WikiLeaks permitió filtrar una serie de cables de la Embajada de Estados Unidos dirigida al Departamento de Estado de ese país. Durante la gestión de Anthony Wayne como embajador, los gerentes de Clarín, con Magnetto a la cabeza y el columnista estrella Eduardo Van der Kooy, fatigaron los pasillos de la embajada para denostar al gobierno K, afortunadamente sin obtener resultados positivos. El otro propósito, que no lograron concretar, fue que se instalara el estándar de televisión digital terrestre de Estados Unidos, sobre la base de conveniencia de negocios mutuos.
Anthony Wayne
Finalmente, el gobierno optó por el método japonés. Magneto y su grupo dejaron traslucir al embajador que Clarín disponía de la capacidad de instalar una agenda de focos de poder para desestabilizar gobiernos. A pesar de que la embajada de Estados Unidos tenía conciencia de la forma poco responsable con que se manejaba el monopolio, las relaciones eran muy fluidas.
Siguiendo con el monopolio Clarín, ya pasaron 10 años desde que se inició el juicio a Ernestina Noble de Herrera por la apropiación de quienes ella llama sus hijos adoptivos, Felipe y Marcela.
En primer lugar queda claro que esta causa no la iniciaron los Kirchner como pretende afirmar el diario Clarín y su socio en negocios, que es el diario La Nación.
El procedimiento de adopción, aunque el término más correcto es apropiación, de Marcela y Felipe estuvo plagado de irregularidades, con falsos nombres, falsos testimonios y una historia de hallazgo de quienes por entonces eran unos bebés. La historia que relata Ernestina se ajusta más a la literatura fantástica de cuentos de hadas que a la realidad. Por esas razones, los abogados de Clarín en forma sistemática impidieron la evolución del proceso mediante chicanas, medidas cautelares y cajoneos del expediente por jueces venales.
Hubo un juez, el Dr. Marquevich que en el año 2002 le puso arresto domiciliario a Ernestina por supuesta sustracción de menores. Semejante atrevimiento le costó al juez que le hicieran un jury “por mal desempeño de sus funciones” y pérdida de su cargo.
La resistencia sistemática del grupo Clarín para impedir a toda costa que Marcela y Felipe se hicieran el ADN para cotejarlo con el archivo del Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), aumentaba cada vez más la sospecha de la apropiación ilegal.
Mientras tanto, el monopolio a través de su numerosa cadena de medios y con el apoyo del diario La Nación, ambos socios en la propiedad de Papel Prensa, fustigaron al gobierno acusándolo de hostigamiento, acoso, intromisión en la vida privada y mal trato hacia Ernestina, Marcela y Felipe.
Súbitamente y ante la sorpresa general, Marcela y Felipe manifestaron sus deseos de someterse a los estudios de ADN.
Aquí surge un tercer personaje que hasta entonces se mantenía en la penumbra. Se trata de Ana María Di Lonardo, ex directora del BNDG quién en el año 2006 dejó el puesto llevándose una computadora.
Ana María Di Lonardo
Existe la hipótesis de que Di Lonardo sabe que los ADN de los familiares que se encuentran en el BNDG no guardan relación con los de Felipe y Marcela y que esta información se filtró y pasó a conocimiento de los abogados de los jóvenes, quienes permitieron que se sometieran al cotejo de datos.
Efectivamente, se comprobó que los primeros resultados dieron negativos, lo cual desató una ola de indignación del monopolio mediático, señalando que la pobre viuda Ernestina había sido vilmente acusada, mancillado su nombre, agraviada y todos los adjetivos imaginables.
Clarín debería explicar porqué durante 10 años se opusieron tenazmente al esclarecimiento del origen de Marcela y Felipe. Además, la causa sigue, hay nuevos ADN para cotejar y de cualquier manera no exime a Ernestina del procedimiento empleado de apropiación ilegal.
En apoyo de la viuda y para quedar bien con el monopolio se sumaron varios políticos que antes habían callado cuando se hacían evidentes los obstáculos puestos por jueces y abogados para esclarecer el origen de los jóvenes. A las lágrimas de cocodrilo de Carrió manifestando que los hijos de Noble eran sus hijos se sumó lo más rastrero de la oposición pasando por Duhalde, De Narvaez, Macri y finalizando con Ricardito Alfonsín quién temeroso de las represalias del grupo Clarín que podría afectarle su mediocre campaña, no solo guardó un ominoso silencio durante todos estos años sino que también salió en defensa de Ernestina de Noble.
Macri actuó de la misma manera, pero con una diferencia, el farandulero amarillo lo hace por conveniencia y convicción, es prácticamente un socio de Clarín en negociados y en ideología, mientras que Ricardito lo hace por obsecuencia y convenienca.
Mientras tanto, Di Lonardo jamás refutó o se manifestó indignada por las sospechas de sustracción de información que caen sobre su persona. Ominoso y sospechoso silencio.
Gran sospechosa la Di Lonardo (o es Martina Navratilova?), su aporte es evidente.
ResponderEliminarSiempre sos muy impiadoso con tu homonimito Hijo De alfonsín!. Es un servil que avergonzaría a su Padre.