martes, 30 de octubre de 2012

CIENCIA Y ARMAS

La industria armamentista actual es altamente sofisticada y no puede prescindir del apoyo de la ciencia y la investigación. Todos sabemos que los militares carecen de aptitudes para elaborar y perfeccionar sus herramientas de destrucción. De hecho, el término “inteligencia militar” implica de por sí un contrasentido o un despropósito.

Si bien la definición de ciencia no lo explicita, se supone que debería ser una actividad neutral y fundamentalmente al servicio del bienestar de la raza humana y al resto de las especies del planeta, incluyendo los vegetales.

En la práctica, un abultado número de científicos e investigadores están a través del Estado o en forma directa, al servicio de la industria armamentista. Me pregunto si se sentía confortable la conciencia del ingeniero químico que desarrolló sustancias defoliantes como las utilizadas por el ejército norteamericano para devastar las selvas vietnamitas. O los investigadores de Harvard que inventaron el terrible napalm.
 
                      ¡Quema mucho!, gritaba Kim Puhc, mientras la piel de la espalda se le deprendía en lonjas por la quemadura del napalm. La foto fue Premio Pulitzer.

Profundizando aún más la gravedad de la participación, ¿tendrían algún conflicto moral los que elaboraron los gases letales que mataron millones de judíos en los campos de concentración alemanes? Aquella fue una ingeniería aberrante de destrucción meticulosa sin precedentes en la historia de la humanidad.

Lo mismo se puede plantear el ingeniero en robótica que diseña misiles con ojiva nuclear o los aviones sin piloto, conocidos como drones para operaciones tácticas causando importantes daños colaterales. (Ver el artículo Drones y mercenarios)

           
                                                                        Drones

Seguramente, antes de incorporar estos científicos a la investigación se los adoctrina con argumentos de que se trata de la defensa del país, evitar el ataque de otra potencia y fundamentalmente son atraídos con suculentos salarios.

También pueden tranquilizar su conciencia diciéndose a sí mismos que ellos no son el brazo ejecutor. Con ese argumento también estaría limpio de conciencia el soldado alemán que seleccionaba a los judíos del ghetto de Varsovia para ser transportados a los campos de exterminio o el que los vigilaba en los trenes de la muerte. Ninguno de los dos los introdujo en las cámaras de gas, pero formaron parte de la cadena de complicidad.
                     Prisioneros judíos hacia Auschwitz

La neutralidad de la ciencia y la tecnología es un mito en el mundo actual, gran parte de la misma está vinculada a la producción de armamento. Participa en la compleja y deliberada organización de ingentes recursos económicos y humanos para desarrollar elementos destructivos.

La ciencia bien entendida, es incompatible con el militarismo ya que éste es un proceso histórico-social y cultural complejo que ha hecho de la violencia extrema un vector de organización y producción social.

En su vertiente política y cultural, el militarismo ha contribuido y consolidado formas centralizadas y jerárquicas de organización social que fomentan la desconfianza, ideologías que han ensalzado valores autoritarios y patriarcales o culturas que potencian formas de abordar los conflictos en nuestras sociedades que sólo ven como salida posible el uso de la fuerza. La dictadura que sufrimos desde 1976 hasta 1983, cumplió obedientemente con todas estas premisas y llevó al límite de la guerra con Chile la doctrina de hipótesis de conflicto.

El vínculo entre la tecnociencia y la violencia letal se consolidó durante el siglo XX. La ciencia, cuya dependencia de la industria era casi insignificante durante el siglo XIX, fue absorbida en forma paulatina para ponerse al servicio de las grandes empresas y en especial de todo el espectro industrial vinculado con la fabricación de armas.

El jalón inicial que sería el epitafio de una ciencia independiente y exclusivamente orientada al servicio de la humanidad tuvo lugar durante la Primera Guerra Mundial en que se sucedieron diversos pronunciamientos institucionales tanto de la Académie des Sciences en Francia como de la Royal Society inglesa que, siguiendo el llamamiento del químico y premio Nobel William Ramsay, crearon un comité para promover investigación al servicio de la guerra. A partir de entonces, declinaron los ideales que caracterizaron la ciencia de principios de siglo XIX.

El punto culminante de la colaboración irrestricta de la ciencia puesta al servicio de la destrucción masiva, ocurrió durante la Segunda Guerra Mundial con el proyecto Manhattan y el gas Zyklon.

                        Envase con gas Zyklon

En el proyecto Manhattan participaron los físicos más eminentes del mundo (Fermi, Bohr, Oppenheimer y Einstein), para el desarrollo de la bomba atómica que fue arrojada en dos ciudades de Japón que no constituían objetivos militares. La guerra ya estaba prácticamente ganada y los ataques atómicos se hicieron para amedrentar y frenar los proyectos de expansión de la Unión Soviética, por entonces un incómodo socio militar de los aliados.

