarazada.
Victoria Ocampo (1890-1979)
Victoria tenía una personalidad con la
fortaleza necesaria para poder desprenderse de la formación que recibió en su
infancia creada por gobernantas en el seno de una familia aristocrática, que
sin embargo tuvo el buen tino de darle una buena educación y el dominio total
del francés y del inglés, que más tarde le servirían para conectarse con
filósofos, escritores y ensayistas de toda Europa.
Sin duda Victoria y Silvina, brillante
escritora opacada por la imagen de su hermana, resultaron ser los dos
personajes más importantes en el extenso árbol genealógico de la dinastía
Ocampo. Haciendo un rápido repaso de sus antepasados, parece que todo comenzó
con un paje gallego de la reina Isabel la Católica. El siglo XIX fue el más
fructífero en relaciones familiares, ya que tangencialmente ingresan en la
genealogía de la familia el retratista Prilidiano Pueyrredón y el escritor José
Hernández.
En tan extensa prosapia no podía faltar algún
acontecimiento trágico y con ribetes escandalosos. Fue el 30 de enero de 1872
cuando, mucho antes de que se conociera el término “femicidio”, la adinerada y
sumamente hermosa dama porteña Felicitas Guerrero, fue asesinada por su esposo Enrique
Ocampo, tío abuelo de Victoria, quien seguidamente se suicidó o lo mataron.
El gran salto de Victoria lo podemos
ubicar al cumplir ella 39 años o sea en 1929, cuando logró escabullirse del
mundo convencional de su familia. Se rotuló agnóstica, fumaba, adoptó un look vanguardista con melena corta a la garçon y fue la primera mujer que
obtuvo carnet de conductor y manejó su vehículo sin ayuda de chofer, actitudes que
en los albores del siglo XX eran verdaderas transgresiones.
La revista Sur
Tapa de uno de los números de Sur
Sin embargo, dentro de las nuevas
pautas y actitudes de Victoria, hay dos acontecimientos que se destacan y son
de enorme relevancia: la fundación de la editorial y revista Sur en 1931 y su militancia feminista. Su proyecto más ambicioso fue la creación de esta
publicación, acompañada por Waldo Frank y su gran amiga María Rosa Oliver, y el
apoyo incondicional de Ortega y Gasset.
Sur logró varios objetivos, hizo que Victoria dejase de escribir en
francés sus notas y cuentos, fue la herramienta para estrechar relaciones con
los filósofos y escritores más destacados de Europa y del resto del mundo y por
medio de estos, logró que Sur se transformase en la revista literaria con
avanzada estética y cultural más importante en lengua española.
Fue en Sur donde Jorge Luis Borges, quién se
ejercitaba con relativa abundancia en otras publicaciones, dio a luz los textos
fundamentales de ese período borgiano. Borges incluso llegó a integrar el
Consejo de Redacción de la revista.
Sur alcanzó enorme prestigio desde sus comienzos y así lo demostraron
las mejores plumas de la literatura con estos conceptos: Julio Cortázar: “…nos
ayudó a los estudiantes que en la década de 1930 al 1940 tentábamos un camino,
titubeando entre tantos errores, tantas abyectas facilidades y mentiras". Rafael Alberti: “Esa revista
y esos libros nos ligaban al mundo de la cultura”. Octavio Paz: “Sur no
es sólo un revista o una institución: es una tradición del espíritu...
[Victoria] ha hecho lo que nadie antes había hecho en América”.
No faltaron los
detractores: grupos nacionalistas denunciaron la colaboración de
personalidades extranjeras en la revista, alegando que Ocampo solamente quería
satisfacer a lectores de otros países. Por su parte la Curia, constituida por
el más rancio conservadurismo, declaró a Victoria “persona no grata”, por su
amistad con escritores y filósofos considerados enemigos de la Iglesia como
Rabindanath Tagore, Jiddu Krishnamurti y André Malraux. Estas críticas y
condenas tuvieron como caldo de cultivo el período fascista de la Década Infame
(1930-1943).
Victoria Ocampo con el compositor Igor
Stravinsky
Lamentablemente
Sur se editaba en forma muy
irregular, hubo años de cuatro números, otros de dos y hubo un año en que la
revista ni siquiera salió a la venta. Los costos de mantenimiento eran altos y
si bien Victoria era una mujer adinerada Sur
vio la luz por última vez en 1992 completando 371 publicaciones. Su creadora ya
había fallecido en 1979.
Lucha por los derechos de
la mujer
En cuanto a la militancia
feminista de Victoria es un tema sin fisuras y sobre el cual no hay
controversias. Fue María Rosa Oliver quien la estimuló para ser activista de UMA
(Unión de Mujeres Argentinas), una ONG social y política, destinada a defender
los derechos de la mujer. Fundada en 1947, mantiene plena vigencia en la
actualidad. Sin embargo, es probable que el germen inicial haya sido su abuela,
no precisamente por sus ideas sino porque portaba un anillo de oro obsequiado por su
esposo con el lema grabado “Encadenada y feliz”, según solía comentar Victoria
con indignación.
Su militancia por igualar
los derechos de la mujer la hizo desde su revista, otorgando espacio a
escritoras mujeres y publicando columnas y discusión y controversias con el
español José Benjamín y con Ernesto Sábato, quienes no eran proclives a cederle
terreno a las mujeres.
