sábado, 29 de diciembre de 2012

EL CORONEL Y EL ANARQUISTA

Ramón Falcón y Simón Radowitzky fueron dos espíritus absolutamente incompatibles. El primero, argentino nativo, descendiente de españoles y egresado de la primera camada del Colegio Militar creado por Sarmiento, era ferviente católico y convencido de que la policía debía ser conducida por un militar, porque a la protesta social había que conjurarla manu militari. Falcón jamás se preguntó las razones que causaban las huelgas y las manifestaciones obreras. No estaba capacitado para esas disquisiciones, la educación castrense le había enseñado que su función era obedecer sin cuestionamientos e imponer el orden al precio que fuera. Esa formación sería un continuo en la historia de los institutos militares.

                       Ramón Lorenzo Falcón

Para los anarquistas y la clase trabajadora en general, Falcón era el arquetipo del enemigo, no así para los criterios de la clase dirigente conservadora, que lo admiraba por su brillante foja y determinó que el presidente Figueroa Alcorta lo nombrara Jefe de Policía de la Ciudad de Buenos Aires para domar el movimiento obrero.

En las antípodas, se encontraba Simón Radowitzky, un adolescente judío ucraniano, seguramente ateo, que hablaba el castellano con dificultad y fuerte acento foráneo. Su nombre era difícil de pronunciar y más difícil aún era escribirlo. Su objetivo era crear el desorden, rebelar a la clase obrera contra el sistema oprimente que la sometía, los salarios bajos, el exceso de horas laborales, el despido fácil.

                                    Simón Radowitzky

Su infancia apenas había terminado cuando el sablazo de un soldado cosaco lo confinó en cama durante meses y luego fue sentenciado a prisión en Siberia. Cuando llegó a la Argentina sólo tenía 16 años y si para Falcón la palabra favorita era represión, para Radowitzky era rebelión. Ambos coincidían en un aspecto: lograr sus objetivos a costa de lo que fuere y sin que ningún tipo de escrúpulos se interponga en sus planes.

La vida los cruzó durante escasos segundos, pero ese instante significó la muerte para Falcón y décadas de prisión y sufrimiento para Radowitzky y cada uno, a su manera, entró en la historia.

Radowitzky se embanderó en el anarquismo y lo hizo con total intensidad y fidelidad meridiana por sobre cualquier peligro y sacrificio, postura que mantendría incólume hasta el fin de sus días.

El coronel Falcón desconocía la existencia de Radowistzki, pero éste lo tenía perfectamente identificado. Sabía que el militar expulsó a sablazos y con chorros de manguera a los inquilinos de los conventillos que se habían negado a pagar el aumento de alquiler. Lo había visto reprimir una manifestación anarquista en la Plaza Lorea, que dejó un tendal de muertos y heridos por la Guardia de Seguridad, el flamante cuerpo de policía montada, que tanto le hizo recordar a Radowistzki, la carga de cosacos que sufrió en su ciudad natal. Aquello fue el primero de mayo de 1909 y al día siguiente durante los funerales de las víctimas, la policía volvió a reprimir y fue entonces cuando Radowitzky juró vengar a los compañeros muertos. Su meta inmediata, su misión sagrada era eliminar a Falcón.

Tres días le llevó a Radowitzky preparar una bomba casera metiendo dinamita junto con el detonante en una caja de hierro según las instrucciones del diario anarquista La Protesta, que explicaba la técnica para preparar y hacer explotar bombas. El riesgo a que se exponía y el hecho de haber renunciado a su empleo unos días antes del atentado, muestra claramente que estaba decidido a sacrificar su vida en esta acción. Más tarde, la historia del siglo XX sería prolífica sobre esta especie de héroes anónimos que ante situaciones extremas deciden inmolarse. Se dio con los kamikazes japoneses, los bonzos de Vietnam y los fundamentalistas árabes.

La oportunidad se le presentó a Radowitzky el domingo 14 de noviembre en que Falcón asistió al entierro de un camarada. Se puso su mejor ropa, si iba a morir, de lo cual estaba seguro, lo haría en forma elegante, cargó una pistola en la cintura y salió a la calle con el paquete. Cuando pasó la carroza a su regreso del cementerio, se adelantó corriendo y le arrojó la bomba. La explosión dejó agonizante a Falcón y su acompañante que murieron pocas horas después.

Radowitzky escapó perseguido por la policía y cuando se sintió atrapado intentó suicidarse disparándose un tiro que sólo lo hirió levemente. Estaba convencido que allí mismo moriría, sin embargo, la policía lo quería vivo, necesitaba saber quiénes eran sus cómplices, pero a pesar de las torturas a que lo sometieron, de la boca del anarquista no salió una sola palabra.

En el ínterin, se sucedió una represión feroz que encarceló y deportó a cientos de extranjeros. Paralelamente, se multiplicaron los homenajes al mártir del orden, asesinado cobardemente por aquél ruso fuera de la ley. Se habló de complot judeo-anarquista; el diario La Nación ensalzó la figura de Falcón en sus editoriales y lo mismo hizo la Sociedad Rural Argentina. Con el tiempo se levantaría a su memoria un monumento en la Recoleta y cada vez que en el país se producía un golpe militar, se cambiaba la placa de alguna calle que pasaba a llamarse Ramón Falcón. También la Escuela de la Policía lleva su nombre.

