LA OTRA CARA DE LOS TRASPLANTES DE ÓRGANOS

El trasplante de órganos y su limitación

Sin duda alguna, el trasplante de órganos ha sido un avance gigantesco en la historia de la medicina. El mejor conocimiento del sistema inmunitario, el desarrollo de drogas inmunosupresoras, las técnicas quirúrgicas y la preservación de tejidos, permitieron salvar cientos de miles de pacientes con corazones desfallecientes o riñones en estado terminal. La principal limitación, hasta ahora insalvable, que tiene esta disciplina médica, es la enorme desproporción entre el escaso número de donantes y la extensa lista de pacientes en espera. 

Tráfico de órganos

Excepto en un número muy restringido de países, la venta de órganos está penada por la ley. Sin embargo, la necesidad acuciante de poder recibir un trasplante, generó el llamado tráfico de órganos, que consiste en la entrega voluntaria de un riñón a cambio de una remuneración o en el caso extremo, la obtención criminal de órganos. Esto último significa la extracción del órgano contra la voluntad de la víctima, infligiéndole un daño físico e incluso la muerte. Si la mente humana es capaz de elaborar atrocidades como el secuestro de niños para el abastecimiento de redes ilegales de adopción, prostitución, pornografía y mano de obra barata, no es descabellado pensar que puedan existir mafias dedicadas al comercio criminal de órganos.

 Una escena de la película Coma, donde en un instituto médico clandestino, se mantenía en vida vegetativa a pacientes que quedaron ex profeso descerebrados en actos quirúrgicos para extraerles los órganos.

 

 Fábulas y leyendas

El tráfico criminal de órganos dio origen a varias novelas y películas, siendo Coma la más conocida. Fue dirigida en 1978 por Michael Crichton y estaba basada en la obra homónima escrita por Robin Cook. Se trata de una joven doctora quién sospecha que algo siniestro sucede en su hospital, donde pacientes relativamente jóvenes, sometidos a procedimientos quirúrgicos sencillos, quedan en estado de coma. Son trasladados a un instituto que los mantiene en una especie de terapia intensiva para una posible recuperación, pero el objetivo es que mueran después de haberles extraído todos los órganos pasibles de trasplante.

En la película Estación Central, de origen brasilero, dirigida por Walter Salles y que luego de su estreno en 1998 ganó numerosos premios, un niño huérfano es rescatado por una mujer, de una red de traficantes de órganos.

También abundan las historias sobre turistas que son secuestrados en un bazar de Estambul, en un bar de Bangkok, o en un burdel brasileño y que aparecen a las 48 horas con una gran cicatriz en el abdomen y con un riñón menos. Toda esta producción cinematográfica y literaria de ficción, alimentó una serie de mitos sin que se haya podido confirmar ninguno, lo cual no significa que no hayan ocurrido. 

La compraventa de riñones

Lo que sí es frecuente es el tráfico de órganos basado sobre la venta voluntaria de un riñón por el dador, casi siempre indigente, a una red que contacta al comprador, por una jugosa suma de la cual el dador sólo percibe la décima parte. Tanto el que sacrifica su riñón como quién lo recibe, se exponen a una cobertura médica de baja rigurosidad.

 Ciudadanos pakistaníes que vendieron uno de sus riñones muestran la cicatriz de la operación.

Mayor tasa de infecciones postoperatorias en el primero y riesgo de sida o de hepatitis en el segundo. Los estudios de compatibilidad son generalmente incompletos y por lo tanto, la posibilidad de rechazo del riñón trasplantado, es mucho mayor que en las instituciones que realizan estos procedimientos dentro de las normas legales.

La compraventa de riñones se ha incrementado en el Tercer Mundo. La denominada donación recompensada de un riñón es una práctica generalizada en ciertos países de América latina, Medio y Extremo Oriente, norte de Africa, Europa del Este y la India. En algunas de estas áreas geográficas ni siquiera resulta ilegal y, en las que lo es, las mafias trasplantadoras burlan todos los controles.

Esto generó el llamado turismo de trasplantes: enfermos renales de países ricos viajan a lugares deprimidos donde pueden encontrar listas de personas dispuestas a desprenderse de un riñón y a cirujanos capaces de llevar a cabo la intervención. En Bombay, un riñón de donante vivo se puede adquirir por 3.500 dólares, y por algo más de 8.000 dólares en Bangalore y Madrás. En algunos pueblos cercanos a estas ciudades, más de la mitad de la población solo posee un riñón, al otro lo vendieron. 