El gas Zyklon fue creado en gran escala por Laboratorios Bayer de Alemania, cuyo lema es: “Si es de Bayer es bueno”. No lo sintieron así, quienes ingresaron en las cámaras de gas de Auschwitz.

Se calcula que en los Estados Unidos más del 70% de los científicos están abocados a tareas de investigación con fines militares.

Ciertamente, no es moralmente aceptable que las sociedades actuales mantengan los presupuestos agobiantes en beneficio de la industria armamentista. Pero incluso es muy discutible que lo sea desde la perspectiva de la estricta rentabilidad económica. Numerosos economistas defienden que si de lo que se trata es de crear riqueza y empleo, es mucho más fácil conseguir estos objetivos mediante otras formas de invertir el dinero público.

La masiva inversión en investigaciones de carácter militar produce una importante merma en la capacidad investigadora en otros campos, que no se compensa con el hecho de que algunas tecnologías de uso civil hayan tenido su origen en la investigación militar.

Es importante señalar que la industria militar es secreta, sin las normativas que existen para la investigación civil. Resulta así imposible detectar las posibles fallas en su desarrollo o los costos exagerados. Su presupuesto es el más alto del planeta, especialmente en Estados Unidos donde se convirtió en una estructura fuera de control que ejerce enormes presiones a través del Pentágono sobre el gobierno de turno.

Fuentes

Investigación Militar. La cara oculta de la ciencia. (Ver artículo completo)


Medina Domenech RM, Rodríguez Alcázar FJ. Ciencia, tecnología y militarismo. (ver artículo completo)

viernes, 26 de octubre de 2012

EL NAUFRAGIO QUE INSPIRÓ UNA NOVELA

Owen Chase
-Mi padre, Owen Chase, fue uno de los pocos sobrevivientes del naufragio del Essex-. Así inició el relato William Chase, al joven grumete que lo escuchaba absorto. Ambos se encontraban en cubierta aferrados a las jarcias del barco ballenero que se balanceaba fuertemente en las aguas agitadas del Cabo de Hornos.

Entonces, William empezó a deshilvanar la historia de su padre, primer oficial del Essex, que zarpó de la isla de Nantucket al este de la costa del estado de Massachusetts un día de agosto de 1819. Nantuckett, hoy una zona exclusiva para norteamericanos de clase media alta que quieren alejarse del mundanal ruido, era por entonces el centro de la industria ballenera. Ahí recalaban los barcos con el producto de la caza de cetáceos y de su elaboración surgía el codiciado aceite, único combustible que iluminaba las lámparas del siglo XIX.
                                      Owen Chase

El Essex enfiló directamente hacia el sur para cruzar el estrecho de Magallanes e iniciar la búsqueda de ballenas, que por esa época se encontraban en el Pacífico. Ya bien entrado en aquél océano, el joven capitán del barco, George Pollard, de tan sólo veintiocho años vivió una experiencia única en la historia de la navegación a vela: su barco fue atacado y hundido por una ballena.

El animal embistió dos veces con su cabeza al Essex, produciéndole un enorme orificio en uno de sus costados. La nave empezó a escorar y en pocos minutos desapareció de la superficie.

Parte de la tripulación se salvó a bordo de varios botes que quedaron a la deriva en el medio del océano. Con el paso de los días y las semanas, los menos resistentes fueron muriendo y sus cadáveres arrojados al mar cuando ya hedían y no se podía arrancarles más partes para alimentar al resto. El canibalismo era esencial para la supervivencia.

Al cabo de noventa días, los tres únicos sobrevivientes: el capitán Pollard, Owen Chase y un marinero, fueron rescatados de aquella agonía por otra nave. Se trató de la más prolongada permanencia en el agua en la historia de los naufragios.

-Mi padre relató minuciosamente aquél episodio- terminó diciéndole William al grumete- lo escribió en un libro que siempre llevo conmigo. El título es un poco largo: Narración del más extraordinario y desastroso naufragio del ballenero Essex. Te lo presto para que te distraigas durante los tediosos días que nos esperan en el Pacífico- El grumete, que no era otro que Herman Melville, regresó feliz a su litera con el libro bajo el brazo.

Tiempo después, decidió escribir una novela basándose en el relato de Owen Chase y el resultado fue Moby Dick, que junto con las novelas de Jack London constituyen, en la literatura norteamericana, las obras cumbres de la lucha del hombre ante la naturaleza.

                                     Herman Melville

Ahab, el capitán del Pequod
En su novela, Melville reemplazó al joven capitán Pollard por el veterano Ahab, quien en sus épocas de arponero perdió una pierna luchando contra Moby Dick, la gigantesca ballena blanca. La enorme cicatriz que cruzaba el rostro de Ahab como si fuera a dividirle en dos la cara, también fue el resultado de aquél encuentro.
Ahab partió de Nantucket comandando el Pequod sin la menor intención de llenar los depósitos del barco con barriles de aceite de ballena. Su obsesión, su único proyecto de vida, era matar a Moby Dicky y estaba dispuesto a recorrer todos los mares hasta encontrarla.
     Gregory Peck interpretando al capitán Ahab en la película Moby Dick

Obnubilado por el deseo de venganza, consideraba a la ballena como un ser de inteligencia casi humana, perverso y asesino. Indudablemente, la compulsión de Ahab contenía facetas de insania. O la ballena acababa con su vida o él terminaba con Moby Dick. Cualquiera fuera el resultado significaba el fin de Ahab, ya que si eliminaba al cetáceo, su vida perdía toda razón de ser.

