jueves, 16 de junio de 2011

Satélite, Schoklender, elecciones en Neuquén y los medios

   Montaje del Aquarius en el INVAP de Bariloche

El satélite argentino Aquarius llegó a la estratósfera para quedarse y enviar numerosa y variada información, un hito de la ciencia y del esfuerzo técnico de nuestro país, que sólo mereció una nota en la prensa monopólica.
Quien también fue encumbrado a niveles estratrosféricos impulsado no por oxígeno líquido sino por ríos de tinta de los diarios La Nación y Clarín, fue Schoklender, como si fuera el acontecimiento más trascendente en décadas de la historia argentina. Desde hace dos semanas figura en tapa de esos diarios incluyendo páginas interiores con un promedio de 7 artículos y comentarios por día. Los canales de televisión y las radios dependientes del monopolio Clarín repican datos de Schoklender hasta el hartazgo con el único objeto de desprestigiar a Las Madres de Plaza de Mayo, los Movimientos de Derechos Humanos y en última instancia al gobierno.


Clarín tiene especial interés en enlodar la imagen de estas instituciones porque son las que insisten con el juicio y esclarecimiento por la siniestra adopción de los “hijos” de Ernestina Herrera de Noble.
La estrategia es sencilla: si las Madres de Plaza de Mayo son una institución teñida de corrupción, carecen de autoridad moral para juzgar a Magnetto y a la dueña del diario Clarín.
Cambio de tema. El domingo hubo elecciones en Neuquén, los dos principales partidos afines al gobierno arrasaron con el 80% de los votos. El Movimiento Popular Neuquino que responde a Sapag es solidario con Cristina y así lo expresó claramente el gobernador que además recibió la calurosa felicitación de la Presidenta.
El otro grupo también es afín al oficialismo, e hizo una coalición con los radicales saliendo segundo con un 9% menos que el partido de Sapag. Farizano inmediatamente felicitó al ganador porque los dos son casi del mismo palo y existe armonía entre ambos.
El resto: Coalición Cívica, Libres del Sur, Opción Socialista y Nueva Izquierda, fue un rejunte que ni siquiera arañó el 10%.
Presentado este panorama, el columnista Carlos Pagni hizo extraños malabarismos para dar vuelta el triunfo del gobierno. Debió haber tomado mucho vino o fumarse varios porros para volcar en el papel semejantes delirios de su mente afiebrada.
Según el enrevesado y pintoresco comentario de Pagni, el gobierno en Neuquén perdió las elecciones de la misma manera que le pasó en Salta. Curiosa conclusión que ignora que tanto Sapag como Urtubey dijeron casi con las mismas palabras: "Vamos a trabajar para que Cristina Kirchner sea la próxima presidenta de la Nación"
Pero Pagni no termina aquí, siguiendo con la fantasía de sus argumentos añadió que De la Sota rompió con el gobierno cuando en realidad la militancia peronista y kirchnerista nunca tuvo simpatía por este señor afín a los grandes chacareros. Según Pagni la ruptura se debería a que Cristina prefería como vicegobernadora a Carolina Scotto, filósofa wittgensteiniana y no a Alicia Pregno que es hegeliana.
Notable disquisición de este ocurrente columnista de La Nación. Parece ser que ahora las preferencias por los candidatos dependen de sus escuelas filosóficas.
Como broche de cierre a todo este delirio, Pagni señaló que el gobierno está “profundamente” preocupado por la alianza Alfonsín-De Narvaez, engendro simbiótico que le hizo perder todos los votos del electorado de izquierda y centro izquierda, amén de personajes valiosos como Stolbitzer, Storani, Binner y otros. Evidentemente, Ricardito no es timonel de tormentas, a lo sumo de una laguna mansa como la de su ciudad natal en día muy calmo y cerca de la orilla.
En el mundo mágico de Pagni, las personas y los hechos son totalmente distintos, son simples ficciones que despiertan risa si quién lo lee tiene el buen tino de tomarlo con humor.
Carlos Pagni

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