“Sean capaces siempre de
sentir, en lo más hondo, cualquier injusticia realizada contra cualquiera, en
cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda del revolucionario.”
Ernesto
Ché Guevara
El 9 de
octubre se cumplen 49 años del asesinato de Ernesto ”Che” Guevara y esta nota
lo recuerda y homenajea relatando su etapa en Guatemala.
Viaje en motocicleta
En 1951 el estudiante de medicina Ernesto Guevara de la Serna y su amigo
el médico Alberto Granado se agenciaron una motocicleta usada y con ella
recorrieron el sur argentino. Luego se dirigieron hacia el norte por Chile y
pasaron por Bolivia, Perú Colombia y Venezuela.
Ernesto Guevara antes de su viaje en motocicleta
Ernesto volcó esa experiencia en un cuaderno publicado recientemente
bajo el título: Mi primer gran viaje.
Se trató de un período muy enriquecedor que le permitió tomar conciencia del
atraso y la pobreza en que estaba sumida la mayoría de los pueblos de América Latina.
Palpó las condiciones extremas que en los socavones vivían los mineros
chilenos, la explotación del campesino boliviano o la situación de los leprosos
en un instituto de Perú. Fue la primera etapa, la etapa informativa,
imprescindible para pasar a la siguiente: la revolucionaria.
A su regreso Ernesto terminó su carrera de medicina graduándose en 1953
con una tesis sobre alergia. Emprendió un nuevo viaje por América Latina y
estando en Nicaragua, se enteró del plan de reforma agraria lanzado por el
presidente de Guatemala Jacobo Arbenz.
Jacobo Arbenz (1913-1971)
En Guatemala
Fascinado por ese proyecto se dirigió en 1954 a la ciudad de Guatemala e
hizo contacto a través de una carta de presentación con Myrna Torres quien
trabajaba en el Instituto de Fomento a la Productividad.
Myrna conocía a un grupo de exiliados cubanos del Movimiento 26 de Julio, quienes después del fracasado proyecto de
asalto al cuartel Moncada, se habían refugiado en Guatemala. Myrna se los
presentó a Ernesto y entre ellos estaba Hilda Gadea que se enamoró de él
mientras lo atendía durante sus ataques de asma.
Los cubanos carecían de la cultura de Ernesto, pero cuando se referían a
la revolución, lo hacían con mucha convicción y entusiasmo y hablaban de Fidel
Castro con una admiración que impresionaba. En esas reuniones se trataban temas
como Sandino, la enmienda Platt, las dictaduras de América Central y las intromisiones
de los Estados Unidos, pero el tópico favorito giraba alrededor de la revolución
contra el dictador cubano Fulgencio Batista. Aquellos hombres confiaban en que
Fidel volvería a reunirlos para una nueva expedición, conocían a su jefe y su
espíritu inquebrantable.
Fulgencio Batista (1901-1973)
Curiosamente un norteamericano, Harold White, profesor de la Universidad
de Columbia, que llegó como turista y se quedó a vivir en Guatemala, fue quien
introdujo a Ernesto en la filosofía marxista. White les dio a él y a Hilda un
libro suyo con sus ideas para traducirlo al castellano y ellos así lo hicieron.
Ernesto permaneció en Cuba hasta que vino el golpe militar de Castillo
Armas organizado y activamente respaldado por Estados Unidos.
La United
Fruit Company
Por entonces Guatemala estaba pasando por un proceso de cambio
revolucionario iniciado por Arbenz. El principal objetivo era controlar el
poder de la United Fruit Company, la
empresa norteamericana que poseía 250.000 hectáreas de las cuales solo
explotaba el 15%. Esta situación era aberrante ya que en Guatemala imperaba un
régimen feudal donde decenas de miles de campesinos carecían de tierra.
La empresa
se había instalado en 1901, porque en aquel entonces Guatemala tenía el
gobierno más débil, el más sobornable y el más complaciente. Durante las
décadas siguientes la compañía fue adquiriendo poder y territorio hasta poseer su propia policía, un
puerto y un ferrocarril; todo eso pagando impuestos irrisorios y gobernando con
sus propias leyes. Se había transformado en un estado dentro del estado.