 
                        Monumento a Ramón Falcón en la zona de Recoleta

Cuando estaba por cumplirse la sentencia de fusilamiento para Radowitzky, llegó desde Rusia el certificado de su nacimiento enviado por un tío rabino donde constaba que era menor de edad. El reo pasó a la cárcel de Las Heras, pero ya por entonces era un mito, una imagen legendaria. Su nombre era pronunciado en un susurro y con unción religiosa, mientras los guitarreros le dedicaban ríos de coplas como la del payador Manlio:
Traigo aquí para Simón este manojo de flores,
del jardín de los dolores del alma y del corazón:
traigo para aquel varón valiente y decidido,
este manojo que ha sido hecho con fibras del alma,
en un momento sin calma de rebelde convencido.

Debido a que todos los reclusos se habían complotado para liberar a Radowitzky, se lo trasladó al penal de Ushuaia, de donde jamás había logrado escapar preso alguno. Sin embargo, Radowitzky fue el primero y el único en la historia del presidio que rompió la regla. Protagonizó una huida legendaria, deslizándose a través de los canales fueguinos hasta ser capturado por un buque de guerra chileno y entregado a los carceleros argentinos. Todos los castigos inimaginables serán entonces para él, incluyendo la sodomía a cargo de los guardias. Aunque enfermo de tuberculosis, el clima del extremo sur y el aislamiento no lo amedrentaron y siguió siendo el defensor de los demás presos para quienes Simón, era una leyenda viviente.


                              Galerías de celdas del pena de Ushuaia

Sus compañeros anarquistas no lo abandonaron en ningún momento, realizando miles de actos y su nombre figuró siempre en la primera página de las publicaciones de izquierda. Finalmente en 1930, Yrigoyen firmó el indulto, pero al mismo tiempo lo expulsó al Uruguay. Allí trabajó como mecánico hasta que la dictadura de Gabriel Terra lo envió a la prisión de la isla de Flores.

En 1936, le conmutaron la pena y ya en libertad, se dirigió a España para engrosar las Brigadas Internacionales contra el fascismo de Franco. Cuando cayó la República atravesó los Pirineos y de Francia se embarcó para México. Allí moriría en 1956 mientras trabajaba de obrero en una fábrica de juguetes, el oficio más hermoso que puede tener un ser humano.

Fuentes
Rogelio Alaniz. A cien años de la muerte del coronel Ramón Falcón. El Litoral 11/11/2009.
Osvaldo Bayer. Biografías: Simón Radowitzky. El Historiador. http://www.elhistoriador.com.ar/biografias/r/radowitzky.php
Marcelo Larraquy. Marcados a Fuego: de Yrigoyen a Perón. Editorial Aguilar 2009.

martes, 25 de diciembre de 2012

EL PUDOR DE LA HISTORIA

En el año 1066 murió el rey inglés Eduardo el Confesor sin dejar sucesores. El reinado fue reclamado por tres notables guerreros y estadistas: Harold Godwinson de Inglaterra, Harald Haardrade, rey de Noruega y el duque Guillermo de Normandía, más tarde llamado El Conquistador. Los tres sostenían que en algún momento, Eduardo el Confesor les había prometido el trono.

El primero que lo ocupó, proclamándose rey de Inglaterra fue Harold Godwinson quién ya se encontraba en suelo inglés. Harald Haardrade debía armar una flota de naves vikingas y cruzar todo el Mar del Norte hasta llegar a las costas inglesas. Por su parte, Guillermo debía hacer lo mismo cruzando el Canal de la Mancha con un ejército de nobles franceses. Quién primero llegó fue el rey noruego que desembarcó en la costa este de Inglaterra a la altura de York. Lo acompañaba el caballero Tostig hermano y enemigo acérrimo de Harold.

El 25 de septiembre de 1066 se enfrentaron las fuerzas de Harold con las de la coalición de Harald Haardrade y el conde Tostig. Suponemos que era un día gris de otoño y que recién se levantaba del suelo la niebla matinal. Harold con un grupo de sus generales, se adelantó hacia el bando contrario y a mitad de camino se encontró con Tostig quién también estaba escoltado por un grupo de jinetes. Ninguno de los dos pudo reconocerse porque los yelmos cubrían sus rostros.

Entonces Harold se adelantó a parlamentar y ese diálogo fue recreado por Jorge Luis Borges en el relato “El pudor de la historia” que forma parte del libro “Otras Inquisiciones”. Así lo relata Borges:
“Veinte jinetes del ejército sajón se allegaron a las filas del invasor; los hombres, y también los caballos, estaban revestidos de hierro. Uno de los jinetes gritó:
-¿Está aquí el conde Tostig?
-No niego estar aquí-dijo el conde.
-Si verdaderamente eres Tostig –dijo el jinete- vengo a decirte que tu hermano te ofrece su perdón y una tercera parte del reino.
-Acepto -dijo Tostig-¿pero que hay para el rey Harald Haardrade?
-No se ha olvidado de él –contestó el jinete- Le concede seis pies de tierra inglesa y, ya que es tan alto, uno más.
-Entonces –dijo Tostig- dile a tu rey que pelearemos hasta morir.