Después de semanas de navegación, lograron avistar a la ballena. Era un día sin viento y el mar estaba tranquilo. Rápidamente bajaron los botes con los arponeros en la proa y la correspondiente tripulación de remeros. Cuando el animal estuvo a tiro Ahab, enajenado, le lanzó el arpón con toda la furia acumulada durante años de odio. Pero su pierna de palo quedó enganchada en el cordel y fue arrastrado a las profundidades quedando unido para siempre a su peor enemigo.

La ballena finalmente destruyó al Pequod y el único sobreviviente, Ismael fue recogido más tarde por otra nave para poder relatar la historia.

En septiembre se cumplió el 161 aniversario del lanzamiento de Moby Dick, la novela inspirada en un hecho real.


martes, 23 de octubre de 2012

SEMBLANZA DEL DIARIO LA NACIÓN

Orígenes
El primer número del diario La Nación apareció el 4 de enero de 1870 en la modesta imprenta que tenía Bartolomé Mitre en su casa de la calle San Martín 336. No se le puede negar que por sus páginas pasaron las mejores plumas nacionales y extranjeras, así como el exitoso crecimiento y prestigio adquirido con el correr del tiempo hasta llegar al emporio mediático que hoy representa.

También hay que admirar su coherencia meridiana, ya que en ninguna circunstancia se desvió del carril conservador y ultraliberal. Apenas nacida se transformó en portavoz de la Sociedad Rural Argentina fundada cuatro años antes por un grupo de terratenientes bajo la dirección de Alfredo Martínez De Hoz, el antepasado del tristemente célebre ministro de economía en la última dictadura. A partir de entonces, La Nación se constituyó en el órgano oficial de esta sociedad, ya que comulgaba con sus principios de fomentar una economía basada esencialmente en la producción de materias primas al servicio de un solo cliente: Inglaterra.

Simpatía por las dictaduras militares
Todos estos lineamientos podrían ser relativamente aceptables si no fuera por dos aspectos que cubren con una pátina negra la historia del periódico: su simpatía por las dictaduras militares y su seducción por las políticas de potencias extranjeras, la mayoría de las veces en detrimento de nuestra soberanía económica.



La dictadura más siniestra de la Argentina, tuvo el silencio cómplice del periódico, que en ninguna circunstancia se animó a objetar su actuación genocida. Además del motivo ideológico, existía una buena razón para adoptar esa postura funcional al proceso. Junto con el grupo Clarín, se hizo dueño de Papel Prensa mediante una maniobra extorsiva a la familia Graiver, que no hubiera sido posible sin el apoyo del dictador Videla. En ninguna parte del mundo se da la situación de que dos diarios sean dueños de la totalidad del papel que se produce. En retribución, ambos periódicos miraron distraídos hacia otro lado mientras la dictadura ensangrentaba el país.

                                Mitre y Magneto, los dueños de Papel Prensa

Cuando Néstor Kirchner subió al poder con sólo el 22% de los votos, era muy vulnerable, circunstancia que aprovechó Claudio Escribano, uno de los directores del diario de los Mitre para imponer condiciones al nuevo gobierno.

Escribano se apersonó en la Casa Rosada ante el flamante presidente, quién apenas había tenido tiempo de sacarse la banda presidencial. Portaba una carpeta de recomendaciones sobre cómo debería ser su gestión. Entre las propuestas se incluía el alineamiento incondicional con los Estados Unidos, abandonar toda revisión sobre la lucha contra la subversión y reivindicar el desempeño de las Fuerzas Armadas en el contexto histórico que les tocó actuar. Kirchner estaba en las antípodas de esa cosmovisión política y se lo hizo saber. A partir de entonces y hasta la fecha actual, el diario no dejó de atacar un solo día a las gestiones de Néstor y de Cristina.

 
                                  Claudio Escribano

Simpatía por las políticas de potencias foráneas
Fiel a su ideología anti estatal y del libre mercado sin restricciones, aunque fuera contra los intereses del país, el diario se opuso encarnizadamente a la recuperación de YPF y de Aerolíneas Argentinas. No se detuvo a considerar que la primera, a través de Repsol, estaba sufriendo una política de vaciamiento de la empresa y que Aerolíneas había sido totalmente desguazada por el grupo español Marsans.

Criticó en varias editoriales el control del Estado sobre la adquisición de grandes extensiones de tierra por particulares y empresas extranjeras, un tema de soberanía y seguridad nacional que defienden a rajatabla todas las naciones del mundo.

