Las dos Lucy
Se especula
que el consumo de drogas aumenta la creatividad y la mayoría de las bandas de
rock consumen sustancias adictivas para aumentar el rendimiento en escena y
como fuente de inspiración de nuevas partituras. ¿Hubieran escrito los Beatles Lucy
in the Sky with Diamonds (Lucy en el cielo con diamantes), si no hubieran
tomado LSD? La letra de la canción contiene versos en los que abundan
imágenes que reflejan una travesía psicodélica. Se trata de un viaje en un
barco a través de un fantástico país de flores de celofán, taxis de papel de
periódico y un paisaje con árboles de mandarina y cielo de mermelada. El estribillo repite sin cesar: Lucy in the Sky with Diamonds.
Christa Sydney. Lucy in the Sky with diamonds.
El mismo Paul McCartney dijo: “como
podrán imaginar, la canción es sobre una alucinación” y es muy sugestivo que
las iniciales del título formen el acrónimo LSD, que no es otra cosa que el
ácido lisérgico.
La pieza es una de las más populares de los Beatles y a ella
se debe, que el esqueleto del homínido más antiguo perteneciente a la especie Astralopithecus afarensis, de 3,2
millones de años de antigüedad, fuera denominado Lucy. Porque en el momento de
ser encontrado el fósil de este antepasado nuestro, los antropólogos estaban
escuchando Lucy in the Sky with Diamonds bajo el tórrido sol de Etiopía.
Una peligrosa elección
Un gran
número de artistas y compositores de bandas de rock, recurren a las drogas para
inspirarse, en un contrato riesgoso al estilo de Fausto, donde el diablo es reemplazado
por un agente psicodélico. “El ácido me abrió la mente”, sentenció en una
oportunidad Graham Nash del grupo Crosby Stills & Nash, admitiendo que
varias de sus canciones fueron inspiradas bajo el influjo de drogas.
Para esta y
otras bandas, consumir cocaína o LSD antes de cada función se ha vuelto
prácticamente un ritual. En muchas ocasiones tienen que regrabar una pieza
porque, a consecuencia de la droga, el tempo
musical se volvió ridículamente acelerado.
En
general quienes consumen sustancias adictivas están convencidos que aumentan su
creatividad, aspecto que es de difícil comprobación, porque los estudios
realizados son escasos y las conclusiones están limitadas por razones
metodológicas.
Jim Morrison (1943-1971)
Jim
Morrison, el ícono del pop, sirve como ejemplo para investigar la interrelación
entre la creatividad y el abuso de alcohol y drogas. Morrison fue un poeta,
compositor y cantante estadounidense, célebre por ser el vocalista del
influyente grupo de rock psicodélico The
Doors. En la letra de Morrison y en sus descripciones biográficas se
aprecia cómo trató de superar los episodios traumáticos, los estados depresivos
y los impulsos descontrolados mediante actividades creativas con el auxilio de
drogas. Es probable que su talento, que sin duda era grande, así como su
habilidad y motivación para escribir letras de rock, fueran independientes del
consumo de sustancias, pero recurría a ellas para transgredir normas sociales,
ampliar sus percepciones y reforzar sus esfuerzos para mantenerse en la cima de
la fama y la creatividad.
Con
el tiempo, el consumo de alcohol y drogas debilitaron su capacidad creativa y
fueron la causa de su muerte precoz cuando sólo tenía 27 años, la misma edad en
que por las mismas razones murió Kurt Cobain y otros músicos de rock (Brian Jones, Jimi Hendrix, Janis Hoplin), que dieron origen al llamado club de
los 27, porque todos fallecieron a esa edad. Jim Morrison fue un típico ejemplo
de como las sustancias adictivas en un principio estimulan la creatividad y
luego destruyen el organismo de quién las consume.
Kurt Cobain (1967-1994).
Llega un
momento en que la persona adicta ya no consume la sustancia para obtener placer
sino para evitar los circuitos desagradables y dolorosos que se activan cuando
se interrumpe la droga, el conocido fenómeno del síndrome de abstinencia. El
vocalista británico Graham Nash, al referirse a David Crosby, manifestó que
padecía de “psicosis de la cocaína”, la paranoia que sobreviene cuando el
individuo está descontrolado con la droga.
David Crosby, Stephen Stills Graham Nash.
Quien quiera
adentrarse en las profundidades de la música rock y sus artistas, pero más que
nada en la vida de Nash y la historia de su banda, está invitado a leer Wild tales, algo así como “cuentos salvajes”,
que en su mayor parte es la autobiografía del propio Nash. En ella su autor
describe cómo la droga impactó con altibajos sus vida y la actividad artística
del grupo. También detalla con honestidad y valentía los episodios
desgarradores ocasionados por la adicción, tanto en él como en los demás
miembros de la banda.
El libro de
Nash, además de su informe sobre las bandas de rock y su intrigante
autobiografía, aporta interesantes enfoques sobre cómo se desarrolla la
creatividad, como se puede incentivar mediante el consumo de drogas ilícitas y
como la adicción termina destruyendo el organismo y la propia creatividad del
individuo. Es una obra consultada por los especialistas en neurociencias
relacionadas con el consumo de drogas.
¿Habrían los
talentos de las bandas de rock mantenido la capacidad creativa sin necesidad de
alucinógenos, o quedarían relegados al anonimato como la gran mayoría de los
mortales? Es probable que este enigma quede sin respuesta.
Fuentes
Fields RD. Creativity, Madness and Drugs. Scientific
American 2013, November 22.
Marano HE. Genius and madness.
Psychology Today 2008. http://www.psychologytoday.com/articles/200705/genius-and-madness
Holm-Hadulla RM, Bertolino A. Creativity, Alcohol and Drug
Abuse: The Pop Icon Jim Morrison. Psychopathology. 2013
Sep 18.