Dejamos aquí el relato de Borges y retomamos la crónica anglosajona que relata la batalla que tuvo lugar en las planicies de Stamford Bridge próximo a York. En el medio del combate Harold, quién era un fogueado general, ordenó una maniobra de retirada. El rey noruego y Tostig, creyéndose vencedores se lanzaron en persecución de las fuerzas inglesas que de pronto dieron media vuelta y rodearon a los vikingos.


                       Batalla de Stamford Bridge

Se produjo un feroz combate donde Harald Haardrade recibió un flechazo en la garganta que le produjo la muerte. Un compañero le preguntó si estaba malherido y el rey vikingo le contestó: “Es sólo una pequeña flecha, pero está cumpliendo su trabajo”. El conde Tostig también murió en el combate y Harold fue el vencedor dando término a las invasiones vikingas en Inglaterra.

Harold había triunfado, pero tres días después cientos de naves provenientes de Normandía desembarcaron en el sur de Inglaterra. Era el duque Guillermo, el tercero en discordia que venía a reclamar el trono de Inglaterra. Harold tuvo que hacer una marcha forzada desde York, desplazándose hacia el sur con sus fuerzas exhaustas que no habían tenido tiempo de recuperarse del reciente combate para encontrarse en Hastings con el ejército de Guillermo que no lo superaba en número, pero sí en calidad.
                            Guillermo el Conquistador

Narran las crónicas que al poner el pie en tierra, Guillermo perdió el equilibrio y cayó de bruces sobre la arena, frente a la mirada atónita de sus soldados, quienes interpretaron la caída como un mal augurio para la invasión. No obstante, uno de sus nobles se apresuró a salvar la incómoda situación diciéndole «Ahora tiene en sus manos la tierra de Inglaterra». Con esta frase oportuna el Duque de Normandía, fogueado en enfrentar situaciones de todo tipo, transformó la embarazosa situación en un acto solemne tomando posesión de Inglaterra en tanto sostenía en su mano un puñado de arena de la playa.

El de Guillermo era un exponente de los nuevos ejércitos imperantes en Europa Occidental. Contaba con cuerpos diferenciados de arqueros y ballesteros, hombres de armas a pie y caballería pesada que había incorporado el estribo como adelanto tecnológico a través del cual los jinetes lograban mayor energía en el golpe de lanza. Además de sus vasallos normandos, Guillermo contaba con aliados bretones, franceses y flamencos.

                  Detalles de la batalla de Hastings en el tapiz de Bayeux

 La batalla de Hastings tuvo lugar el 14 de octubre de 1066 y duró todo el día, hasta que finalmente las fuerzas de Guillermo se impusieron. Harold murió en el combate y con él se terminó la dinastía anglosajona. Pero hubo otras consecuencias que hicieron que fuera la batalla más importante de la historia de Inglaterra:
  • Gran Bretaña salió de su estado atrasado y periférico y se convirtió en una de las potencias occidentales del Medioevo.
  • El cristianismo fue elevado a religión oficial, donde hasta entonces había convivido junto a toda clase de cultos de origen celta, germano o vikingo. La influencia del papado sería un factor decisivo en las guerras de religión que tuvo Inglaterra en el siglo XVI.

                                 Escudo de Inglaterra

  • Durante varias generaciones se habló francés en la nobleza inglesa, hasta ser lentamente desplazado por el inglés. Como resabio persiste en el escudo de Inglaterra la frase “Dieu et mon droit”.
Los descendientes de Guillermo trasladaron cada vez más la base de su poder a Normandía, a la que consideraban una parte más de su reino; esto condujo al prolongado enfrentamiento con Francia que fue la Guerra de los Cien Años.
    Tapiz de Bayeux en el museo de Tapices de la ciudad de Bayeux

  • La batalla de Hastings es el tema principal del lienzo más famoso del mundo, no sólo por su tamaño de 68 metros de longitud sino por su valor artístico e histórico. El tapiz de Bayeux relata también gran parte de los sucesos ocurridos en el siglo XI en Inglaterra y constituye un documento visual único de este periodo histórico.

sábado, 22 de diciembre de 2012

19 Y 20 DE DICIEMBRE DE 2001

Megacanje y corralito
Quienes en 1999 tuvimos la peregrina idea de votar a Fernando De la Rúa, ignorábamos que le estábamos dando carta blanca al político más incapaz en la historia de los presidentes elegidos por la vía democrática. Cuando asumió en diciembre de ese año, De la Rúa encontró un país con el Estado desguazado por la política neoliberal de Menen y con una gigantesca deuda externa.

Sin embargo, no modificó la línea económica de su predecesor y mantuvo la Ley de Convertibilidad, siguió pidiendo préstamos y aplicó el Megacanje, por decisión de su tercer ministro de economía Domingo Cavallo, quien sucedió a Machinea y al fugaz López Murphy. Según confesiones del propio De la Rúa “el Mingo” fue el resultado de la promoción que hizo el diario Clarín sobre el economista, o sea que no se guió por convicciones propias sino por la presión del emporio mediático.