Festejó la reactivación de la cuarta flota de los Estados Unidos para que ejerza su función de gendarme en el Atlántico Sur y observa con beneplácito cuando un juez extranjero legisla a favor de los fondos buitre, entidades a las cuales el diario se refiere con el afectuoso término de “fondos de inversión”.

Ley de Comunicación Audiovisual
La Ley de Comunicación Audiovisual, sancionada hace tres años y frenada hasta la fecha por medidas cautelares del grupo Clarín, tiene entre otros objetivos eliminar el monopolio audiovisual, limitando a las empresas a no más de 25 canales de televisión, radios y señales. Clarín tiene más de doscientas y no está dispuesto a ceder su patrimonio. El tema es trascendental, porque este grupo mediático pretende ubicarse por encima de los tres poderes de la Nación, constituyéndose así en un estado dentro del estado. Al gobierno del pueblo canalizado a través de sus representantes mediante el voto, se quiere imponer el del gobierno de un monopolio empresario.

El diario de Bartolo lo acompaña en esta cruzada, no por razones económicas sino por principios ideológicos. A través de sus medios y el batallón de periodistas sumisos, hicieron todos los esfuerzos posibles para desinformar a la opinión pública, utilizando como eslogan la mentira de un ataque a la libertad de prensa.

              Jorge Lanata: ayer acérrimo crítico de Clarín. Hoy sumiso soldado de Magnetto

Recientemente, el director de La Nación, Fernán Saguier logró arrancarles declaraciones a los conglomerados mediáticos de América Latina. Bajo el título catástrofe: “La prensa americana en alerta máxima”, los directores de 14 grupos monopólicos se explayaron a gusto, contra la Ley Audiovisual. Son los mismos que en Chile voltearon a Allende, lo intentaron hacer con Correa y Morales en Ecuador y Bolivia y en Venezuela con Chávez. Todos ellos forman parte de la SIP, institución carente de respaldo moral que dice servir a la libertad de prensa, pero que sólo trabaja para los intereses de sus miembros.

Como lo desenmascaró la recopilación de cables secuestrados por Assange en Wikileaks, estos grupos son funcionales a las respectivas embajadas de los Estados Unidos. La aplicación de la ley Audiovisual en Argentina sería un pésimo antecedente para sus intereses monopólicos con el riesgo de que se desencadene un efecto dominó.

Para el país del norte, que ve cómo el control de los países americanos se le escapa de las manos, significaría un mayor fortalecimiento del Mercosur y un adiós definitivo al ALCA.

sábado, 20 de octubre de 2012

LA LEY DEL MERCADO

Literatura distópica
Este género literario proviene de la palabra distopía y define a una utopía perversa donde la realidad transcurre por carriles opuestos a los de una sociedad ideal. El término fue acuñado como antónimo de utopía y hace referencia a sociedades ficticias, emplazadas en un futuro cercano, donde el gobernante ejercer un control total sobre los habitantes y los cambios sociales son llevados a extremos apocalípticos.

Los textos basados en distopías surgen como obras de advertencia, a veces como sátiras, que muestran hasta donde pueden llegar las tendencias actuales si no son oportunamente controladas.

Los escritores sajones fueron particularmente adictos a esta veta literaria y uno de los precursores fue el inglés Herbert George Wells con su clásica obra del siglo XIX La máquina del tiempo, que se podría encuadrar dentro del género de ciencia ficción, pero con contenidos distópicos.

Le siguen Un mundo feliz de Aldous Huxley al inicio de la década del 30 y 1984 de George Orwell escrita 10 años después. Ambos también británicos, sus obras están basadas en el régimen agobiante de la dictadura de Stalin en la Unión Soviética. Advertían de los peligros del socialismo de Estado y de la evolución de las democracias liberales hacia sociedades totalitarias. Prácticamente existe consenso de que 1984 es la obra cumbre de la literatura distópica y fue llevada a la pantalla en dos oportunidades.
                                       1984

Por su parte, el cineasta francés Francois Truffaut, se basó en la novela de Ray Bradbury, Fahrenheit 451 para hacer la película homónima. Bradbury, recientemente fallecido, era norteamericano y su obra es una crítica al macartismo de los años 50 en los Estados Unidos. En el país imaginario de la novela, son los bomberos quienes con los roles invertidos se encargan de quemar los libros indeseables para el régimen, de sus mangueras en lugar de agua surgen llamaradas de napalm (ver en este blog: Adiós al poeta de la ciencia ficción)
  
Richard K. Morgan es un escritor y guionista inglés de ciencia ficción, ganador del Premio Philip K. Dick en 2003. A su vez, Dick fue un novelista distópico de origen estadounidense que escribió varias novelas, una de las cuales sirvió de argumento al excelente film Blade Runners, que tuvo como protagonista a Harrison Ford.