Está confirmado que los enfermos renales italianos acuden a la India para recibir este órgano y que los centroeuropeos, principalmente los alemanes y de Medio Oriente (israelíes),  prefieren viajar a Rusia, Filipinas y América latina. Por su parte, los pacientes estadounidenses se desplazan a las clínicas urológicas que han abierto sus puertas en la frontera de Texas con México, para recibir el riñón que compran a los chicanos por un puñado de dólares. 

                  Resultado del turismo trasplante en Filipinas

Los donantes procedentes de las capas sociales más deprimidas suelen ser personas desnutridas y enfermizas que, además, no alcanzan a comprender los pros v contras de su decisión. 

Falun Gong: ¿mito o realidad?

Falun Gong es un culto, aunque el término de “secta” le cuadra mejor, que nació a fines de la década del 80 en una provincia de China. Su creador Li Honghzi predicaba una disciplina basada sobre oraciones, concentración mental, ejercicios gimnásticos y pasos de baile. Hasta aquí, se puede decir que era un grupo totalmente inofensivo, pero algo estalló en la mente de Li que de maestro pasó a autodenominarse Buda Supremo del Universo.

      Adeptos de Falun Gong realizando ejercicios en una plaza

 

Falun Gong pronto se transformó en una secta violenta que se multiplicó en forma descontrolada y atacó a sus detractores produciendo varias muertes. Esta es la versión oficial del gobierno chino y si bien es probable que sea verídica en gran parte, el hecho de que Falung Gong llegó a tener más de 100 millones de adeptos, significaba un poder creciente que las autoridades no estaba dispuestas a aceptar. Falun Gong fue puesto fuera de la ley y miles de adeptos llenaron las cárceles de China donde fueron sometidos a castigos y vejaciones. Lentamente se empezó a filtrar información de que se traficaban los órganos de los condenados a muerte de Falun Gong.

                        David Kilgour y David Matas

Finalmente, David Kilgour y David Matas, abogados de derechos humanos de Canadá, se trasladaron a China y pese a las dificultades que les puso el gobierno de ese país, elaboraron un extenso informe sobre el tráfico de órganos de prisioneros de Falun Gong que fue volcado en el libro Cosecha Sangrienta. 

El informe concluyó que el gobierno de China y sus agencias en distintas partes del país, especialmente hospitales y centros de detención, desde 1999 sentenciaron a muerte a un gran número de prisioneros de Falun Gong. Una vez muertos, sus órganos fueron extirpados y vendidos a precios elevados, muchas veces a extranjeros que estaban en lista de espera. En China, se desconoce el número exacto de ejecuciones anuales, pero se calcula que superan holgadamente las 1500 y se supone que muchas de ellas pertenecían a miebros de Falun Gong. De 60.000 órganos trasplantados entre 2000 y 2005 en ese país, se ignora el origen de más de la mitad. El informe está basado sobre testimonios, pero no sobre pruebas concretas, debido a la total falta de colaboración de los institutos penales de China, por lo tanto hay un manto de neblina sobre la fidelidad de las cifras publicadas.

En Europa también se cuecen habas

Otro delito, también penado por la ley, es saltear la lista de espera para permitir que a cambio de sobornos, pasen a cirugía de trasplante, enfermos a los que aún no les correspondía el turno.

En Alemania, lo que comenzó siendo el caso de un médico corrupto, adquiere el perfil de una práctica más generalizada, a medida que la Fiscalía va tirando del hilo. Se sospecha que, entre los años 2004 y 2006, solo en la Clínica Universitaria de Ratisbona se manipuló en al menos 23 ocasiones la lista de espera de pacientes de trasplantes de hígado.

Cosas vederes Sancho…que te sorprendieren.

Fuentes

Enrique M. Coperías. Verdades y mentiras sobre el trafico de órganos. Revista MUY. Febrero 1997. http://www.artrev.8k.com/0000000581.htm

Rosalía Sánchez. Polémica por los sobornos en las listas de espera de trasplantes en Alemania. El Mundo, 06/08/2012.

David Matas y David Kilgour. Cosecha Sangrienta. Informe revisado sobre alegatos de extirpación de órganos a practicantes de Falun Gong en China. 31 de enero de 2007.

http://organharvestinvestigation.net/report0701/report20070131-esp.pdf

XII Congreso Brasileño de Trasplantes: practicantes de Falun Gong plantean cuestión ética. http://www.lagranepoca.com/xii-congreso-brasileno-de-trasplantes-practicantes-de-falun-gong-plantean-cuestion-etica

Matesanz R. Tráfico de órganos: hechos, ficciones y rumores. NEFROLOGIA. Vol. XIV. Núm. 6, 1994.

http://www.revistanefrologia.com/revistas/P1-E117/P1-E117-S123-A1002.pdf