El Megacanje tenía por objeto postergar los vencimientos de diversas deudas por tres años, pero no dio resultado y produjo una fuga descomunal de dólares hacia el exterior. Entonces, Cavallo impuso el corralito restringiendo la disponibilidad del dinero que los ciudadanos tenían en las cuentas bancarias y esta fue la gota que colmó definitivamente la paciencia de la población.


Argentina incendiada
De paso sea dicho que debido a la política de relaciones carnales con los Estados Unidos y de privatizaciones a ultranza de Menen, al agregarse los desastrosos planes económicos de los ministros de la Alianza, la desocupación y la pobreza se tornaron alarmantes. A esto había que añadir el escándalo de los sobornos a diputados para que se aprobara una ley de flexibilización laboral. Se podría decir que en una escala de 0 a 100, la popularidad de De la Rúa ni siquiera arañaba el uno.

El mes de diciembre de 2001 fue caótico, los canales de televisión nacionales y extranjeros mostraron un país en franca descomposición, con violencia, asaltos a negocios, supermercados y camiones con alimentos, porque el 50% de la población se encontraba por debajo de la línea de pobreza. A la calle salieron a cacerolear la clase media en protesta por el corralito y la clase baja porque sufría hambre. Ninguno respondía a partidos políticos o movimientos sociales concretos. Su lema popular fue: "¡Que se vayan todos!".

De la Rúa adoptó el camino más equivocado: negó la realidad, no asumió responsabilidad alguna y optó por reprimir. Al establecer el estado de sitio en todo el país el día 19 de diciembre, señaló que había decidido tomar esa medida para poner límite a los violentos que se aprovechaban de las penurias ajenas.



Había llegado al paroxismo de su autismo. La medida aumentó la furia de la población y la represión fue feroz, produciéndose la muerte de 39 personas y cientos de heridos.

Al día siguiente en la Cámara de Diputados Raúl Alfonsín se agarraba la cabeza diciendo“. Esto es el fin del partido radical”. Por su parte, el canciller Adalberto Rodriguez Giavarini exclamó “Ahora se vienen décadas de gobiernos peronistas”. Los dos fueron proféticos.

Por su parte De la Rúa, en su aislamiento mental, amenazó con renunciar si no se recuperaba el orden, algo que toda la población estaba esperando. Quiso convocar a las demás fuerzas políticas, pero era demasiado tarde. Nadie deseaba formar parte de un gobierno totalmente desacreditado y nadie estaba dispuesto a colaborar con la desastrosa política económica asumida.

El día 20 continuó la represión, hubo más muertos y el país estaba incendiado. Mientras tanto, en la quinta presidencial Inés Pertiné estaba preocupada, ¿debería adquirir un vestido de gala como corresponde a una primera dama para el casamiento de Máxima con el príncipe de Holanda, o simplemente sería una invitada más en la boda?

Finalmente, superado totalmente por los acontecimientos y sus propios errores, abandonado por todos, incluso los de su propio partido. Fernando De la Rúa presentó su renuncia después de haberse comunicado telefónicamente con el FMI y pedido disculpas por no poder cumplir con los pagos pendientes.

A las 20 horas del 20 de diciembre, el que por dos años fuera presidente de los argentinos abandonó la Casa Rosada. La imagen que más persiste en la memoria de todos nosotros es la del helicóptero levantando vuelo alejando a De la Rúa para siempre de la vida política. Internacionalmente, la Argentina había dejado de existir como país.

La magra convocatoria de Moyano
Hubiera sido saludable que Hugo Moyano cuando tuvo la poca feliz idea de convocar la manifestación este 19 de diciembre, de bochornosa pobreza numérica, hubiera reflexionado sobre cómo estaba entonces la clase obrera, pero ni siquiera recordó ese día ni a los que cayeron bajo la represión policial. En su lugar se limitó a un discurso sin épica y sin convencimiento de sí mismo.

Más lamentable aún, fue ver a Ricardito Alfonsín en el palco junto al camionero, cuya asistencia sólo logró convocar a través de la dolorosa foto de un matutino, a un centenar de radicales con banderas del partido. La presencia del hijo fallido de don Raúl, hubiera sido menos patética, si hubiera dedicado un homenaje a las víctimas de aquél 19 de diciembre de 2001 causadas por un gobierno radical, pero está visto que no hay autocríticas ni dirigentes con integridad en el casi extinto partido de Alem.




Fuentes
Crisis de diciembre 2001 en Argentina. http://es.wikipedia.org/wiki/Crisis_de_diciembre_de_2001_en_Argentina

miércoles, 19 de diciembre de 2012

MANIFESTACIONES, JUICIOS Y FRAGATA

En Argentina, los acontecimientos se suceden en forma vertiginosa. Tuvimos una manifestación, la del 9-D donde una gigantesca multitud que desbordó la Plaza de Mayo y ocupó toda la zona céntrica, festejó los 29 años de la democracia.