                                Richard K. Morgan

La ley del mercado
Uno de los libros distópicos de Morgan se llama La Ley del Mercado y aquí entramos al tema central que forma parte del título de este artículo.
La obra ubica al mundo en el año 2049, pero puede ser actual. En la novela todo está en venta, incluidas las guerras y los países que las libran. Grandes corporaciones transnacionales invierten en ejércitos y armas a cambio de un porcentaje del PIB del país al que apoyan. Los brokers de esas corporaciones acuden a su trabajo en vehículos blindados listos para la batalla. Las autopistas son un coto privado de las grandes empresas y cada día se producen combates entre coches: el que antes mate o eche de la carretera al otro, gana, y, por lo tanto, trabaja.

Sacando el condimento de súper acción de los autos que chocan entre sí y que, salvo para Hollywood, es totalmente prescindible, Morgan nos muestra hacia dónde nos lleva el capitalismo descontrolado y sin ninguna regulación estatal.

El dinero es el objetivo único, mientras gobiernos y parlamentos son espectadores pasivos. Las empresas acaparan tanto poder que funcionan como estados, donde no existen los ciudadanos, sólo los consumidores.

La Europa distópica
La novela de Morgan ha perdido uno de los componentes del género distópico ya que los hechos supuestamente emplazados en un futuro cercano, están ocurriendo actualmente bajo el shock brutal al que están siendo sometidos algunos países mediterráneos. En ellos, el sistema de bienestar ha sido reemplazado por una profunda remodelación de las políticas económicas y sociales diseñadas desde las oficinas del Banco Central Europeo bajo la atenta mirada de Angela Merkel.

                                España hoy

A semejanza de la obra de Morgan, el mundo está gobernado por grandes sociedades financieras entramadas con empresas que manejan los negocios más rentables: las armas, el petróleo, la actividad farmacéutica y el tráfico de drogas. Con su poder económico, compraron cadenas de diarios, de radio y de televisión. Habiendo perdido la función esencial del periodismo, es decir informar con criterio y sensatez, actúan como medios de propaganda sobre la población, machacándoles las reglas básicas del neoliberalismo: el ajuste, las privatizaciones y la flexibilidad laboral.

La consecuencia es la fragmentación social, el pánico, la desesperanza, el sálvese quien pueda en un Darwinismo económico despiadado.

                                 Griegos sin hogar

Llama la atención la perseverancia de los gobernantes en insistir en el camino equivocado. En realidad son líderes sin carácter y dominados por quienes representan al mundo de las finanzas que son los que realmente gobiernan y tienen al libro de Morgan como tratado de cabecera y ejemplo a seguir.

Esta hipótesis se confirma si uno leyó el reportaje que se le hizo a Jean-Luc Melenchon, dirigente de la izquierda francesa, quién en perfecto castellano manifestó que en Europa los medios ocultan la realidad Argentina. Porque no conviene al mundo financiero que la gente se entere que se puede vivir mucho mejor sin el FMI y las políticas neoliberales que agobian a los habitantes del viejo continente. (Ver nota)

                           Jean Luc Melenchon

Melenchon pasó por Buenos Aires, pero quienes leen La Nación y Clarín no se enteraron de su presencia.

martes, 16 de octubre de 2012

DOGMA, CIENCIA Y ABORTO

            La religión pertenece al género de la literatura fantástica.
            Jorge Luis Borges

El mensaje de la muerte
El feto ve como el estilete se aproxima, trata de retroceder, pero el estrecho límite de la cavidad uterina se lo impide, se defiende con las manos, pero es inútil, la herramienta asesina acabará con su vida que aún no tuvo oportunidad de ver la luz del sol.

Impactante, tan impactante como falso. El estilete es en realidad una aguja para toma de líquido amniótico que produce ondas en el líquido y genera los movimientos de “rechazo” del feto que además no ve. La cadena de embustes utiliza a un feto de 6 o 7 meses y no un embrión de 12 semanas que es el límite tope para justificar un aborto.

El resto de la campaña es una sarta de falsedades y repetidos slogans que hablan de la cultura de la muerte acompañada de material gráfico espeluznante como el mencionado.

Dogma e Iglesia
Dogma es una doctrina que no admite réplica, sostenida por una religión u otra organización de autoridad. El dogma por lo tanto, es la antítesis de la demostración o evidencia científica. La Iglesia Católica, a semejanza de muchas religiones, es dogmática. Durante siglos sostuvo la teoría geocéntrica, o sea que la tierra era el centro del universo y como en este aspecto es intolerante, la disidencia le costó la vida a varios que fueron purificados en la hoguera para escarmiento de los que se les ocurría pensar distinto.

Le llevó 500 años, disculparse por la condena a Galileo quién se salvó del fuego porque entre dientes se retractó de sus ideas. A lo largo de los siglos, muchos otros que cuestionaron los dogmas de la Iglesia, pagaron con su vida, sufrieron el destierro o la cárcel.

