Tal como se preveía las furibundas acusaciones que caracterizan a la desquiciada Carrió sobre sobornos y uso de la Banelco se esfumaron en relatos inconsistentes donde quedó claro que todo lo que hubo fueron pedidos de apoyo e insinuaciones sin componente de amenazas por parte de algunos diputados del FPV hacia sus colegas opositores.
No hubo sobornos ni aprietes como sugirió el monopolio mediático a través de sus periodistas que obedecen ciegamente las bajadas de línea de Magnetto. Nelson Castro fue una de los que más se esforzó tratando sin éxito de que alguna diputada de la oposición dijera que la sobornaron.
Cuando le tocó hablar a Carrió en la Comisión de Asuntos Constitucionales, cambió su verborragia agresiva e insultante de días previos y se desinfló totalmente limitándose a mencionar discusiones en los pasillos sin aportar una sola denuncia concreta.
La radical Elsa Alvarez y la episcopal-cobista Cinthia Hotton quedaron expuestas en su endeblez y la itinerante política Patricia Bullrich repitió sin cesar ante periodistas y movileros que hubo más de 15 llamadas de los diputados del FPV a los de la oposición. Jamás dijo quienes eran ni en que consistían las llamadas.
En definitiva no hubo un solo elemento de soborno o presión, fue simplemente un operativo mediático organizado por la trinidad Magnetto–Carrió-Bullrich para hacer fracasar la aprobación del Presupuesto Nacional. Y esto no es una especulación, lo dijo la misma diputada Bullrich “si no hacíamos la denuncia perdíamos la votación.”
Los radicales comenzaron a salir de sus agobiantes internas para darse cuenta que Carrió los había manipulado: Para el radical Ricardo Gil Lavedra “las denuncias de Carrió están basadas en hechos falsos” y son “un agravio innecesario”. “Carrió hablaba del Presupuesto como un acto criminal”, señaló Ricardo Alfonsín. “No sé si llamadas son delitos o no. Si tienen que denunciar algo ilegal que lo hagan en la justicia, En todas las leyes se dialoga, es normal”, agregó.
La reunión que ya de por sí era deplorable terminó bruscamente cuando Graciela Camaño quién presidía la Comisión de Asuntos Constitucionales le pegó una trompada al diputado Carlos Kunkel. Algunos medios hablan de bofetada, pero Camaño no es persona para esas delicadezas, se vio claramente que era una flor de piña.
En el fútbol es tarjeta roja, suspensión por tres partidos y multas. En el Congreso, ámbito más importante que la cancha ¿Cuál será la sanción a esta belicosa diputada?
Si nos atenemos al diario La Nacion deberían premiarla ya que el diario de los Mitre publica una semblanza de Camaño que es más una alabanza que crítica: “Una mujer de armas tomar. Diputada con carácter fuerte y amplia capacidad de trabajo. Militante aguerrida y fiel defensora de la sociedad sentimental y política que integra con Luis Barrionuevo, el hombre con el que comparte su vida. Así definen, quienes la conocen, a Graciela Camaño, la diputada peronista que ayer protagonizó un verdadero escándalo al propinarle una sonora cachetada al kirchnerista Carlos Kunkel.”
El hombre con “el que comparte su vida” es un mafioso, corrupto y millonario, que fue funcional a las dictaduras de turno, mientras que Carlos Kunkel sufrió prisión y tortura durante los años de plomo
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