El acto se diferenció de los dos anteriores organizados por Clarín en varios aspectos: fue mucho más numeroso, fue alegre y pacífico, sin  rostros crispados de  caceroleros/as  agrediendo a periodistas. Pero por sobre todas las cosas, había un conductor, alguien que los representaba y los convocaba para continuar con los proyectos de un país mejor y no con eslóganes individualistas. Fue la fiesta de Cristina y del pueblo. En cambio el 8-N, fue un episodio fugaz que a las 10 de la noche ya se había extinguido.

Pocos días antes, el anquilosado episcopado con Bergoglio y Arancedo a la cabeza, se adelantó al 7D elaborando un discurso político, con resabios medievales, totalmente carente de autocrítica y reprobado por todo el arco progresista, incluyendo varias entidades católicas constituidas por civiles y por sacerdotes. El episcopado está demasiado enlodado, por la pedofilia y por su colaboración con la última dictadura como para tener la pretensión de señalarle defectos al gobierno. Afortunadamente hubo un encuentro de los purpurados con la Presidenta ayer en la Casa Rosada que limó asperezas.

El juicio sobre Marita Verón
El veredicto de los tres jueces dejando libres a 13 imputados por la trata de blancas y el secuestro de Marita Verón, fue un hecho repugnante que sienta un precedente gravísimo. De aquí en más, ninguna ex prostituta o testigo se animará a denunciar a un proxeneta, el riesgo es muy grande y sus declaraciones son desestimadas y descalificadas por los jueces.

Jueces Emilio Herrera Molina, Alberto Piedrabuena y Eduardo Romero Lascano

Entre los jueces, abundan los prejuicios contra estas testigos, e ignoran la problemática psicológica que enfrentan cada vez que intentan retomar el recuerdo de situaciones violentas y dolorosas. Por estas razones y sin descartar que pueden haber recibido presiones e incluso amenazas, muchos jueces exigen a estas mujeres relatos con un grado de precisión, detalle y cronología que son incompatibles para sus traumáticas situaciones vivenciales.

El resultado del juicio demostró la fuerte conexión entre las mafias de la prostitución, la policía y el poder político que no les importó afrontar la indignada reacción de todo el país. Estos grupos, disponen de mucho dinero y según el fiscal Marcelo Colombo, un prostíbulo de nivel medio, genera una ganancia neta que supera los 10 millones de pesos en 5 años.

El sistema judicial requiere cambios que tarde o temprano se deberán llevar a cabo. Sería muy beneficioso adoptar la mecánica que rige en países como los Estados Unidos, Francia e Inglaterra donde por sorteo es designado un grupo de ciudadanos legos, dirigidos por un magistrado, que conocen los hechos y se pronuncian sobre la totalidad de los mismos. A continuación, un magistrado técnico determina qué pena corresponde al veredicto emitido por el jurado.

Paralelamente fue indignante el manoseo mediático y mezquino que hicieron La Nación y Clarín para politizar el dolor de Susana Trimarco, que desde hace diez años viene luchando para recuperar a su hija. La presidenta Cristina, se unió a la crítica general y sostuvo que había que democratizar el sistema judicial. Para el diario de los Mitre, se trató de un oportunismo, pero si la presidenta hubiera callado, el mismo matutino hubiera dicho que guardó un silencio cómplice.

Mucho más allá fue el diputado radical Oscar Aguad, quién totalmente entregado al grupo Clarín más que a su partido, sugirió que fue toda una maniobra orquestada por el gobierno para presionar y cambiar a su gusto la justicia.

     Oscar Aguad (flecha), en actitud de recogimiento junto a Luciano Benjamín Menéndez

Figuras como Aguad y Cobos, desfilando por los medios del monopolio y encabezando las reuniones radicales, mientras la imagen de Ricardito Alfonsín se desdibuja en un segundo plano con su cara de circunstancias y sonrisa de buenudo, nos muestra la degradación que afecta al que en una época fuera un partido respetable. Da pena ver, que el temor al monopolio mediático les haya hecho perder sus convicciones.

Ricardito le hace un cariñito a Huguito, mientras Lavagna contempla la escena embelesado

Fin de las cautelares
El fallo del juez Horacio Alfonso que declaró constitucional el artículo 161 de la ley de medios, termina con el festival de cautelares con las que el grupo Clarín logró frenar durante tres años una ley aprobada por mayoría en el Congreso, para modificar la de la dictadura. La nueva ley no afecta al diario Clarín ni los medios gráficos que posee el emporio informativo. Se trata de una mentira que con su persistencia, los voceros de Magnetto lograron introducir en la mente de muchos incautos. El emporio mediático podrá seguir manteniendo sus bocas de infundio político.

Las últimas décadas, convencieron al CEO que era un poder independiente, un estado dentro del Estado. Logró voltear presidentes e imponer ministros y con maniobras extorsivas, valiéndose del control mal habido de la distribución del papel, fue ampliando el número de empresas hasta transformarse en un monopolio asfixiante.