                               Galileo ante la Inqusición

La Iglesia Católica posee la triste e ignominiosa condición de ser la institución líder en el ranking de pedofilia. Sin embargo, en lugar de hacer una autocrítica y tomar medidas drásticas para poner coto a esta aberración, está empeñada en la lucha contra el aborto.

Sostiene que el embrión desde el momento de la concepción es un ser humano. Interpretación muy controvertida en el mundo científico, pero como la Iglesia es dogmática, considera que el aborto es matar a un ser vivo. Además, como es profundamente misógina, el hecho de que se trate de una violación, o sea contra la voluntad de la mujer, no tiene ningún valor para la Iglesia, le importa un comino las consecuencias físicas y psíquicas que sufrirá la víctima.

La Iglesia no está sola en esta cruzada, tiene un aliado importante que son las organizaciones de aborto clandestino, porque de legalizarse el método, peligraría la multimillonaria suma que ingresan a sus arcas ya que son alrededor de 600.000 los abortos anuales en Argentina y de ellos el 95% es ilegal.



Un problema de salud pública
Se calcula que entre 1984 y 2008 murieron 2578 mujeres por complicaciones debidas a abortos sépticos, la mayoría pertenecían a sectores humildes que recurrieron a curanderas, parteras y servicios clandestinos generalmente precarios y con escasas garantías de realizar un procedimiento dentro de las normas quirúrgicas vigentes.

Por lo tanto, la actitud de la Iglesia al oponerse al aborto, adopta un comportamiento que se puede encuadrar dentro del genocidio.

Las mujeres pudientes, católicas y no católicas recurren para abortar a centros clandestinos de mejor infraestructura, pero aun así pagan una cuota de morbilidad y mortalidad importante por tratarse de instituciones no autorizadas.

Considero totalmente respetable que un católico practicante esté en contra del aborto, pero ni él ni la Iglesia tienen autoridad para coartar la libertad de quienes no comulgamos con los principios dogmáticos de la religión. En estos días, una mujer víctima de trata, que resultó embarazada al ser violada en su cautiverio en prostíbulos, solicitó el aborto. El procedimiento es legal porque está encuadrado dentro del aborto no punible.

Rápidamente, surgieron de la oscuridad engendros medievales clamando por la vida del niño, cuando en realidad no es un niño sino un feto. Grupos de mujeres conformando una escena patética, se reunieron a la puerta del Hospital Ramos Mejía rezando el rosario a voz en cuello. Movimientos fundamentalistas liderados por Pedro Andereggen, el abogado defensor del genocida Ramón Camps, se movilizaron y lograron que la jueza Myriam Rustán de Estrada, mediante un trámite irregular suspendiera el procedimiento. Su actitud violando la ley vigente, fue denunciada ante el Consejo de la Magistratura por su intervención arbitraria y posteriormente separada del cargo se enfrenta a un posible jury.

           Pedro Andereggen  y Alberto Solanet, dos cruzados contra el aborto
Otro que se las verá mal, es el procesado jefe de la ciudad Mauricio Macri, quién agrega un nuevo juicio en su mochila por violación de la privacidad, exponiendo públicamente a la paciente y revelando detalles del procedimiento, como el día y el lugar donde se realizaría, lo que permitió la intervención del grupo fundamentalista y la judicialización del caso.

La mujer, de 32 años y madre de tres hijos –el mayor de 18 años–, dejó el Hospital Ramos Mejía, donde estaba programado el aborto y fue trasladada a un refugio para víctimas de trata para protegerla, dado que recibió amenazas de las redes mafiosas que la mantuvieron cautiva en los últimos meses y de las cuales pudo escapar.

Tiene 9 semanas de embarazo y sólo le quedan 3 más para someterse a un aborto. La Iglesia y los fundamentalistas pleitean para demorar la causa y salvar la vida del feto. Los demás deseamos salvar la integridad de la madre.


viernes, 12 de octubre de 2012

GALEANO, LAS FINANZAS Y LOS MEDIOS

Conferencia de Eduardo Galeano en Italia
El otro día escuché a un cocinero que le hablaba a un conjunto de aves que tenía delante y les preguntaba en que salsa querían ser comidas. Una gallinita se atrevió a decir “nosotras no queremos ser comidas en ninguna salsa”. El cocinero le respondió que eso estaba fuera de la cuestión.


Esta metáfora o fábula, representa una imagen del mundo que está organizado de tal manera que nuestra libertad se limita a elegir la salsa con la que seremos comidos. Dicen que es un mundo democrático, pero yo me pregunto hasta que punto es democrático un mundo donde la soberanía de los países se convirtió en un objeto de museo. Como ejemplo, tenemos el organismo que gobierna a los gobiernos en el mundo de hoy, el Fondo Monetario Internacional está dirigido por 5 países y da las órdenes a casi todos los países restantes, salvo a ellos mismos, porque pueden ser sádicos pero no masoquistas. El Banco Mundial  es más democrático y es importante dejar constancia de esta diferencia el FMI está dirigido por 5 países y el Banco Mundial por 8.