Lideró una dura campaña
contra la iniciativa de un grupo de jueces que pretendían modificar el Código
Civil con el objetivo de inhibir a la mujer casada para administrar sus propios
bienes a favor de su marido y lo autorizaran a anular el vínculo si éste comprobaba
que la esposa no era virgen al contraer matrimonio. El grado de machismo de
estos jueces incluía la autorización del marido para que las mujeres trabajaran
o ejercieran cualquier tipo de profesión.
Victoria y el nazismo
Victoria siempre repudió los
regímenes totalitarios, pero el nazismo fue el que le produjo la mayor
aversión. En 1939 rescató a la fotógrafa francesa judía Giselle Frend a quien
le pagó el pasaje a la Argentina y se transformó en una colaboradora de su
revista. No tuvo el mismo éxito con el escritor rumano Benjamín Fondane, quien
había viajado en dos ocasiones a Buenos Aires invitado por Victoria pero al
menos pudo rescatar su obra antes de que cayera en manos de las SS y fuera quemada.
En 1946 fue invitada por el British Council para que presenciara el
Juicio de Nuremberg y se constituyó en la única mujer de América Latina que
asistió a sus sesiones. Allí pudo ver y escuchar las pruebas de la ignominia:
pantallas de piel humana, toneladas de pelo, parvas de anteojos, jabón hecho
con grasa de las víctimas y miles de cadáveres esqueléticos amontonados en las
fosas de los campos de concentración. Todos estos horrores y el rechazo que le
produjeron los jerarcas nazis los volcó en varios capítulos de su
autobiografía.
La vida de Victoria Ocampo
fue tan prolífica en viajes y contactos con escritores, dramaturgos,
compositores y filósofos de todo el mundo, que detallarlos agotaría al lector.
Recomiendo al respecto su autobiografía o Testimonios,
de la cual hubo una reedición en 2014 cuando se cumplieron 35 años de su
muerte. También es muy interesante hacer una visita guiada a la mansión de
Victoria en Beccar, llamada Villa Ocampo, donde vivió parte de su vida y que
actualmente es patrimonio de la UNESCO.
Villa Ocampo en la localidad de San Isidro
Nora
Pasternac. Borges en Sur. https://biblioteca.itam.mx/estudios/60-89/60-61/NoraPasternacJorgeLuisBorgesenlarevistasur.pdf
Juan Javiero Negri. El Holocausto en la memoria de
Victoria Ocampo. La Nación 28/03/2013.
Victoria
Ocampo. Wikipedia. https://es.wikipedia.org/wiki/Victoria_Ocampo.
Consultado el 03/11/2017.
Felisa
Pinto. Victoria para todas. Suplemento Las 12 de Página 12, 04/03/2011.
una mujer muy lúcida, gracias Ricardo!
ResponderEliminarMuchas gracias ! AMIGAZO ! excelente comentario FELICITACIONES.
ResponderEliminarABBRACCIONE!!!!!!!!!
muy interesante saber sobre las mujeres que han aportado a la lucha por la igualdad de derechos en una epoca nada sencilla para hacerlo, desconocia algunos pormenores de esta escritora, Me interesaria saber tambien sobre su hermana Silvina
ResponderEliminarHola Mati: gracias por tus comentarios.Yo tengo tanta admiración por Silvia como por Victoria. Silvia tenía más talento para escribir, pero Victoria era más experta en relaciones públicas y sabía promocionarse. Esto determinó que Silvia quedara opacada. En algún momento evaluaré escribir sobre ella.
EliminarCariños
Hola Ricardo:
ResponderEliminarIgualmente. Lindo encontrarse en un evento con tanto cariño. Adry estaba muy contenta.
Muy interesante tu blog!! Vi la nota de Victoria Ocampo y tambien las de James/ Margaret y Enrique/ Enriqueta. Son elecciones tematicas interesantes
Veo que lees mucho, lo que es muy bueno para escribir también.
Gracias por compartir tu blog.
Un abrazo
Leer una nota inteligente sobre Victoria siempre es edificante...gracias
ResponderEliminarIMPERDIBLE ,INMEJORABLE,COMO TODOS TUS COMENTARIOS,RICARDO !!¡QUE BUENO SERIA SE EDITARA UN LIBRO CON ESTOS TRABAJOS TUYOS,QUE DA GUSTO LEER Y CONOCER !COMO ESOS OTROS DOS .QUE EDITASTE MUY OPORTUNANENTE,Y TENGO LA DISTINCION DE POSER.SOBRE LOS SUEÑOS Y EL TANGO -¡GRACIAS AMIGO !!!ELEGISTE MUY BIEN EL TEMA DEVICTORIA OCAMPO-!ESA GRAN VANGUARDISTA DE LA CULTURA Y DEL CONOCIMIENTO EN NUESTRO PAIS !!!SI TODA NUESTR ARISTOCRACIA FUERA ASI.....!!
ResponderEliminarMERCEDES
Hola Mercedes te doy la buena noticia de que acabo de publicar el libro: Luces y sombras en la historia y el arte. A la brevedad recibirás toda la información para adquirirlo
EliminarExcelente nota, como siempre! Gracias!
ResponderEliminarVictoria siempre me generó sentimientos contradictorios: admiración y agradecimiento por su militancia feminista y rechazo por su falta de empatía con las clases populares, en ese afán tan oligarca de mirar hacia Europa
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, pero el balance final fue muy positivo
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