Esperemos que se termine esta aberrante distorsión de los poderes. Sin embargo, la lucha continuará, Magneto cuenta con un batallón de abogados que conoce mejor que los asesores del gobierno, todos los vericuetos del mundo judicial y saben quién es el juez dócil y maleable ante una buena suma de dinero, o un viaje a Miami en primera y hotel 5 estrellas como el que recibió el juez Horacio de las Carreras. La palabra soborno, debe haber retumbado asiduamente en las oficinas de Clarín.

Liberación de la Fragata Libertad
La decisión del Tribunal Internacional del Derecho del Mar fue unánime y lapidaria, la Fragata Libertad es una extensión de la soberanía de la Argentina y por lo tanto inembargable y debe ser liberada a la brevedad. Esto se debió gracias a la sólida actitud de la presidenta Cristina que sí tiene convicciones, a diferencia de politólogos, abogados, periodistas y miembros de la desflecada oposición, eternos militantes de la equivocación y genuflexos ante el menor embate de fuerzas exteriores.

Totalmente descolocados quedaron los eternos columnistas del desánimo, sin duda fue un duro golpe para los fondos buitres y sus corifeos vernáculos.

  Susana Ruiz Cerrutti, en representación del país en el Tribunal Internacional del Derecho del Mar

Fuentes
Martín Rodríguez. Medios, paros y cacerolas. Le Monde Diplomatique, diciembre 2012.
Mariana Carbajal. Se dio nula relevancia probatoria a testimonios de otras víctimas. Página 12, 17/12/2012.
Mariana Verón. Por el caso Verón, otro embate del gobierno contra la Justicia. La Nación 13/12/2012.
Mario Wainfeld. Hamburguesa y pensamiento chatarra. Página 12,16/12/2012.

domingo, 16 de diciembre de 2012

FASCINANTE PATAGONIA


La siguiente es una síntesis de las impresiones que tuvimos en el reciente viaje al sur.

Alquiler del vehículo
Al arribar al aeropuerto de Esquel nos esperaba un empleado de la agencia de alquiler de autos, fácilmente identificable porque era de raza negra. Esau, recién pisaba suelo argentino y su conocimiento del castellano era nulo. Afortunadamente no hablaba el creole de Haití, sino un francés correcto. Alicia y yo reflotamos de alguna parte de nuestros cerebros lo que sabíamos del idioma y logramos comunicarnos.

Esau nos llevó a un barrio humilde donde estaba la oficina de la empresa, si es que así se le puede llamar a una casucha donde una habitación hacía de dormitorio del haitiano y su esposa y la otra contenía un escritorio, tres sillas, un teléfono y una calculadora. Si no nos escabullimos fue porque habíamos dejado una seña previa y porque amigos confiables nos habían recomendado la agencia.
Recibimos un vehículo que no era el convenido y luego nos percatamos que el seguro vencía en los próximos días.

Regresamos a la oficina y nos recibió la esposa de Esau, también haitiana y absolutamente ignorante del castellano. En medio de la precaria conversación que se entabló, súbitamente la mujer perdió el conocimiento. Era grandota y nos costó trabajo levantarla y ubicarla en una silla. Alcanzó a balbucear que estaba con fiebre y una vez que comprobamos que estaba fuera de peligro, emprendimos una discreta retirada.

Afortunadamente, el recepcionista del Hotel Angelina (muy recomendable), donde nos alojamos y que conocía vida y milagros de la población, logró ubicar a la esposa del dueño de la agencia, quién en esos días estaba en Europa. Nos cambió el auto y así finalizó esta curiosa e inquietante etapa de nuestro viaje.

Esquel y la Trochita
Esquel (40.000 habitantes), cuna del escritor y ensayista Jorge Lafforgue, es una hermosa y activa ciudad entre montañas y lo primero que hicimos fue viajar en la Trochita. La locomotora de 1920, parecía un desquiciado samovar sobre ruedas que lanzaba vapor por todas sus válvulas y una columna de humo negro de su chimenea. Los vagones de madera hacían el mismo ruido que un barco a vela bajo la tormenta y en los cruces a nivel, la gente se bajaba de los autos para fotografiar a esa poesía rodante.

                                              El Viejo Expreso Patagónico

Al escritor norteamericano Paul Theroux, quién viajó en tren desde Boston, la Trochita le produjo tal impresión, que al volcar sus experiencias a lo largo de América, tituló la obra El viejo expreso patagónico y así está actualmente bautizado este singular y pintoresco ferrocarril.

En viaje al lago Futalaufquen, uno de los más hermosos de la Patagonia, levantamos a dos mochileras, una guatemalteca quién desde los 6 años vivía en Texas junto con una inglesa estudiante de danzas. La guatemalteca era simpática y preguntona y pronto se informó de lo esencial de nuestras vidas. Venía viajando desde Costa Rica haciendo dedo y tomando ómnibus y en Argentina se juntó con la inglesa para compartir viajes y aventuras.

Los Antiguos y la Cueva de las manos
Los Antiguos es un pintoresco pueblo a la vera del lago Buenos Aires, lago que del lado chileno se llama Carreras. Las calles y las casas están repletas de rosas multicolores como nunca habíamos visto, excepto quizás en San Martín de los Andes. La pequeña ciudad fue prosperando lenta, aunque inexorablemente a casi todo lo largo del siglo XX, pero en la noche del 8 de agosto de 1991 las cenizas de la erupción del volcán Hudson destruyeron todo el ganado lanar. Los habitantes no se amilanaron y aprovecharon la nueva fertilidad del suelo para convertirse en importantes productores de frutas y sus derivados. Un elaborado sistema de riego mediante acequias asegura el aporte de agua a todas las chacras que también pueden visitarse.

