Hoy en La Nación, salió un artículo firmado por un tal Silvio Waisbord (ver original aquí) quien critica como algo negativo a un tipo de periodismo que él designa “militante”. Bajo este término señala a las publicaciones que defienden un gobierno o partido y obviamente, aunque no los nombra, es fácil deducir que apunta los cañones a los periódicos y programas oficialistas.
Para el comentarista del diario La Nación, todo periódico o periodista que no piense dentro de su línea, y peor aún que ataque algunos de sus editoriales de fondo, estaría haciendo un periodismo “militante”.
Se olvida este comentarista que durante la dictadura de Perón, se cerraron periódicos “militantes” como Nuestra Palabra, La Vanguardia y la Prensa con lo que al desaparecer la crítica y la diversidad, se terminó la libertad de expresión.
Si de periodismo “militante” vamos a hablar, el diario La Nación, representa a la Sociedad Rural y a la oligarquía ganadera, por lo tanto ejerce periodismo “militante”, pero debemos reconocer que no deja de ser informativo. No así el Clarín, que hace tiempo dejó de ser un diario para transformarse en periodismo “militante” a ultranza de las grandes corporaciones y de sus propios intereses.
Pruebas al canto, cuando salieron las denuncias de trabajadores esclavos en la filial argentina de la trasnacional Nidera, el diario Clarín tapó la noticia, simplemente porque Nidera es uno de sus auspiciantes y en cuanto a La Nación, minimizó y cuestionó la veracidad de la noticia.
Y es que Nidera, por su actividad en la genética de los granos está vinculada al campo y el campo es intocable, es sagrado, es químicamente puro. El hombre de campo es aquél que trabaja de sol a sol, es el granjero o chacarero que desafía los avatares climáticos. Dios y el campo decían los carteles durante el lock-out patronal por la 125.
Todo esto sobre el hombre de campo es cierto, pero no lo podemos hacer extensivo a todos los grandes terratenientes y menos a las grandes empresas exportadoras de granos y productoras de semilla genéticas como Nidera y Cargill o de fertilizantes muy cuestionados como los que produce Monsanto. Nidera además es una de las principales organizadoras de Expoagro.
El periodismo “militante”, como así lo llama Waisbord, es por lo tanto una necesidad, un verdadero anticuerpo ante la desinformación de la prensa mediática que antes de cuestionar a los medios que piensan distinto, debería hacer autocrítica y admitir que el papel con el que producen sus periódicos, fue adquirido durante la dictadura con métodos extorsivos.
¿Y como deberíamos designar el periodismo de TN? Quizás periodismo degradado o de la mala onda ya que si hay un asalto o crimen lo pasa 70 veces acompañando de zócalos alarmantes para crispar a la audiencia y hacerle creer que Buenos Aires es la ciudad más insegura del mundo. Las buenas noticias son deliberadamente excluidas.
El señor Silvio Waisbord al criticar a ese periodismo que llama “militante”, está atentando contra la libertad de prensa, pero sabe que ni ADEPA ni la SIP lo van a cuestionar.
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