Las
sospechas del Dr. MacBride
William McBride
El Dr. William McBride estaba
embargado por la curiosidad y la preocupación. Se desempeñaba como ginecólogo
en el Crown St. Women’s
Hospital en Sydney, Australia y había visto varios recién nacidos que llegaban
al mundo con graves deformidades. Algunos sólo tenían manos que surgían del
tórax, faltándoles todo el brazo y antebrazo, otros tenían deformidades
parecidas, pero a nivel de las piernas y no faltaban los que morían antes de
nacer por graves malformaciones viscerales. Había algo en común que unía a esos
casos y McBride, comenzó a interrogar exhaustivamente a las madres hasta que
encontró el hilo conductor que le permitió develar la causa. Durante el
embarazo, las mujeres tomaban un remedio llamado talidomida que daba excelentes
resultados para el insomnio, la ansiedad y las náuseas, especialmente durante
los primeros meses de la gestación donde los síntomas son más frecuentes.
Niño afectado por la
talidomida
Corría el mes de abril de 1961 y hacía
tres años que la talidomida había sido lanzada al mercado por la compañía
farmacéutica alemana Grünenthal. En poco tiempo adquirió un éxito
extraordinario, a un punto tal, que había sido bautizada la “droga maravillosa”
y en varios países se la podía adquirir sin receta médica.
Aunque parezca increíble, por entonces la
medicina suponía que los remedios no atravesaban la barrera de la placenta y
por lo tanto no podían dañar al feto. Era una creencia popular entre los
médicos, a pesar de que ya existían evidencias científicas que señalaban lo
contrario.
McBride convenció a la dirección del
hospital para que no se administre el medicamento y le manifestó por carta a
Distillers la compañía que importaba la droga en Australia. Además, envió una
nota a la prestigiosa revista médica The
Lancet para que advirtiera a la comunidad médica, sobre el riesgo que
significaba la administración del fármaco en la mujer embarazada. Con pocos
meses de diferencia, el pediatra alemán Widukind Lenz llegó a la misma
conclusión que McBride.
Profesor Widukind Lenz
Cuando ambos profesionales llamaron la
atención sobre el peligro de la talidomida, ésta se vendía en 50 países con 80
nombres comerciales. Fue retirada del mercado el mismo año que Mc Bride y Lenz
hicieron la denuncia, pero durante los tres años en que fue un verdadero boom comercial, ya había producido
mutilaciones en aproximadamente veinte mil niños.
La tenacidad de
Frances Kelsey
En Estados Unidos el
impacto fue menor y esto se debió a la farmacóloga Frances Kelsey quien se
desempeñaba como supervisora de la FDA (Food
and Drug Administration), el ente oficial que regula la aprobación de nuevos productos farmacológicos. Entre
los años 1960 y 1961, Kelsey se negó a
que la FDA autorizara la salida al mercado de la talidomida, puesto que estaba
preocupada acerca de su seguridad. Resistió a todo tipo de presiones del
directorio de William S. Merrell Corporation de Ohio, el distribuidor en Estados Unidos de la
talidomida. La compañía trató de desacreditarla, ejerció influencia sobre las
autoridades de la FDA para que la despidieran, pero ella se mantuvo incólume.
Cuando llegaron los informes de McBride y de Lenz, la empresa tuvo que retirar
el medicamento.
Como
resultado de su bloqueo a la aprobación de la talidomida, Kelsey fue condecorada en un homenaje encabezado por el entonces presidente John F. Kennedy. Durante su carrera, participó también en la aprobación y
aplicación de leyes para reforzar la supervisión y control de la FDA sobre los
productos farmacéuticos.
Frances Kelsey es premiada
por el presidente John Kennedy en la Casa Blanca
Surgen nuevas
regulaciones
El enorme daño producido por la talidomida
tuvo su lado positivo, sirvió para que se establecieran controles rígidos antes
de que un medicamento sea lanzado al mercado, de tal manera que todo nuevo
producto debía pasar por las siguientes fases:
- Fase 1:
experiencia preclínica generalmente en cobayos y ratones de laboratorio,
incluyendo lotes de animales preñados. Lo primero ya se hacía, lo segundo
no.
- Fase 2: etapa clínica
en que se administra el producto a un grupo reducido de no más de 20
personas sanas. El objetivo de esta fase es explorar la seguridad y
evaluar los efectos colaterales. Se trata de voluntarios que recibieron un
informe completo del proyecto y reciben una remuneración adecuada.