En el camino hacia la Cueva de las Manos, recogimos a una pareja de israelíes quienes disfrutaban de merecidas vacaciones después de 3 años él y 2 ella de servicio militar obligatorio. El joven conservaba un correcto castellano de su infancia en Argentina, antes de emigrar con sus padres a Israel. Venían de Chile y deslizaron un comentario que habíamos registrado en otras ocasiones: los argentinos son muy cordiales, no así del otro lado de la cordillera.

Descartamos totalmente recabar información y menos aún opinar sobre el eterno conflicto con los vecinos árabes. No quisimos herir susceptibilidades a quienes seguramente habían recibido una férrea mística nacionalista.

                     Manos y figura de una lagartija

La Cueva de las Manos es una etapa imperdible por su entorno geográfico y las pinturas rupestres de diez mil años de antigüedad. Me enganché a conversar con una inglesa culta e inquieta, quién en un momento se interesó por mi conocimiento del idioma. “Lo aprendí en los Estados Unidos”, le informé. Me miró asombrada y exclamó: “Pero usted habla buen inglés”.

Lago Posadas
Lago Posadas, la siguiente etapa, es un villorrio de 270 habitantes que sin embargo, cuenta con un Centro Sanitario donde un dentista con profesionalismo y solvencia y muy bien equipado le resolvió a Alicia un insoportable dolor de muelas que le estaba arruinando el viaje. Fue reconfortante comprobar que hasta el pueblo más pequeño cuenta con atención sanitaria, buena, gratuita y durante las 24 horas.

                                                             Lago Posadas

Nos alojamos en un hotel que resultaba pretencioso para ese pueblito. Diseñado y construido por su dueño, el arquitecto Horacio, quién cumplía las funciones de recepcionista, maître y anfitrión. El edificio contaba con un magnífico y espacioso salón comedor, digno de un hotel 5 estrellas, pero carente de ostentación.

                                            La hostería del Lago Posadas

En un restaurante del pueblo, la presencia en el mostrador de un retrato de Neruda junto a Salvador Allende, fue el desencadenante de una empatía y extensa conversación con su dueña Luciana.

El Chaltén y Calafate
Mientras la ruta nos aproximaba a la siguiente etapa que fue El Chaltén, se nos agrandaba la imagen imponente del Fitz Roy, paraíso de los andinistas más intrépidos. Por su belleza y armonía El Chaltén, con sus casas de madera y el entorno geográfico se asemeja a un pueblo suizo. En este edén del trekking, hay caminatas para todos los gustos y edades, pero la fascinación que atrae a locales y extranjeros es hacer cumbre en el Fitz Roy que sólo unos pocos logran anualmente.

                                         El Fitz Roy, ahora llamado Chaltén (montaña que humea). Durante mucho  tiempo se pensó que era un volcán


Los tres días que estuvimos, cenamos en un pintoresco restaurante, repleto siempre de turistas que generaban una babel de idiomas. La mayoría provenía de países nórdicos que no han sufrido el impacto de las políticas neoliberales que asolan al resto de Europa.
  
        En todos los pueblos había modernas escuelas como esta de El Chaltén

La proximidad entre El Chaltén y Calafate obligó a una visita al glaciar, imponente como siempre. Hacía 25 años que no íbamos y por entonces el Calafate era un pueblo pequeño con calles de tierra. Nos encontramos esta vez con una ciudad bellísima, arbolados bulevares, hermosas viviendas, grandes hoteles y mucho movimiento.

Regreso
En el viaje de regreso hicimos escala en Gobernador Gregores y Perito Moreno, pleno centro de Santa Cruz. En ambas ciudades hay emprendimientos mineros que si bien se encuentran a 50 kilómetros del área urbana, suscitan sensaciones mezcladas en los habitantes por la posibilidad de los efectos colaterales.

Encontramos un holandés que pensaba llegar hasta Alaska con su vehículo y varios canadienses que en poderosas motos BMW se dirigían a su país desde Ushuaia.

En otra oportunidad, estando en el bar de una estación de servicio, se detuvo una moto de la que emergió un gigante que debía agacharse para pasar el marco de las puertas. Pensé que en Argentina no hay sastrería ni zapatería que pudiera satisfacer las necesidades de semejante Gulliver. Cuando el gigantón se sacó el casco, surgió un rostro bonachón rubio de ojos azules. Resultó ser un periodista ruso quién en correcto inglés nos dijo que escribiría un extenso artículo sobre sus impresiones de la fascinante Patagonia. También describió a Buenos Aires como su ciudad favorita en el mundo.