Después tenemos la Organización Mundial de Comercio, en cuyos estatutos se establece que las decisiones se tomarán por voto democrático. Nunca se votó en esa organización, ni una sola vez, se utiliza el principio estalinista de que las resoluciones se toman por aclamación.

¿Podemos entonces hablar de un organismo democráticamente organizado cuando el mundo depende de tres organismos no democráticos que toman las decisiones en lugar del resto de la humanidad?

También podríamos hablar del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que hoy parece que las guerras están bien cuando este organismo las aprueba y están mal cuando las desaprueba, pero ¿quién imparte estas decisiones?

Las Naciones unidas están constituidas por una Asamblea General donde estamos todos los países, pero es un organismo simbólico, formula recomendaciones y las decisiones las toma el Consejo de Seguridad donde mandan los 5 países que tienen derecho de veto. Ellos velan por la paz mundial, pero son los 5 países de mayor industria armamentista: Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Rusia y China. Hacen el negocio de la guerra, pero venden la paz.


Todo esto con el respaldo de los grandes medios de comunicación, que reproducen el sistema de poder en el mundo y toman examen de democracia a cada país. Son grandes medios de comunicación que confunden la libertad de expresión con la libertad de presión y que han sido definidos por un graffiti anónimo que dice “nos mean y los diarios dicen llueve”.

El caso más claro y escandaloso de manipulación de la opinión pública mundial es Venezuela. En el gran teatro del bien y del mal hay una distribución de funciones ente los ángeles y los demonios y Hugo Chávez es uno de los principales demonios, un verdadero dictador desde el punto de vista de las fábricas de la opinión pública.

Sin embargo, es un extraño dictador, ganó 8 elecciones en 5 años y ahora en el último referéndum, fue el primer presidente en la historia de la humanidad que puso su cargo a disposición de la gente y ganó por el 60%. Yo asistí a esa elección y puedo asegurar que fue transparente, donde por primera vez se logró evitar que votaran los muertos, que en Venezuela tenían la mala costumbre de votar y también se logró evitar que cada persona votara varias veces, debido al mal de Parkinson donde mucha gente ponía varias veces su voto en las urnas.

Por lo tanto, Venezuela es un país extraño donde suceden estas cosas y al mismo tiempo uno asiste a las denuncias por la falta de libertad de expresión.

En Caracas uno enciende la televisión y en la pantalla aparece un sujeto que dice “aquí no hay libertad de expresión”, luego al encender la radio hay una voz que clama “aquí no hay libertad de expresión” y al abrir el diario el lector se encuentra con un título enorme que dice “aquí no hay libertad de expresión”.

Estamos ante un claro ejemplo de divorcio entre la realidad virtual y la real. ¿Cuál es la explicación de este comportamiento?, muy sencillo, en Venezuela había 5 millones de personas sin derechos cívicos porque no tenían documentos y sus hijos no podían ir a las escuelas porque no tenían partida de nacimiento. Eso es lo que Chávez está cambiando, porque en pleno paraíso petrolero, había un millón y medio de analfabetos que ahora saben leer y escribir. Y esto explica la furia de los grandes medios de comunicación “incomunicante”.

También explica el resultado de las elecciones que dan a Chávez como ganador, porque hay un pueblo que resume su actitud de perfecta manera a través de la frase que dijo un venezolano pobre y que es más expresiva que cualquier discurso: “YO NO QUIERO QUE CHÁVEZ SE VAYA PORQUE NO QUIERO VOLVER A SER INVISIBLE”. 
Para ver la conferencia hacer click aquí:



lunes, 8 de octubre de 2012

Y GANÓ AMÉRICA LATINA



Por primera vez en su historia, América Latina se encuentra casi en su totalidad gobernada por democracias progresistas abocadas a planes sociales y sacar de la pobreza a grandes sectores de la población, sumergida por políticas neoliberales a que las sometieron gobiernos de facto que respondían a los intereses de Washington.
Argentina, Brasil, Bolivia, Ecuador, Uruguay y Venezuela han unificado proyectos y estrategias propios que se caracterizan fundamentalmente por esquemas económicos independientes del mercado financiero internacional como el FMI, el Banco Mundial, el ALCA y la red de organizaciones que viven de la timba financiera.

Entre los intereses afectados, se encuentran los clanes familiares dueños de los medios de comunicación. Enquistados en el poder desde los orígenes del siglo XX e incluso antes, como es el diario La Nación, fueron siempre funcionales a intereses foráneos. En ese aspecto, “la tribuna de doctrina” de los Mitre mantuvo una coherencia meridiana desde su origen.

Cuando surge un gobierno popular y de izquierda, lo demonizan, lo difaman, lo tildan de totalitario, comunista, violador de los derechos humanos y todos los epítetos agraviantes que encuentran a mano. Hugo Chávez es un ejemplo paradigmático. Los golpistas que en 2002 lo sacaron del poder en un efímero intento de sólo 24 horas, no se cansaron de repetir su agradecimiento a los medios de comunicación: RCTV, Globovisión, Televén, Venevisión y otros. Todos estos medios, tenían la simpatía y el apoyo de la embajada norteamericana.

