¿Venganza o desquite?
En
el capítulo de las venganzas las hay de todo tipo, groseras, violentas, con
agresión física, pudiendo ocasionar la muerte de la víctima. En este caso
extremo se han utilizado todo tipo de medios, puñales, armas de fuego, venenos
sigilosamente mezclados en la bebida o los alimentos, se podría decir que la
lista es larguísima.
Hay
ciertas venganzas que son mucho más sutiles, sumamente creativas y
cuidadosamente elaboradas. Quizás la más original y sin duda alguna magnífica
por donde se la vea, fue la venganza de Corina y por esas características
prefiero llamarla desquite, un término más delicado. En este caso, la
herramienta utilizada no fue ningún objeto contundente, sino un edifico, el más
hermoso de los rascacielos de Buenos Aires, concretamente ese monumento
emblemático de ingeniería que es el edificio Kavanagh. Esto no lo digo yo, sino
César Pelli, que tiene entre sus obras, las famosas torres gemelas de Kuala
Lumpur y junto con el recientemente fallecido Oscar Niemeyer, formaron la dupla
más brillante de la historia de la arquitectura contemporánea.
El Kavanagh, uno de los orgullos de Buenos Aires
El edificio Kavanagh
Inaugurado
el 3 de enero de 1936,
con sus 120 metros, el Kavanagh fue en su momento el edificio de hormigón armado más alto de Sudamérica y el primero para viviendas de Buenos Aires que contó con equipo de aire acondicionado centralizado. Podemos
agregar también que en
1994, por su belleza arquitectónica y su exquisito estilo art déco, la Asociación Estadounidense de Ingeniería Civil lo
distinguió como Hito Histórico Internacional
de la Ingeniería y que desde 1999 es declarado por la UNESCO Monumento Histórico Nacional. Con lo
cual sus residentes, además de la pátina de prestigio que les confiere habitar
en el Kavanagh, están eximidos del pago de impuestos.
La basílica de los Anchorena
El
origen del edifico es tan fascinante como su belleza arquitectónica. Empecemos
diciendo que si bien los títulos de nobleza se abolieron en la
Asamblea de 1813, hay familias de prosapia que llegaron temprano al reparto de
tierras y se consideraban nobles, o algo por el estilo. Tal es el caso de los
Anchorena quienes además, participaron activamente en la política Argentina,
principalmente para conservar su estatus. El majestuoso Palacio Anchorena, que
después pasó a la Cancillería, era propiedad de esa familia y fue construido
entre 1905 y 1909. Allí se instaló la matriarca de la dinastía, Mercedes
Castellanos de Anchorena con toda su familia y su personal de servicio, que
superaba holgadamente los 100 empleados y por lo tanto, no tenía que envidiar
en absoluto a los nobles del castillo de Downtown Abbey.
Mercedes Castellanos de Anchorena (1840-1920)
Poco tiempo después, Mercedes quien ya frisaba los 70 años, y no dejaba detalle al azar, decidió
que era momento de ir organizando su propio funeral. En este aspecto, consideró
que sus restos y los de su linaje merecían un sepulcro exclusivo, ya que si
bien en la Recoleta moraban el sueño eterno numerosas familias distinguidas, también
reposaban numerosos advenedizos, y no era cuestión de mezclar muertos de
distintas categorías. Es así que hizo construir la Basílica del Santísimo
Sacramento, inaugurada en 1916, de estilo ecléctico e inspirada en la Catedral
de Angouleme.
No se escatimó lujo para levantar esta estructura para la cual se
utilizaron mármoles de Verona y Carrara, azulejos venecianos, trabajos en
madera diseñados en Europa y un gigantesco órgano de cinco mil tubos. Por esa
obra, más algunas donaciones que la devota señora Mercedes realizó para la
Iglesia, el Vaticano le otorgó el título de Condesa
Pontificia y la condecoró con la Dama de la Rosa de Oro, galardón que ni
siquiera pudo obtener Eva Perón en su visita al Vaticano.
Iglesia del Santísimo Sacramento. Vista de la nave central, la fachada y el altar mayor
Cada tanto,
los Anchorena se asomaban a los ventanales del palacio y contemplaban
extasiados aquella belleza nacida de sus caudalosos bolsillos que se encontraba
a sólo 150 metros de distancia. De más está decir, que el Santísimo Sacramento,
se consideró el templo donde debía unirse en matrimonio toda dama de la
aristocracia que pretendía tener una boda de categoría.