Vivencias y recomendaciones
  • en todos lados la gente es cordial y solícita;
  • hay tramos de la ruta 40 donde el conductor corta clavos, pero existen trechos pavimentados que aún no figuran como tales en los últimos mapas del ACA. Se calcula que en 2 años estará toda la 40 pavimentada;


  • durante el trayecto abundan guanacos y ñandúes, solos o con sus crías. Se recomienda tener lista la cámara fotográfica;


  • los hoteles son excelentes y los precios razonables. Los desayunos son tan abundantes que el almuerzo se resuelve con un sencillo sándwich;
  • las oficinas de información turística y las de los guardabosques son modernas edificaciones con abundante iconografía y excelente atención.
Adelante, la Patagonia los espera.

jueves, 13 de diciembre de 2012

LA ÚLTIMA HORA DE SALVADOR




“Trabajadores de mi patria, tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo en el que la traición pretende imponerse. …Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor.” Extractos del último discurso radial de Salvado Allende antes de morir.

En un sillón del Palacio de La Moneda, se encuentra Salvador Allende; sostiene entre sus piernas la metralleta que le había regalado Fidel Castro. El cañón del arma apunta hacia su barbilla. Afuera, los aviones de la Fuerza Aérea Chilena pasan en vuelos rasantes sobre el edificio descargando sus bombas. El fuego se ha extendido a varias habitaciones y el caos es total. Unos instantes antes, había ordenado a los pocos fieles que lo acompañaban, entre los cuales se encontraba “La Payita”, su amante, que abandonaran el edificio y se entregaran. La custodia del palacio se había retirado plegándose a los sediciosos. Se siente el hombre más solo del mundo en aquella tarde tan atroz y verdadera.

Por la mente de aquél hombre acorralado vuelan los recuerdos, su tesis doctoral en 1933 sobre Higiene mental y delincuencia, con la que obtuvo el título de médico, su desempeño como Ministro de Salud durante la presidencia de Aguirre Cerda y sus tres campañas presidenciales en 1952, 1958 y 1964 en las que fue derrotado como candidato del Frente de Acción Popular.

Finalmente, representando a la Unidad Popular, una alianza socialista-comunista más otros partidos menores, logra acceder a la presidencia en 1970. Recuerda las calles colmadas de manifestantes alegres con banderas de las distintas agrupaciones vivando su nombre. El pueblo entero parecía estar de fiesta. ¿Dónde estaría toda esa gente ahora? El estruendo de las bombas es ensordecedor, aviones y tanques se ensañan irracionalmente contra un hombre que solo porta una metralleta para descargarla contra sí mismo.
En el país del norte gobierna Nixon, su enemigo acérrimo desde el momento en que ganó las elecciones. El asesinato del Comandante en jefe del Ejército General René Schneider fue obra suya con el asesoramiento del Secretario de Estado Henry Kissinger.


El olfato de la prominente nariz de Nixon no lo había engañado, Salvador Allende era un enemigo comunista de los Estados Unidos y su exasperación fue enorme cuando el presidente chileno nacionalizó las minas de cobre.

“Hay que eliminar a ese hijo de puta”, repetía mientras ordenaba el plan para derrocar al gobierno. Se adoptaron dos líneas de acción, una económica desvalorizando el precio del cobre, bloqueando préstamos y generando mecanismos de inflación galopante. La otra medida fue la agitación social, el feroz paro de camioneros y las manifestaciones callejeras que dieron origen a los cacerolazos que décadas después serían adoptados en Argentina por motivos diversos.

Un kaleidoscopio de imágenes pasa por su mente, son los cientos de tapas de El Mercurio y demás diarios atacando su gestión. Desde Buenos Aires le hacían eco los editoriales del diario La Nación. Los medios de difusión fueron implacables contra su gobierno. Agustín Edwards, propietario del periódico perteneciente a la más rancia oligarquía chilena, había tenido contacto directo con Richard Nixon y pocos días después de la asunción de Allende, la Casa Blanca le dio partidas de dinero para la campaña de desestabilización.

                                           Verdugo y Allende

Recuerda cuando el general Prats presionado por manifestaciones populares renunció al cargo de Comandante en Jefe del Ejército recomendándole como reemplazante al apolítico general Augusto Pinochet. ¡Cómo nos equivocamos Prats! Un gesto de amargura surca la cara del presidente, él quiso la grandeza de Chile y desterrar la pobreza y la injusticia social que reinaba en su patria. No lo pudo lograr. Sintiéndose fracasado, abandonado y traicionado recordó las palabras proféticas de Fidel Castro “soy escéptico de un cambio revolucionario por la vía democrática”.
                              Última foto de Salvador Allende

“Al menos en Sudamérica”, agregó para sí mismo y gatilló. Su cuerpo se sacudió, estalló su bóveda craneana y cayó sobre el charco de su propia sangre. Poco tiempo después ingresó el general Palacios, quién estaba a cargo del “operativo invasión” de la casa de gobierno. Llamó al oficial de radio y entregó su escueto informe: «Misión cumplida, Moneda tomada, presidente muerto».

Una larga y siniestra noche caía sobre Chile, había comenzado la dictadura sangrienta de Pinochet.

Fuentes:
Albino Gomez. El Arca Digital.
Martín Becerra, Sebastián Lacunza. Wiki Media Leaks. Ediciones B, 2012. Buenos Aires.