Después del golpe de 2002, Chávez tomó conciencia que para preservarse en el poder debía neutralizar a los medios opositores y para lograr este objetivo adoptó la estrategia de crear medios de difusión afines al gobierno y como segunda medida, cerrar Radio Caracas Televisión (RCTV). Tenía dos fuertes razones para hacerlo: el apoyo indisimulado de la empresa al golpe de Estado y la caducidad de su licencia. Sobre éste último aspecto, Chávez disponía de una herramienta legal y la aplicó sin titubear.

Inmediatamente se desataron las protestas de los monopolios mediáticos del continente contra el cierre de RCTV, con el sostenido respaldo de la SIP, organización infiltrada por la CIA y manejada por las mismas familias dueñas de las grandes cadenas de medios.


 En la actual campaña electoral venezolana todos estos grupos, incluyendo el diario El País y ABC de España, le dieron su apoyo incondicional al candidato opositor Henrique Capriles Radonski. Con 40 años recién cumplidos, soltero y sin hijos, este abogado nacido en cuna de oro, inició su carrera política como diputado junto con su actual lugarteniente Leopoldo López. Fue cofundador del partido Primero Justicia, una operación que marcó con el sello de la corrupción el origen de esa formación política. Existen pruebas de que Primero Justicia fue creado con dinero desviado de la empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), en esa época controlada por la llamada "meritocracia", facilitado por la madre de López, entonces ejecutiva de la firma.
Antecedentes de su trayectoria posicionan a Caprile cómodamente y a todas luces en la ultra derecha, incluyendo su militancia en la filial venezolana de Tradición, Familia y Propiedad, de características muy similares a la casi extinguida versión vernácula dirigida por el chupa cirio, francófilo y golpista Beccar Varela.

Capriles tuvo participación directa en el golpe de Estado contra Chávez. Fue protagonista en el asedio e intento de allanamiento de la embajada de Cuba en Caracas y en la cacería de brujas desatada contra funcionarios del gobierno tras el secuestro del Presidente. El candidato, tanto por sus orígenes como por su pensamiento político, es un genuino representante de las más poderosas firmas financieras de Venezuela y de importantes transnacionales estadounidenses y europeas.
El programa de gobierno de Capriles, mantenido hasta hace poco en secreto, mostró al ser develado un contenido abiertamente neoliberal, que incluye medidas que, de aplicarse, hubieran significado el desmantelamiento de todos los planes sociales desarrollados durante los gobiernos de Chávez. Uno de los aspectos más graves era sacarle a Venezuela el control de la industria petrolera y entregarla a la empresa privada y a las transnacionales, como sucedía hasta que Chávez llegó al poder.
Con esas propuestas, que disfraza y maquilla, Henrique Capriles Radonski se presentó a la cita electoral del 7 de octubre, con un discurso marketinero y vaciado de contenido muy parecido al del procesado Mauricio Macri, alias “el señor veto”, el engendro local que más se le asemeja.
El cierre de campaña de Caprile fue exaltado, glorificado y magnificado en tapas por los grupos mediáticos del continente y calificado como “hermosa cruzada” por el diario La Nación, llenando de loas y encomios todos los aspectos que rodearon al acto. Por el contrario, el acto chavista fue minimizado por la prensa venezolana que goza de total libertad. Por estas tierras, el periódico de don Bartolo junto con el grupo Clarín, dijeron que la gente fue llevada bajo presión y pagada. Así lo manifestó un asistente hábilmente seleccionado por movileros de estos medios, como si su palabra fuera la expresión de los millones que asistieron a vivar a Chávez. Afortunadamente, pudimos ver a través de canal 7, que fue una verdadera fiesta popular, con la gente bailando al ritmo de la contagiosa música caribeña.
En las elecciones venezolanas observadas con profunda preocupación desde Washington, se jugó la estabilidad del Mercosur y del UNASUR, la independencia económica de Venezuela y de toda América Latina, la educación pública, la salud, la vivienda, la alimentación y el trabajo.
Al lado oscuro de la fuerza, por ahora solo le queda en su miseria moral, esperar que Chávez muera pronto de cáncer, como lo desearon con Eva Perón y con la presidenta Cristina. Lo que más les duele es la carencia de líderes que los represente, por ahora son simplemente anti-Chávez o anti-K, que es lo mismo que decir que son nada.

Fuentes
Margarita López Maya y Steve Ellner. Elecciones presidenciales en Venezuela. Le Monde Diplomatique, octubre 2012.
Jean Luc Melénchon, Ignacio Ramonet. ¿Porqué Chávez? Página 12 07/10/2012.
Ramiro Pellet Lastra. Venezuela vota y toda América latina está en vilo. La Nación,07/10/2012.