El principal accionista de la compañía era John Foster Dulles quien
además ejercía el cargo de Secretario de Estado en el gobierno de Dwight
Eisenhower. Acérrimo anticomunista estaba convencido de que Arbenz se había
volcado hacia la Unión Soviética, pese a que la CIA jamás encontró el más
mínimo elemento en esa dirección. Pero como estaban en juego los intereses
económicos personales de Foster Dulles logró convencer al Senado y a la Casa
Blanca de que era imperativo derrocar a Arbenz.
John Foster Dulles (1888-1959)
La invasión
El golpe se produjo en Junio de 1954, precedido por una intensa campaña
propagandista, con apoyo de un sector del ejército y de la cúpula de la Iglesia
Católica. Ese día Ernesto vio como los aviones norteamericanos bombardearon
blancos estratégicos leales a Arbenz e inmediatamente se alistó en el sector de
brigadas estudiantiles. Aquella fue la primera vez que tuvo un arma de guerra en
la mano.
Derrocado Arbenz, se produjo una persecución feroz sobre todos los que
colaboraron con su gobierno. Cientos fueron torturados para ser después
arrojados vivos al océano, táctica que 22 años después copiaría la dictadura
argentina de Videla.
Ernesto estaba en la lista de los condenados a muerte, pero consiguió
alojarse en la Embajada Argentina y de allí se exiló en México junto con el
grupo de cubanos que lograron escapar.
En el país azteca le sucedieron varias cosas: se casó con Hilda con
quien tuvo una hija y conoció a Fidel Castro que lo invitó a incorporarse al
Movimiento 26 de Julio. Cuando llegó a Guatemala era un joven e inquieto médico
recién recibido.
Nueve meses después, cuando salió de aquel país se había
convertido en el Ché, ícono planetario de rebelión y justicia social, símbolo
universal de lucha contra los imperialismos.
Ernesto Ché Gevara (1928-1967)
Pacho O’Donnell. A Guatelama llega Ernesto y se va el Ché. Página 12
20/09/2016.
José
Miguel Giménez. El Ché. Archivo Histórico de Margen Cero. http://www.margencero.org/musica/che/che_biografia.htm
Interesante, Ricardo, y saludos desde Alemania.
ResponderEliminarEstoy convencido que cuando Leandro Alem, se pegó un tiro el 1 de julio de 1896, fue porque tuvo una visión a futuro de las claudicaciones en que caería su partido a lo largo del tiempo. Un tipo incorrupto como él no lo pudo soportar. Algún don sobrenatural le permitió vislumbrar imágenes del futuro terribles.
ResponderEliminarVio como después del primer gobierno de su sobrino don Hipólito, el radicalismo se fragmentó en dos fracciones y la de ideas conservadoras asumió el poder.
Vio como su sobrino fue sacado violentamente del gobierno por el golpe fascista de Uriburu, con apoyo de unos cuantos radicales, para dar comienzo a la década infame.
Vio como en las elecciones de 1945 su partido se alió con los conservadores dirigidos por el embajador norteamericano Spruille Braden para que no ganara el peronismo.
Vio como Balbín y otras figuras destacadas del radicalismo recibieron gozosas el golpe militar de 1955 y miraron para otro lado cuando fusilaron a gente inocente.
Vio, y este fue el golpe de gracia final que lo determinó a suicidarse, cuando su partido pisoteando las banderas de soberanía y dignidad nacional se alió a Cambiemos. Vió como los 100 años de Hipólito Yrigoyen fueron conmemorados por Macri en la Quinta de Olivos donde asistieron 100 radicales. Al menos antes de llevarse el revólver a la sien vio como 10.000 radicales y no radicales asistieron al acto junto con Cristina convocado por Leopoldo Moreau, uno de los pocos que no se arrodillaron ante el peor gobierno que produjo la democracia.
Pero no fue suficiente y apretó el gatillo.
Muy bueno!!!
EliminarHola Ricardo:
EliminarEXCELENTES TUS ESCRITOS!!!!!!! estamos aún en Portugal, yo regreso el 5 de noviembre y Enrique el 15.
muy bueno Ricardo!
ResponderEliminarcomparto!