El desquite de Corina
Pocos años
después, uno de los vástagos Anchorena, se enamoró de una adinerada jovencita
perteneciente a la familia Kavanagh, pero ¡ay! no era “noble”, y doña Mercedes,
que era muy estricta para las relaciones sociales, desaprobó el romance. El
joven o no estaba muy enamorado o no tuvo el coraje de dejar todo por su amada,
quién quedó con el corazón partido. Los memoriosos dicen que fue Corina, la
madre de la despechada doncella, la que juró desquitarse y decidió pegar donde
más dolía, esto es en el orgullo y la ostentación de los Anchorena.
Corina
aprovechó que estos se fueron a Europa y sabemos que por esos tiempos los
adinerados que viajaban al viejo continente, solían permanecer largos períodos
de uno o más años. Rápida como el rayo, vendió tres de sus estancias en Venado
Tuerto, compró el solar que estaba frente a la basílica y contrató a los
mejores arquitectos de Buenos Aires, quienes por la maravilla que edificaron
merecen ser citados en esta nota: Gregorio Sánchez, Ernesto Lagos y Luis María
de la Torre.
En sólo 14
meses, una proeza para la tecnología de la época, quedó completado el Kavanagh.
Adiós a la hermosa vista de la Iglesia desde
el palacio, o de cualquier otro lado. No importa el ángulo en que se sitúe
el observador, sólo verá al rascacielos en sus distintas facetas. Detrás,
escondida, en las sombras, arrinconada, como un objeto abandonado, quedó la
basílica. Quien quiera apreciarla deberá atravesar un pasaje que lleva el
nombre de…Corina Kavanagh.
Pasaje Corina Kavanagh
Fuentes
- Laura Reina. El Kavanagh y sus 70 años de historia. La Nación 03/01/2006.
- Willy Bouillon. El Kavanagh, un emblema de la ciudad. La Nación, 15/01/1936.
- La historia de Corina Kavanagh. Taringa. http://www.taringa.net/posts/info/3942053/La-historia-de-Corina-Kavanagh.html
Había que tener guita y estilo para semejante desquite. Hoy día, con un escrache en el Facebook y demás redes sociales, diciendo que el tipo es puto, alcanza y sobra pero... ¿dónde queda el glamour entonces?
ResponderEliminarNo creo que en la historia de los desquites, venganzas o como se lo quiera llamar, haya existido un caso tan exquisito, magnífico y espléndido como el de Corina.
ResponderEliminarInteresante, la señora Corina. Pavada de desquite
ResponderEliminarSiempre me pregunté porqué esa bellísima iglesia estaba ubicada en un lugar tan escondido, que impedía poder admirarla.
ResponderEliminarExcelente el artículo, me aclaró totalmente el tema, gracias.
Brillante la idea que tira para vengar un corazón espinado, sólo que un poco costoso.
Interesante descripción de un espléndido edificio, una verdadera joya arquitectónica. Solo faltó mencionar algunos notorios residentes y propietarios de departamentos en el mismo.
ResponderEliminarJosé Alfredo Martinez de Hoz, Joaquín Morales Solá, Algunos integrantes de la femilia Rocca, del Grupo Techint, de miembros de la familia Perez Companc, Roberto Devorik, el hombre fuerte de Polo Ralph Laurent en la Argentina y la actual embajadora en Londres, ex sindicalista aeronáutica, Alicia Castro.
¿De donde habrá sacado la plata la Sra Alicia Castro? Con el sueldo de azafata no le alcanzaría.
Otra curiosidad del mencionado edificio.
Alicia Castro aclaró en algún momento que heredó ese depto. de su padre. De todos modos hay que tener estómago para convivir en ese consorcio.
EliminarFaltan algunos como ex ministros de Menen y ademas no hay que ser muy lucdo para saber que la azafata es muy bonita y con eso basta para hacer fortuna y lo que es aun mas relevante es que a pesar de todo no es una reaccionaria, y el ressto de los nombrados si lo son, sera una venganza con fino estilo? Juan chirola
ResponderEliminarHola, aunque te parezca chiste, Corina era Murphy por parte de su mamá. Tu primo Martín está casado con Madeleine Duggan que es descendiente de los Murphy. Mis abuelos muchas veces me mencionaron que era pariente nuestra la que mandó construir ese edificio.
ResponderEliminarEl mundo es un pañuelo lleno de moco ¿vio?
Cuando me contaron d esta historia qde facinada y enamorada de las historia d buenos aires
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