- Fase 3: clínica.
El medicamento se administra a un grupo reducido de pacientes y se lo
compara con un placebo. Esta fase evalúa la eficacia del nuevo producto.
- Fase 4: clínica.
Habiéndose comprobado la eficacia, seguridad y tolerabilidad del fármaco,
se administra a una mayor población de pacientes.
Finalmente, un comité de expertos evalúa
todos los datos obtenidos y se autoriza su distribución. De todas maneras sigue
un período llamado de fármacovigilancia, que puede durar un año o más con el
objeto de pesquisar la aparición de efectos adversos graves.
Actualmente, con esta metodología se
salvaron miles de vidas, pero el temor que puede causar un medicamento sobre el
feto, quedó marcado a fuego después de la experiencia de la talidomida, a punto
tal que salvo algunas vitaminas y antibióticos, casi todos los prospectos que
acompañan un producto desaconsejan en forma categórica su administración
durante el embarazo, al menos durante los tres primeros meses.
Después de causar tanto daño, la
talidomida encontró su lugar en la medicina, donde es utilizada exclusivamente
para el tratamiento del mieloma múltiple y el eritema nudoso de la lepra.
Talento y
perseverancia de algunas personas afectadas por la talidomida
Thomas Quasthoff
Thomas Quasthoff (nacido en 1959), es
un barítono alemán con deformidades en las cuatro extremidades. Tuve
oportunidad de verlo y escucharlo en un DVD acompañado al piano por Daniel
Baremboim. Cantó con voz potente y perfecta una de sus piezas favoritas: El viaje de invierno, de Franz Schubert,
un lieder compuesto por 24 poemas.
Quasthoff actuó en numerosos teatros y
graba para la firma Deutsche Garmmophon. Es profesor de música en un
conservatorio de Berlín y está casado con Claudia Schtelsick, una periodista de
la televisión alemana.
Tony Meléndez
Tony nació en Nicaragua en 1962 sin brazos
porque a su madre le prescribieron talidomida por trastornos depresivos en los primeros
meses del embarazo. Durante su infancia fue trasladado a Los Angeles para que
le colocaran prótesis artificiales en ambos brazos, pero a la edad de 10 años
las abandonó manifestando que le resultaban una molestia y se arreglaría
perfectamente con los pies. Alcanzó ampliamente su promesa ya que logró cumplir
su ambición que parecía imposible: tocar la guitarra con los pies.
Tony recorrió todo Estados Unidos con su
canto acompañado de su instrumento y también se presentó en numerosos
escenarios de Europa. Grabó su primer álbum en 1989, una colección de canciones
religiosas titulada Never Be the Same,
con lo que logró ser nominado como el mejor artista del año por la revista Cashbox
y la Gospel Music Association. Hacer Click aquí para ver video de TonyMeléndez tocando la guitarra y cantando
Fuentes.
McBride GW. ‘Thalidomide and Congenital
Abnormalities. Letter to the Editor. The Lancet 1961,
diciembre 16:1358.
News medica. The history of
thalidomide. http://www.news-medical.net/health/History-of-Thalidomide.aspx
Exploring the history of medicine. Tahlidomide.
http://www.sciencemuseum.org.uk/broughttolife/themes/controversies/thalidomide.aspx
Dr. Frances Kelsey: Turning
the Thalidomide Tragedy into Food and Drug Administration Reform http://www.section216.com/history/Kelsey.pdf
News medica. The history of
thalidomide. http://www.news-medical.net/health/History-of-Thalidomide.aspx
¿No había un libro sobre el tema, que se llamaba "Juicio a la Talidomida"?
ResponderEliminarHay un libro que se llama Grandes juicios de la historia, entre los cuales estaba el de unos padres que habían tenido un hijo deforme por la talidomida. El libro era prestado y lo tuve que devolver. Es una edición agotada que hay que buscarla en las librerías de usados.
EliminarHola Ricardo: buenísimo y terrible tu blog de hoy. Increíble lo que logran los que logran sobreponerse al destino.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarLos laboratorios que trabajan con la química, no son "químicamente puros" y en el caso de la improtadora Merrill Corporation, se aprecia como antepuso su codicia monetaria por encima de todo lo demás, tratando de desprestigiar a la Dra Kesley. Aparentemente a esa empresa no le aplicaron ninguna sanción.
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